El Jefe de Estado señaló que los chaqueños “tiene que estar orgullosos de estas obras” porque significan “salud, menos infecciones, más cuidado para los chicos y para el medio ambiente”.
La planta del Gran Resistencia forma parte de los programas de infraestructura hídrica que impulsa el Gobierno Nacional en el marco del Plan Belgrano de reparación histórica para las provincias del norte.
Macri subrayó que la construcción de infraestructura de este tipo “transforman la realidad, generan esperanza, movilizan a una sociedad y alejan la resignación”.
“Acá estamos hablando de una obra de saneamiento muy importante, esperada hace décadas por los chaqueños, por los habitantes de Resistencia y, si Dios quiere, complementándolo a Barranqueras”, añadió.
El Presidente realizó la recorrida por las instalaciones junto al gobernador chaqueño, Domingo Peppo; el viceministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Sebastián García De Luca, y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis.
“Esto contribuye a creer que los argentinos somos capaces de hacer cosas importantes, y la forma es ésta: trabajando en conjunto el gobierno nacional, las provincias, las intendencias, sin importar el partido político al cual podamos representar o pertenecer”, remarcó Macri.
Afirmó que se trata de “opciones que les cambien la vida” a la gente “y demostrarnos que este cambio vino en serio, para quedarse, y que se expresa mucho en esas obras que empiezan y terminan en las fechas prometidas”.
La fecha prevista de finalización de los trabajos será el 30 de enero próximo y que luego de un período de prueba continuará el desarrollo de la segunda etapa en la cual la empresa chaqueña se encargará de realizar las conexiones domiciliarias.
El Presidente sostuvo que las obras que se están llevando a cabo en todo el país van en línea con los objetivos del Gobierno de “reducir la pobreza”.
“Necesitamos que cada argentino se sienta protagonista, que crea que puede y deba hacer su aporte, que lo va a llevar a ser feliz, a sentirse realmente importante, protagonista y orgulloso de lo que hace”, puntualizó.
Subrayó que “tener cloacas y agua potable es mejorar la calidad de vida y también es dignidad” y dijo que “se logra trabajando en equipo, dialogando”.
“Todo lo contrario de lo que es la violencia, que nuevamente hemos visto como grupos minoritarios intentan llevarnos a esa agenda”, advirtió.
“Por suerte para ustedes está pasando muy lejos de acá, en el Sur, pero es parte de nuestro país y nosotros queremos que en toda la Argentina se conviva de una manera respetuosa, respetando la ley, que es respetar al que tenemos al lado”, enfatizó.
A su vez, Peppo remarcó que “obras en ejecución como ésta, como los acueductos, van a permitir que en un plazo de seis a ocho años podamos darle prácticamente agua potable a todos los chaqueños”.
Añadió que “este tipo de obras, las cloacas y el agua, tienen efecto en la calidad de vida de la gente, que es importante y fundamental y es una política de estado” en sintonía con los lineamientos del Gobierno Nacional.
Los trabajos se encuentran en su última etapa de ejecución y cuando concluyan mejorarán la calidad de vida de más de la mitad de la población de Resistencia, Barranqueras, Vilelas y Fontana, que hasta ahora no cuenta con el servicio de cloacas.
La planta, que requiere una inversión total de casi 940 millones de pesos, funcionará a través de la tecnología de Reactores Anaeróbicos de Flujo Ascendente, la primera de su tipo en el país para saneamiento urbano.
Este sistema aventaja a los restantes ya que requiere de entre 6 y 10 veces menos superficie, a la vez que tiene bajo consumo eléctrico de operación, origina menos lodos y produce biogás sin necesidad de obras accesorias.
Tratará los efluentes cloacales que actualmente se vuelcan al cuerpo receptor sin cumplir con los requisitos ambientales mínimos, por lo que la obra garantizará las condiciones sanitarias de la población y ecológicas del entorno.
En la actualidad, en el Gran Resistencia existe sólo una red, la cual trabaja a capacidad máxima y ya no admite nuevas conexiones porque el sistema está saturado debido al crecimiento poblacional del área. De esta manera, las lagunas de estabilización se encuentran en emergencia sanitaria e imposibilitadas para tratar las aguas cloacales.
