Juan Bautista Alberdi: El fundador intelectual de nuestra Nación

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Hoy se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, una figura clave en la construcción intelectual de la Argentina, que dejó un legado indeleble a través de su obra más conocida, Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina, que sentó las bases para la Constitución de 1853.

Alberdi, además de ser uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX, se desempeñó como abogado, es por ello que en su honor cada 29 de agosto se celebra en nuestro país el Día del Abogado .

Nació en 1810 en San Miguel de Tucumán. A los 14 años, se trasladó a Buenos Aires. Durante esos años, desarrolló su pasión por la música y la lectura, inclinándose hacia autores como Rousseau, cuyas ideas influirían en su pensamiento político.

En 1831, ingresó a la Universidad de Buenos Aires a estudiar Leyes, pero su oposición al régimen de Juan Manuel de Rosas lo obligó a trasladarse a Córdoba, donde finalmente se graduó. Alberdi no sólo se dedicó al derecho, sino que también mantuvo su amor por la música, escribiendo en 1832 su obra "El espíritu de la música".

A principios de la década de 1830, Alberdi se unió a un grupo de jóvenes intelectuales que se reunían en la librería de Marcos Sastre en Buenos Aires. Este grupo, que incluía figuras como Juan María Gutiérrez y Esteban Echeverría, fundó en 1835 el Salón Literario, un espacio clave para la difusión de ideas políticas inspiradas en el romanticismo europeo. Estos jóvenes formarían lo que más tarde se conocería como la Generación del 37, un movimiento que se opuso abiertamente al régimen de Rosas y que promovió la libertad y el progreso.

La represión rosista llevó a Alberdi al exilio en 1838. Durante su tiempo en Montevideo, colaboró en publicaciones como “El Grito Argentino” y “Muera Rosas”, además de escribir obras de teatro como “El Gigante Amapolas”, una sátira sobre Rosas.

En 1843, Alberdi se trasladó a París, donde tuvo la oportunidad de conocer al General José de San Martín. En 1843 decidió establecerse en Chile. Allí, continuó su labor intelectual y periodística, publicando artículos en “El Comercio” de Valparaíso.

La noticia de la derrota de Rosas en la batalla de Caseros en 1852 inspiró a Alberdi a escribir su obra más importante, Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. Este libro, que envió al líder militar Justo José de Urquiza, fue fundamental en la redacción de la Constitución Nacional de 1853, un documento que buscaba equilibrar el poder y garantizar los derechos de todos los habitantes del país.

Tras la sanción de la Constitución, Alberdi fue nombrado representante de la Confederación Argentina en Europa, desempeñándose como diplomático en Francia, Inglaterra, el Vaticano y España. Durante este tiempo, logró importantes acuerdos y fortaleció las relaciones internacionales de la joven nación argentina.

En 1879 Alberdi regresó a Buenos Aires para asumir una candidatura a diputado nacional. Durante su breve retorno, participó en debates cruciales sobre la Ley de Federalización de Buenos Aires.

Alberdi se exilió definitivamente en Francia en 1881. Murió el 19 de julio de 1884 en Nueilly-Sur-Seine, cerca de París. Sus restos fueron repatriados y descansan hoy en la Casa de Gobierno de Tucumán.

Juan Bautista Alberdi, fue uno de los grandes pensadores y patriotas de nuestro país. Con su mente visionaria moldeó las bases de nuestra nación, vivió y murió fiel a sus ideales de justicia, libertad y paz. Su legado perdura en los textos que forjaron nuestra Constitución.

Hoy, su espíritu sigue vivo. El Presidente Javier Milei ha reivindicado la figura de Alberdi y ha propuesto una serie de reformas para dar un marco legal claro y respetuoso de las libertades con el objetivo de guiar el desarrollo de nuestra nación. Hoy recordamos y conmemoramos que la lucha por una Argentina justa, libre y próspera es un desafío permanente que nos convoca a seguir construyendo la nación que Juan Bautista Alberdi imaginó.

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