Casi 20 mil habitantes del Impenetrable chaqueño, históricamente olvidados y que debían recorrer kilómetros en busca de agua, tendrán suministro del vital elemento cuando concluyan las obras que ya inició el Gobierno y que supervisó el presidente Mauricio Macri.
El Jefe de Estado recorrió las obras hídricas que están en marcha y destacó que el emprendimiento "le cambiará la vida a miles de argentinos" en esa región de la provincia.
"Acá desde El Impenetrable vamos a demostrar todo lo que somos capaces de hacer para que nunca más miles de argentinos tengan que recorrer decenas de kilómetros para tener acceso a algo tan elemental y tan ligado a la dignidad, como el agua", afirmó el Presidente.
Macri sobrevoló las obras junto al gobernador Domingo Peppo y recorrió la planta potabilizadora que se está construyendo en la localidad de Nueva Pompeya, donde se informó en detalle sobre el plan de tareas y saludó a los trabajadores.
El Jefe del Estado ratificó el compromiso del Gobierno de trabajar para que "las obras se realicen y se terminen en las fechas en que se comprometen" y para que "se conviertan en sinónimo de esperanza, de futuro, de alegría y nunca más de corrupción, como hemos visto en tiempos pasados".
Recordó que "todo esto forma parte del Plan Belgrano de reparación histórica" que lleva adelante el Poder Ejecutivo en las provincias del norte argentino y sostuvo esa nueva infraestructura "va a generar trabajo, que es la solución a la pobreza".
"Gracias, a seguir trabajando todos juntos y a creer en lo que somos capaces de hacer los argentinos cuando nos unimos y tiramos todos para adelante", remarcó Macri en su mensaje.
El Presidente también estuvo acompañado durante la recorrida por el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el titular del Plan Belgrano, José Cano, y los secretarios de Interior, Sebastián García de Luca, de Obras Públicas, Daniel Chaín, y de Asuntos Municipales, Aída Ayala, entre otras autoridades.
Las obras para abastecer de agua potable a las poblaciones del Impenetrable chaqueño beneficiarán en una primera etapa a cerca de 17 mil habitantes de la zona, en su gran mayoría- alrededor del 70 por ciento- pertenecientes a las comunidades wichi y qom en las localidades de El Pintado, Nueva Pompeya, El Sauzal y Fuerte Esperanza y poblaciones rurales aledañas.
De esta manera, se generará un cambio trascendental e histórico en la calidad de vida de los pobladores de esta región, que históricamente ha estado afectada por problemas de falta de agua potable, cortes del suministro y entregas reducidas.
El proyecto demandará una inversión del Gobierno de más de 752 millones de pesos.
Hasta ahora, el sistema de abastecimiento sólo permite un suministro de 3 horas diarias en las zonas urbanas, en tanto que las zonas rurales reciben agua sólo a través de camiones.
La población dispersa gasta aproximadamente 6 horas diarias para lograr su propia provisión de agua a través del acarreo manual, el cual involucra principalmente a mujeres y niños.
En esas localidades la fuente es el Río Bermejito, que presenta turbiedad y un alto contenido de sales.
En el caso de Fuerte Esperanza, el agua proviene de napas, extraída por perforaciones, con elevados índices de salinidad y un alto contenido de arsénico.
Además, la capacidad de este acuífero es limitada y en época estival debe reducirse la prestación.
La mayoría de la población dispersa se abastece de aljibes propios junto a sus viviendas cargados con agua de lluvia, pero dadas las características climáticas de la zona, frecuentemente los depósitos se agotan.
Entonces recurren al acarreo en aguadas naturales, altamente contaminadas por compartir el recurso con animales domésticos, de cría y salvajes.
El proyecto en ejecución comprende las etapas de captación, tratamiento, transporte y distribución.
La captación se realizará sobre el río Bermejo, a la altura de El Pintado; una estación de bombeo impulsará el agua cruda por un acueducto de 34 km hasta Wichi y Nueva Pompeya.
En estos puntos se realizará la potabilización del agua en sendas plantas construidas, las cuales contarán de cisternas y depósitos elevados que aportarán el agua a las redes de distribución.
Una parte del agua tratada en Wichi será impulsada hasta El Sauzal mediante un ducto de 21 km de longitud, que también tendrá una cisterna y un depósito elevado.
Finalmente, desde Nueva Pompeya se proveerá de agua potable a la localidad de Fuerte Esperanza.