Cada 9 de noviembre, Argentina conmemora el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre. Esta fecha no solo destaca la importancia de la donación de sangre para salvar vidas, sino que también rinde homenaje a una de las figuras clave de la medicina en el país: el doctor Luis Agote, quien fue pionero en un procedimiento que transformó la transfusión de sangre en un proceso seguro, revolucionando la medicina moderna.
En 1914, el doctor Agote, médico e investigador argentino, logró realizar la primera transfusión de sangre utilizando un anticoagulante que evitaba la coagulación fuera del cuerpo. Esta innovación, realizada en el Hospital Rawson de Buenos Aires, permitió que la sangre pudiera ser almacenada por períodos prolongados y administrada de manera segura a pacientes. Hasta ese momento, las transfusiones eran extremadamente limitadas debido a los riesgos de coagulación inmediata; debían hacerse directamente de donante a receptor de manera inmediata, sin la posibilidad de almacenar la sangre. Cualquier retraso o interrupción en el flujo de sangre causaba coágulos que podían obstruir la circulación. Fue el uso de citrato de sodio como anticoagulante la clave del éxito de Agote marcando un antes y un después en la medicina a nivel mundial.
El impacto de su descubrimiento traspasó fronteras rápidamente, siendo adoptado en Europa y Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, salvando miles de vidas en el campo de batalla. Este avance científico posibilitó también la creación de bancos de sangre y la utilización de la técnica de aféresis, que permite separar los distintos componentes de la sangre: plaquetas, glóbulos y plasmas. Hoy, más de un siglo después, la transfusión sanguínea sigue siendo una práctica esencial en la medicina, utilizada en operaciones, tratamientos de cáncer, urgencias y muchas otras áreas.
En Argentina, el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre se celebra desde el año 2004 y se enmarca en la Ley N.º 22.990, conocida como la Ley Nacional de Sangre, sancionada en 1983. Esta norma establece los principios y regulaciones para la donación, obtención, conservación, fraccionamiento y aplicación de sangre humana y sus derivados. Además, promueve la donación voluntaria como un acto solidario, prohibiendo la comercialización de sangre.
El Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre es una ocasión para reconocer tanto la generosidad de quienes donan como el legado científico de figuras como Luis Agote. Su aporte es un recordatorio del valor de la investigación científica y de la solidaridad, especialmente en un país que ha sido líder en la medicina transfusional desde hace más de un siglo.