Señora Presidenta la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Don Daniel Scioli; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señores Secretarios de Estado; autoridades nacionales; destacados invitados; expertos; jurados evaluadores; señoras y señores: es para mí un verdadero orgullo participar de este acto, en el cual la Presidenta de la República distingue a aquellos organismos públicos que más se han destacado en la mejora de la gestión, tanto en sus procedimientos internos, como en la atención que prestan a los ciudadanos.
Estos organismos, que hoy estamos distinguiendo, demuestran con el esfuerzo y el trabajo de sus dirigentes y el conjunto de sus empleados, los organismos públicos pueden optimizar la eficacia, la eficiencia y la transparencia con el que manejan los recursos públicos, que son los recursos de todos los argentinos.
Estoy convencido que estas experiencias y prácticas, que hoy estamos distinguiendo se trasladarán rápidamente al conjunto de la administración pública, tal cual es el objetivo central de este Premio.
En primer lugar, debo y quiero felicitar, muy especialmente, al UDAI de San Rafael, en Mendoza. Este organismo, que hoy recibe el Premio Nacional de la Calidad, el año pasado, obtuvo el Diploma a la Mejora, lo cual demuestra que con el esfuerzo, el trabajo y la planificación se alcanzan los mejores resultados.
La UDAI, a su vez, la Unidad de Atención Integral, también forma parte de un organismo con el ANSES, que es un organismo clave en las cuestiones de calidad en la gestión pública, en su tarea de mejoramiento de la gestión, de calidad con el ciudadano, de compromiso, de trabajo e innovación tecnológica se ha transformado en un organismo referente, a escala nacional, en la temática. Con lo cual quiero felicitar, muy especialmente, al titular de la UDAI, Daniel Herrera y también personalmente a quien encabezó este conjunto de esfuerzos para transformar el ANSES, nuestro amigo el Dr. Sergio Massa.
A su vez, comentarles y felicitar también a los dos organismos que hoy reciben el Diploma a la Mejora Permanente y que, posiblemente, el año que viene sean los próximos ganadores de este premio. Me estoy refiriendo a la Secretaría de Turismo de la Nación, encabezada por su secretario, Enrique Meyer, y a la Dirección Adjunta Fiscalización de la Provincia de Buenos Aires, de la Subsecretaría de Ingresos Públicos, encabezada por Santiago Montoya, y con Roberto Arias, como su titular. (APLAUSOS)
Ambos organismos nos demuestran cómo con el trabajo profundo y compenetrado de sus dirigentes y el conjunto de sus empleados, se pueden lograr las mejores cuestiones.
El criterio de planificación por el cual premiamos a la Secretaría de Turismo, tiene que ver con un sistema integral de mejora continua que le permite a este organismo seguir casi en términos reales los distintos objetivos que van logrando en términos de las metas fijadas por su plan estratégico federal de turismo sustentable.
A su vez también, la Dirección Adjunta de Fiscalización, ha tenido un rol central en toda esta importante tarea llevada a cabo en la provincia de Buenos Aires contra la evasión fiscal. En este caso estamos premiando por el componente en el criterio de la calidad, porque básicamente adoptó un sistema con un criterio muy sólido que permite garantizar la transparencia y la eficacia en una cuestión tan crítica como es justamente el control de la evasión tributaria. Así que, a ambos organismos los felicitamos y seguiremos trabajando. (APLAUSOS)
Quiero también agradecer muy especialmente al conjunto de los evaluadores y jurados del premio nacional, porque ellos con su trabajo absolutamente ad honorem, riguroso, independiente y objetivo, son los que mantienen en alto el prestigio de este premio. Así que, para ellos un gran agradecimiento de parte nuestra. (APLAUSOS)
Para terminar, quiero simplemente hacer una breve reflexión. Hoy nos encontramos en esta casa, que como bien nos enseña la Presidenta, volvió a ser la casa de todas y todos los argentinos, premiando a organismos y hablando de cuestiones como la calidad de gestión, la innovación tecnológica, el mejoramiento y este tipo de cuestiones. Y esto podemos hacerlo porque tenemos un Estado en pleno funcionamiento.
Hace muy poco tiempo, todos lo recordamos, en un día como hoy, un 20 de diciembre, un presidente debía escapar en helicóptero frente a la bronca, el enojo, el hastío, de centenares de miles de compatriotas que en las calles protestaban.
Dos imágenes, dos países absolutamente distintos que nos permiten recordar todo lo que hemos avanzado. Pudimos dejar atrás ese país de la desocupación, de la miseria, esa Argentina que parecía no tener futuro y, entre todos, podemos hoy mostrarle al mundo y, sobre todo a nosotros mismos, los argentinos, que tenemos una Argentina en pleno funcionamiento.
Y esto no es casual, porque obedece, creo, a dos razones que tienen profundamente que ver con lo que hoy estamos hablando y premiando: en primer lugar, obedecen al compromiso, al esfuerzo y al trabajo del conjunto del pueblo argentino que con su esfuerzo mostró que no podía resignarse a no tener futuro y, en segundo lugar, también obedecen a la decisión política de un gobierno de volver a situar al Estado en ese lugar que nunca debió de haber abandonado y que es el espacio de pelear por las grandes transformaciones que le sirvan a las grandes mayorías populares.
Esa decisión de que se construyera ese país, esa decisión política, no fue una decisión neutral, como todas las grandes decisiones que se toman en la política o en la vida. Fue una decisión que perjudicó a algunos y benefició a otros.
Lo mismo sabemos cuando hablamos de calidad, porque la calidad, contra lo que nos quieren hacer creer algunos voceros, algunos opinadores supuestamente intencionados, la calidad institucional, la calidad del Estado, la calidad de gestión, no es un concepto neutral. Un Estado de calidad es un Estado más fuerte, un Estado con calidad es un Estado más firme, es un Estado más sólido, es un Estado más inteligente, un Estado que tiene más y mejores capacidades para pelear por los intereses de los más necesitados.
Un Estado con calidad es, por ejemplo, un Estado que puede garantizar más y mejores controles de cómo son tratados el conjunto de nuestros jubilados en el conjunto del país. Un Estado de calidad, es, por ejemplo, un Estado que puede impedir que se ponga en riesgo la vida de los jóvenes como ocurría en los viajes de egresados hace muy poco tiempo y un Estado de más calidad es también el Estado que puede y debe controlar a los evasores para que no saquen el dinero que es de todos; un Estado de más calidad es un Estado no neutral, es un Estado que juega a favor de los que menos tienen, que juega a favor de los que producen, que actúa a favor de los que crean, de los que sueñan, de los que incentivan, de los que avanzan.
Ese es el Estado que queremos, ese es el Estado que hoy estamos construyendo, ese es el Estado que estamos forjando y ese es el Estado que le devolverá al a Argentina esa sociedad más justa, más libre y más igualitaria que todos soñamos y que creo que hoy estamos construyendo.
Muchísimas gracias. (APLAUSOS)