“La grave desigualdad en el acceso a medicamentos y vacunas representa un hecho injusto, sumamente inmoral y contrario a los intereses de la comunidad internacional en su conjunto”, afirmó hoy el presidente Alberto Fernández durante su participación, mediante videoconferencia, en la Cumbre Mundial de la Salud, convocada por la presidencia italiana del G20 y la Comisión Europea, y pidió “garantizar su acceso equitativo y solidario”.
El mandatario argentino consideró que hay un “impacto negativo desproporcionado en los países en desarrollo y en las poblaciones más vulnerables” de las “graves consecuencias sanitarias, económicas y sociales” que provocó la pandemia, y por eso reclamó que “los logros científicos sin precedentes que se han alcanzado beneficien a todos”.
La Cumbre fue presidida de manera conjunta en la capital italiana por el Presidente del Consejo de Ministros de ese país, Mario Draghi, y la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.
También participaron del evento, que se realizó con el fin de compartir las lecciones aprendidas de la pandemia de coronavirus Covid 19 y suscribir la Declaración de Roma, los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden; de China, Xi Jinping; de Francia, Emmanuel Macron; y de Rusia, Vladímir Putin; la canciller alemana, Angela Merkel; los primer ministro de Japón, Yoshihide Suga y de Canadá, Justin Trudeau; el secretario general de la ONU, António Guterres, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus; y el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría; entre otros mandatarios de países miembros del G20 y representantes de naciones invitadas, organizaciones internacionales y regionales y expertos mundiales en salud.
Desde la residencia de Olivos y acompañado por el canciller Felipe Solá y la ministra Carla Vizzotti, Fernández indicó que el acceso igualitario a la vacuna “debe ser una prioridad para los Estados, ya que resulta una condición necesaria para superar esta pandemia y favorecer el efectivo goce del derecho a la salud”.
El Jefe de Estado destacó, a su vez, la necesidad de “revisar y actualizar la arquitectura sanitaria mundial de modo que permita compartir conocimientos, realizar investigaciones conjuntas y promover la participación de los países en desarrollo en las redes científicas internacionales”.
“Rediseñar el sistema global de gobernanza sanitaria es el punto de partida”, dijo y reiteró su apoyo a “la adopción de nuevas herramientas y estrategias animadas a favorecer la preparación y respuesta a emergencias sobre la base de la solidaridad y cooperación internacionales”.
“La pandemia es una advertencia y al mismo tiempo una oportunidad para avanzar hacia sociedades más equitativas, más inclusivas y más justas. Lo es también para rediseñar sistemas de salud más solidarios que garanticen el efectivo ejercicio del derecho a la salud, con equidad y calidad en todos los países”, concluyó.