Agustín P. Justo (1876 – 1943)

  • Compartilo en redes :

Resumen

Agustín Pedro Justo fue un militar, diplomático y político argentino que desempeñó un papel central en la política del país durante la llamada "década infame". Nació el 26 de febrero de 1876 en Entre Ríos y se formó en el ámbito militar, alcanzando el rango de general. Fue presidente de Argentina entre 1932 y 1938, tras haber sido elegido en elecciones fraudulentas organizadas bajo la influencia del gobierno de facto de José Félix Uriburu. Su gestión se caracterizó por el fortalecimiento de los vínculos con Gran Bretaña a través del polémico Pacto Roca-Runciman, el impulso de la modernización económica y una política de estabilidad financiera. Sin embargo, su gobierno también consolidó un sistema de fraude electoral y persecución a la oposición, lo que lo convirtió en un actor clave de la crisis institucional que marcó la Argentina de los años 30. Tras dejar la presidencia, continuó siendo una figura influyente en la política hasta su fallecimiento en 1943.

Biografía

Agustín Pedro Justo nació el 26 de febrero de 1876 en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, en el seno de una familia con tradición política. Desde joven, ingresó en el Colegio Militar de la Nación, donde se destacó por su disciplina y habilidades estratégicas. A lo largo de su carrera militar, ascendió hasta alcanzar el grado de general, lo que le permitió ocupar diversos cargos de relevancia dentro del Ejército Argentino. Su interés por la política lo llevó a participar en la dictadura de José Félix Uriburu tras el golpe de 1930 que derrocó a Hipólito Yrigoyen. Con el respaldo de sectores conservadores y del Ejército, Justo se presentó como candidato en las elecciones de 1931, en las que resultó electo presidente gracias a un proceso electoral ampliamente cuestionado por el fraude y la manipulación de los comicios. Su llegada al poder marcó el inicio de un gobierno orientado a la estabilización económica y la consolidación de alianzas con sectores empresariales y financieros, en un contexto de crisis global provocada por la Gran Depresión.

Presidencia

Agustín P. Justo asumió la presidencia el 20 de febrero de 1932, inaugurando un período caracterizado por el fraude electoral, la represión a la oposición y una fuerte alianza con el Reino Unido. Su gobierno se enmarcó en la "década infame", un período en el que se manipulaban las elecciones a favor de los sectores conservadores mediante el fraude patriótico. Una de las medidas más polémicas de su gestión fue la firma del Pacto Roca-Runciman (1933), un acuerdo con Gran Bretaña que garantizaba la compra de carne argentina a cambio de concesiones económicas favorables a los británicos, lo que generó fuertes críticas por su carácter entreguista. Justo también impulsó la modernización del sistema financiero y promovió obras de infraestructura, como la construcción de caminos y la expansión del transporte ferroviario. En el ámbito social, su gobierno mantuvo una postura represiva frente a las huelgas y los movimientos sindicales. Aunque logró cierto crecimiento económico en medio de la crisis mundial, su administración estuvo marcada por la corrupción y la falta de transparencia en el manejo del poder. Su mandato finalizó en 1938, entregando la presidencia a Roberto Ortiz, quien también llegó al poder mediante elecciones fraudulentas.

Post Presidencia y fallecimiento

Tras dejar la presidencia en 1938, Agustín P. Justo continuó siendo una figura influyente dentro de la política argentina. Mantuvo su liderazgo en los sectores conservadores y militares, y apoyó la candidatura de su sucesor, Roberto Ortiz. Sin embargo, con el deterioro de la salud de Ortiz y la llegada de Ramón Castillo al poder, Justo comenzó a distanciarse del gobierno. Durante sus últimos años, intentó regresar activamente a la política y llegó a conspirar contra el gobierno de Castillo en un intento de influir en el rumbo del país. En 1943, en medio de crecientes tensiones políticas y militares, sufrió un grave problema de salud que lo alejó de la vida pública. Finalmente, falleció el 10 de enero de 1943 en Buenos Aires, dejando un legado controvertido en la historia argentina. Su figura es recordada como la de un hábil estratega y gestor económico, pero también como un protagonista de uno de los períodos más oscuros de la democracia argentina, marcado por el fraude electoral y la entrega de la soberanía económica a intereses extranjeros.