El 23 de octubre de 1947 Bernardo Houssay, un pionero en el estudio de la fisiología endocrina, puso a la Argentina en el centro de la ciencia mundial. Sus descubrimientos sobre el papel de la hipófisis en la regulación de la cantidad de azúcar en sangre lo hicieron merecedor del Premio Nobel de Medicina.

Houssay fue el primer argentino en recibir un Premio Nobel, un reconocimiento que no sólo destacó su labor, sino que también puso en el mapa a la ciencia en América Latina. Su investigación sobre la acción de la insulina y su relación con la diabetes mellitus sentó las bases para futuros avances en el tratamiento de esta enfermedad.

En 1945, Bernardo Houssay publicó el tratado "Fisiología humana" en colaboración con destacados miembros de su equipo, como Eduardo Braun Menéndez, Virgilio G. Foglia, Oscar Orías, Luis F. Leloir, Juan T. Lewis y Enrique Hug. Esta obra, que abarcaba artículos e ilustraciones sobre fisiología general, fue traducida a varios idiomas, incluyendo francés, inglés, portugués e italiano, marcando un hito en la divulgación científica en Argentina.

La publicación de este tratado catapultó a Houssay a la fama internacional, y el 23 de octubre de 1947 recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, convirtiéndose en el primer latinoamericano en ser reconocido con este prestigioso galardón en el ámbito de las ciencias.

En homenaje a su trayectoria, el Salón de la Ciencia Argentina de Casa Rosada exhibe un cuadro del Dr. Bernando Houssay, además de otras personalidades destacadas del ámbito científico.

Este aniversario nos invita a recordar la importancia de la investigación científica y el legado de Houssay, quien también fue un defensor de la educación y la formación de nuevas generaciones de científicos. Su contribución no solo transformó la medicina, sino que también inspiró a muchos a seguir sus pasos en el apasionante campo de la ciencia.