El presidente Mauricio Macri pidió a los empresarios que "pongan ritmo, nos exijan" y que "se suban a la batalla diaria de la competitividad" y destacó la importancia de que todos los argentinos reclamen "normalidad y responsabilidad a nuestros dirigentes".
Advirtió que "no se pueden sancionar leyes que destruyen un presupuesto que se acaba de aprobar hace cinco meses; eso es destruir el empleo futuro, y nuestros diputados y senadores tienen que entender que tenemos que ser previsibles, porque todo se basa en la confianza".
El Presidente habló en la cena de gala que celebró la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham) con motivo del 100° aniversario de su creación.
Macri subrayó que esa actitud responsable es la que necesita una sociedad para poder progresar, "sobre todo en las malas, porque en las buenas somos todos unos fenómenos".
Pero alertó que cuando las situaciones se presentan difíciles "no se pueden manotear cosas que no te corresponden o hacer trampa", mucho menos "cuando se trata de recursos del Estado".
El evento se realizó en el Complejo Al Río, en la localidad bonaerense de Vicente López, y marcó el cierre del foro "El futuro de los negocios en las Américas", organizado por AmCham.
El Presidente expuso su visión sobre el momento actual del país durante una charla en la que fue entrevistado por el titular de AmCham, Manuel Aguirre.
"La Argentina está claramente en un momento histórico, porque los argentinos hemos madurado y entendimos de golpe que tenemos que volver a nuestras fuentes, la cultura del trabajo, del esfuerzo personal, de ser protagonistas", señaló.
Afirmó que "por eso produjimos un cambio en democracia cuando nadie" imaginaba que esa posibilidad podía suceder.
Sostuvo que "esto es algo sólido, no es un cambio económico, es un cambio cultural, porque se basa en estos valores y el pueblo argentino lo entendió".
Subrayó que "la gente que se levanta a remarla todos los días a las 6 de la mañana, que trabaja y que nunca falta, quiere que en una sociedad le vaya bien a aquel que se rompe el alma y no al que busca el atajo y la mentira".
Macri previno que "no es un camino fácil" el que está recorriendo el país, como quedó en evidencia "hace 15 días cuando tuvimos un momento de suma tensión".
Recordó que "heredamos una situación que nos genera una enorme dependencia, porque tenemos un Estado que gasta mucho más de lo que tiene".
"Tenemos que resolver esto, si no la dependencia de mercados mundiales más volátiles que nunca, afecta, por supuesto, a los mercados emergentes y aquel que es más dependiente, es más vulnerable", agregó.
Apuntó que por esa razón tomó la decisión de "trabajar también con una institución seria como el Fondo Monetario Internacional", lo cual "nos da la oportunidad de planificar bien este gradualismo que vamos a acelerar" para llegar al equilibrio macroeconómico.
Macri remarcó que "este Gobierno lo que busca es generar espacios de trabajo en equipo entre el Estado y el sector privado para que avancemos en la dirección de un país con futuro y posibilidades de progreso".
Subrayó que la tarea puesta en marcha avanza "por el camino correcto" a pesar de las dificultades y sostuvo que "hay que disfrutar de cada paso que damos todos los días" y afrontar este desafío "con entusiasmo y con ganas".
"Y valorando las cosas que vamos consiguiendo, porque hemos conseguido mucho en estos dos años y medio. Por algo el mundo nos apoya como nunca antes en nuestra historia", destacó.
Macri aprovechó también la oportunidad para enviar un mensaje a los empresarios en el sentido de que "es fundamental que el sector privado ponga ritmo, nos exija y se suba a la batalla diaria de la competitividad".
Sostuvo que durante muchos años el sector empresario estuvo "anestesiado y con la conducción de las empresas neutralizadas", con controles, regulaciones y "un señor que decía cuánto podían vender y a qué precio".