El presidente Mauricio Macri y su esposa, Juliana Awada, asistieron este mediodía a una ceremonia de invocación religiosa por la Patria que el Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, encabezó en la Catedral Metropolitana con la participación de autoridades de diferentes cultos.

Macri concurrió acompañado por la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, ministros, secretarios y otros funcionarios del Gobierno Nacional, 24 horas después de haber asumido como nuevo mandatario de la Argentina.

Por primera vez tras la asunción de un nuevo Presidente, se realiza una ceremonia de invocación con la participación de referentes de distintas religiones, quienes les dieron su bendición a la Patria y a las flamantes autoridades.

Poli pronunció la homilía haciendo hincapié en la paz, la atención de los más vulnerables, el bien común y destacando que gobernar es dar un servicio a los ciudadanos.

Le siguieron en la palabra Su Excelencia Reverendisima Monseñor Tarasios de Buenos Aires, Primado y Exarca de Sudamérica; el Rabino Abraham Skorka, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano en Buenos Aires; el Sheij Abdelnabi El Hejnawi, Imán de los musulmanes de la República Argentina; el Reverendo Agustín Marsal, en representación de la Iglesa Anglicana Episcopal Argentina, y el Pastor Jorge Gómez, vicepresidente de Relaciones Externas de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina.

El oficio duró aproximadamente una hora y asistieron más de 80 invitados provenientes de comunidades e instituciones religiosas, entre ellos muchos jóvenes de diferentes tradiciones de fe.