Julio Argentino Roca: Ilustre estadista y defensor de la soberanía argentina

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Un día como hoy nacía, en San Miguel de Tucumán, Julio Argentino Roca. Fue dos veces Presidente de la Nación (1880 - 1886 y 1898 - 1904), y es recordado como uno de los estadistas más destacados de la historia argentina. Su vida y carrera política fueron fundamentales para la consolidación y modernización de nuestro país.

El Presidente Julio Argentino Roca nació el 17 de julio de 1843, siendo el tercero de los nueve hijos de Agustina Paz y José Segundo Roca. Su madre falleció cuando él tenía 12 años, momento en que se trasladó al Colegio de Concepción del Uruguay, una prestigiosa institución de la Confederación Argentina. Allí, Roca se destacó tanto en lo académico como en lo militar, participando en la Batalla de Cepeda a los 16 años, en defensa de la Confederación contra el Estado de Buenos Aires.

La carrera militar de Roca fue extensa y notable. A los 31 años, ya había alcanzado el rango de General de Ejército. Participó en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay y en diversas campañas internas para combatir las rebeliones federales. Su preocupación por el orden y la profesionalización del ejército lo llevó a liderar la Campaña del Desierto en 1879, que logró consolidar el territorio nacional y afirmar la soberanía argentina sobre la Patagonia.

Su liderazgo en esta campaña y su visión de progreso y orden lo convirtieron en un candidato presidencial fuerte. En 1880, llegó a la presidencia de la nación, respaldado por el Partido Autonomista Nacional (PAN). Durante su mandato, que se extendió hasta 1886, Roca implementó una serie de políticas que transformaron a Argentina en una nación moderna.

Durante su primera presidencia, Roca unificó el sistema monetario argentino y emprendió un ambicioso plan de obras públicas, que incluyó la construcción de puertos, ferrocarriles y edificios públicos, integrando al país en el comercio mundial. En el ámbito educativo, continuó la campaña iniciada por Sarmiento para reducir el analfabetismo, promoviendo la educación laica y separando al Estado de la Iglesia. Además, creó nuevas provincias y territorios, como Misiones, Formosa, Chaco, La Pampa, y otros en la región patagónica.

Roca regresó a la Presidencia en 1898, enfrentando un país transformado y con nuevas tensiones sociales y políticas. En su segundo mandato, creó la Escuela Superior de Guerra y el Puerto Militar, y en política exterior firmó los Pactos de Mayo con Chile, buscando resolver pacíficamente los conflictos limítrofes. Implementó reformas clave, como la Ley Richieri de conscripción obligatoria y la ley de Conversión Monetaria, y avanzó en la organización del Ejército y la Marina.

Roca fue un forjador del Estado argentino moderno y un defensor de la soberanía nacional. Su pensamiento, influenciado por la Generación del 80, promovió un orden liberal en lo económico y una administración estatal fuerte y centralizada. Falleció el 19 de octubre de 1914 en Buenos Aires. Su impacto en la transformación de Argentina en una nación próspera y moderna es indiscutible, así como su influencia en la configuración del Estado y la política nacional.

Su presencia en Casa Rosada

En el Hall de Honor, también conocido como Salón de los Bustos de la Casa de Gobierno se encuentra el busto homenaje a Julio Argentino Roca.

Además, en el Salón de los Próceres se emplaza un cuadro destacando su importancia para nuestro país.

En el Museo Casa Rosada se encuentra el cuadro “Retrato al Presidente Julio A. Roca” pintado en óleo sobre tela, de 130 x 94 cm, realizado por Rafael Del Villar en 1937.

Además, allí se encuentra exhibido un neceser de viaje del Presidente Roca, un conjunto de 42 piezas para el cuidado y aseo personal. De manufactura inglesa, ostenta el monograma J.A.R.

Julio Argentino Roca dejó una huella imborrable en la historia argentina. Sus esfuerzos por consolidar el territorio nacional, modernizar la infraestructura y fortalecer la soberanía y el orden, transformaron a Argentina en uno de los países más ricos de su época. Su papel como estadista y su impacto en la construcción de la nación lo transforman en una de las personalidades más influyentes y significativas de nuestra historia.

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