La primera dama Juliana Awada y la Ministra de Desarrollo Social Carlina Stanley visitaron en la provincia de Córdoba un Espacio de Primera Infancia, un comedor social y un emprendimiento familiar.

“Algo que aprendí de Mauricio y de la gente con la que trabaja es la importancia de estar cerca, de cuidar, de acompañar siempre a los que más lo necesitan”, sostuvo la Primera Dama.

“Por eso yo también quiero, desde mi lugar, estar cerca de las familias más vulnerables y llevarles un mensaje de esperanza”, afirmó. 

Awada y Stanley iniciaron la recorrida, de la que también participó el intendente capitalino Ramón Mestre, en la Sala Cuna Monseñor Angelelli, un Espacio de Primera Infancia ubicado en el sur de la capital provincial que atiende en doble jornada a 63 niños hasta tres años de edad.

Dialogaron con todo el equipo de trabajo: Fernanda, la directora, el personal de sala y miembros del grupo técnico itinerante (nutricionista, psicopedagoga y trabajador social).

El espacio, que depende de la Secretaria de Equidad y Promoción del Empleo del gobierno provincial, cuenta con tres salas, cocina y jardín. 

Después, Awada y Stanley se dirigieron al comedor Sal y Luz, que ofrece alrededor de 300 almuerzos y 80 meriendas diariamente, de lunes a viernes a niños, adolescentes y adultos de la zona en situación de vulnerabilidad social.

El comedor sufrió el 11 de octubre pasado un incendio que provocó la pérdida de parte del equipamiento y algunos daños en el inmueble.

La iniciativa es financiada por el Programa Abordaje Comunitario, que depende de la Subsecretaria de Políticas Alimentarias del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Awada se interiorizó también sobre los proyectos de financiamiento complementario que ejecutó la cartera social con el fin de mejorar la situación edilicia y proveer equipamiento e insumos.

La esposa del presidente Mauricio Macri destacó que los equipos de trabajadores que sostienen estas iniciativas “lo dejan todo para que cientos de chicos y familias enteras tengan mejores oportunidades”. 

“Su trabajo es muy valioso. Admiro profundamente a las personas que viven para ayudar a los demás”, remarcó.

Finalmente, Awada y Stanley visitaron el emprendimiento Cabañas del Lago en el que Nélida Avendaño, de 64 años, produce conservas artesanales (aceitunas rellenas con panceta, escabeche, pickles, champiñones, berenjenas, ajíes, alcauciles y pasta de aceitunas). 

Se trata de una actividad integrada por familiares con producción en su propia casa y que cuenta con los permisos y los certificados para la venta de sus productos. 

“Nélida es un ejemplo de fortaleza, de lo que es la voluntad para salir adelante haciendo lo que a uno le gusta”, dijo Awada.

“Espero que les siga yendo bien y que su emprendimiento crezca a la par de la familia”, expresó.