Palabras a la prensa del Presidente Javier Milei, en declaración conjunta, durante la visita oficial a la República del Paraguay, desde el Palacio de Gobierno
Buenas días a todos. Es un placer para mí estar en Paraguay y poder dirigirme a todos ustedes. Quiero agradecer al gobierno paraguayo y -en especial- al Presidente de Santiago Peña, con quien me une el amor por las ideas de la libertad. En las últimas décadas Paraguay ha aplicado diligentemente las ideas de la libertad económica y como resultado ha superado la inflación y no para de crecer, hace más de 20 años, y gracias a esto atrae inversores y residentes de todo el mundo, evidentemente algo están haciendo bien.
Nosotros - por nuestra parte - hemos rescatado a la Argentina de la peor crisis de su historia, evitando una hiperinflación y una catástrofe social y económica sin precedentes, aplicando las ideas que supieron hacernos exitosos en el pasado, cuando llegamos a ser la primera potencia mundial.
Por eso, puedo afirmar que - tanto el presidente Peña como yo - sabemos que el camino hacia la prosperidad no es otro que el de la desregulación y el superávit fiscal, y que al bien común se llega, a través de las ideas de la libertad, y no desde la idea de la justicia social, que es la redistribución forzosa de la riqueza sobre la cual trabajan los colectivistas.
Sobre este denominador común de valores es que con el Presidente Peña estamos construyendo una relación bilateral que acerque a nuestros países y que – eventualmente - se traslade al resto de la región y de esta manera un continente que, durante demasiado tiempo, ha sufrido en tantos lugares los embates del populismo pueda -de una vez por todas- salir adelante.
No tengo dudas que tanto Argentina como Paraguay serán un ejemplo para toda Sudamérica. Hacia dentro, dando la batalla eterna contra el Estado omnipresente y el déficit fiscal, y hacia afuera, a través de la cooperación pacífica y el comercio. No hay fórmulas extravagantes, sino la convicción de que la libertad es el único camino posible. Por eso, veo con esperanza un futuro de colaboración entre nuestras naciones.
Que Dios bendiga al pueblo argentino, que Dios bendiga al pueblo paraguayo, que las fuerzas del cielo nos acompañen y ¡viva la libertad! Y muchas gracias.