El presidente Mauricio Macri y la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, recorrieron las obras de la cuarta etapa de ensanche y profundización del cauce del río Salado, destinadas a evitar desbordes e inundaciones en zonas productivas del centro de la provincia.
Las tareas de dragado en la cuenca mejorarán el escurrimiento del agua, en tanto que la tierra extraída del río se deposita en los campos de la zona para contribuir a su saneamiento.
En total se beneficiarán más de un millón de hectáreas que durante décadas sufrieron el impacto negativo de las inundaciones con el consecuente perjuicio económico para los productores de numerosas localidades de la región.
Macri y la gobernadora Vidal estuvieron esta mañana en el obrador ubicado en la estancia La Blanqueada, en el partido bonaerense de San Miguel del Monte.
También participaron de la recorrida el ministro de Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación, Rogelio Frigerio; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; la intendenta de Monte, Sandra Mayol; el subsecretario de Recursos Hídricos de Nación, Pablo Bereciartua; y el ministro de Infraestructura provincial, Roberto Gigante.
Durante su visita Macri supervisó el inicio de los trabajos del cuarto tramo, el más grande de todos con 200 kilómetros de extensión, que no estaba licitado al asumir el Gobierno, pese a que el Plan Maestro Integral se creó en 1997, hace 20 años.
Su terminación se proyecta para dentro de unos cuatro años, con trabajos que fueron divididos en etapas, que se prevé que estarán en ejecución simultáneamente en 2018.
También fue reactivado y se está concluyendo el tercer tramo, que se encontraba en estado avanzado, pero que sufrió diversos contratiempos y demoras por la existencia de deudas que finalmente fueron saldadas.