El presidente Mauricio Macri encabezó la firma de un acuerdo con el sector biotecnológico que establece una agenda de trabajo conjunto para potenciar la actividad, fortalecer la transferencia científica y tecnológica hacia el sistema productivo y generar empleos de calidad.
El Jefe de Estado remarcó que el compromiso implica “darle alas a una capacidad que tiene la Argentina de crear e innovar que el mundo reconoce”.
Puntualizó que impulsar la biotecnología significa para los argentinos tener “acceso a mejores remedios, vacunas, alimentos seguros y combustibles responsables que garanticen darles a nuestros hijos y nietos el planeta que queremos seguir compartiendo y viviendo”.
El convenio suscripto con la Cámara Argentina de Biotecnología consta de cinco ejes básicos, uno de los cuales es la reglamentación de la Ley de Biotecnología (26.270), sancionada hace 10 años, que abarca la amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias y la devolución anticipada del IVA por la adquisición de bienes de capital.
Con el apoyo de políticas públicas orientadas a fortalecer el comercio exterior, las firmas asumen el compromiso de diversificar mercados y aumentar sus exportaciones.
El Estado mejorará los procesos de registro público para que sean más ágiles y favorezcan la innovación, que es un aspecto central para la competitividad del sector.
Esto implica una revisión estructural de cada registro con foco en los productos biotecnológicos, y el trabajo conjunto de la ANMAT, los ministerios de Salud y Agroindustria, y la CONABIA.
Otro de los puntos es la cooperación y articulación a través de la constitución de la Comisión Consultiva para la Promoción de la Biotecnología Moderna.
Tendrá carácter consultivo y estará conformada por expertos de los sectores público y privado.
El acuerdo fue firmado en el Salón Pueblos Originarios de la Casa Rosada por los ministros de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao; de Salud, Jorge Lemus; de Producción, Francisco Cabrera, y de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el secretario de Agregado de Valor de Agroindustria, Néstor Roulet.
Por la Cámara de Argentina de Biotecnología lo hicieron su presidente, Hugo Sigman, y su vicepresidente, Alberto Álvarez Saavedra.
Al refrendar el convenio, el Presidente recordó que la Argentina tuvo tres premios Nobel en reconocimiento a labores científicas y “eso generó semillas para que hoy haya tantos investigadores en el país capaces de crear, de innovar y desarrollar y que forman parte de más de 200 PyMEs que en todo el país hacen ese tipo de trabajo”.
“Esto es justamente lo que necesitamos: crear herramientas para que la biotecnología nos ayude también a crecer, a acercarnos cada día más al principal objetivo de nuestro Gobierno que es pobreza cero, generar trabajo”, subrayó.
En ese aspecto, recalcó que la Argentina lo está logrando “a partir de volver a apostar al diálogo, de sentarnos alrededor de una mesa Gobierno, trabajadores y empresas y decir ´qué podemos hacer, qué herramientas podemos crear para que esto se dinamice´”.
“Creo que el camino que hemos elegido es el correcto porque juntos vamos a encontrar, en un mundo muy competitivo, el espacio para el desarrollo que traiga más trabajo a nuestra gente”, dijo.
Advirtió que “por más que todos leemos a los grandes gurúes del mundo, nadie sabe cuáles van a ser los grandes desafíos del futuro, pero de lo que estamos seguros es que si estamos enfocados, encontramos un espacio de dialogo, generamos confianza entre nosotros y trabajamos en equipo, los argentinos vamos a estar mejor preparados para enfrentar ese futuro”.
La biotecnología es cada vez más importante para sectores como el cuidado de la salud humana y animal; la industria alimentaria, el desarrollo agropecuario y forestal y los biocombustibles.
La Argentina ocupa el puesto 16 dentro del ranking de países con mayor cantidad de empresas biotecnológicas, al contar con más de 200 compañías del sector.
Del total, el 70 por ciento son PyMEs con menos de 50 empleados; el 63 por ciento se dedica a salud humana y animal, el 22 por ciento al agro, y el 15 por ciento a la biotecnología industrial.
El 93 por ciento de las empresas del sector biotecnológico se encuentran radicadas en las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Santa Fe.
La Argentina es un referente regional en desarrollo de biotecnología en las áreas de salud, agro y ganadería, con innovaciones locales que trascienden fronteras y empresas que lograron la internacionalización.
La actividad tiene alto valor agregado con impactos transversales, ya que aumenta la productividad de otros sectores, genera empleo de calidad y brinda herramientas para un manejo sustentable de la economía.
El ministro Lemus destacó que la biotecnología aplicada a la salud “significa un avance extraordinario porque gracias a la innovación contamos día a día con más y mejores opciones sanitarias para los pacientes”.
A su vez, Barañao señaló que este acuerdo constituye un “hecho histórico” a partir del cual “estamos empezando a dibujar la postal turística del país al que queremos ir” en el cual “planteamos un modelo donde la educación, la ciencia y la innovación generen riqueza y puestos de trabajo dignos y bien remunerados”.
En tanto que Cabrera destacó el liderazgo de la Argentina en la producción de anticuerpos monoclonales, vacunas contra la aftosa y biocombustibles, clonación de animales y desarrollo de soja resistente a la sequía, entre otros rubros.