Victorino de la Plaza (1840-1919)

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Resumen

Victorino de la Plaza (1840-1919) fue un abogado, economista y político argentino que ocupó la presidencia de la Nación entre 1914 y 1916. Asumió el cargo tras el fallecimiento de Roque Sáenz Peña, y su gobierno estuvo marcado por la neutralidad argentina en la Primera Guerra Mundial y la consolidación de la Ley Sáenz Peña, que permitió la democratización del sistema electoral. Su administración se destacó por la estabilidad económica y la modernización de las instituciones públicas. A pesar de las dificultades políticas y sociales de la época, logró mantener el orden institucional y preparar el camino para la llegada de Hipólito Yrigoyen, el primer presidente electo por voto secreto, obligatorio y universal para hombres. Falleció en 1919, dejando un legado como un líder comprometido con la consolidación de la democracia argentina.

Biografía

Victorino de la Plaza nació el 2 de noviembre de 1840 en la provincia de Salta. Hijo de una familia humilde, logró destacarse académicamente y estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires, graduándose con honores en 1868. Su carrera pública comenzó como abogado y funcionario en distintas áreas del gobierno. Ocupó cargos importantes en la administración pública, destacándose como Ministro de Hacienda y vicepresidente de la Nación en 1910, acompañando a Roque Sáenz Peña. A lo largo de su trayectoria, demostró ser un experto en finanzas y un defensor del orden institucional. Su conocimiento en economía le permitió gestionar con éxito las finanzas del país en distintos momentos críticos.

Presidencia

De la Plaza asumió la presidencia el 9 de agosto de 1914 tras la muerte de Roque Sáenz Peña. Su gobierno estuvo marcado por la Primera Guerra Mundial, durante la cual Argentina mantuvo una estricta política de neutralidad, evitando involucrarse en el conflicto. Además, su administración garantizó la aplicación de la Ley Sáenz Peña, permitiendo la realización de las elecciones de 1916, en las que triunfó Hipólito Yrigoyen, lo que significó el fin de la hegemonía del Partido Autonomista Nacional. En materia económica, su gestión se enfocó en la estabilidad fiscal y el fortalecimiento del comercio exterior. En el ámbito social, se sancionaron leyes fundamentales, como la Ley 9688 de Accidentes de Trabajo en 1915 y la Ley de Casas Baratas (Ley Cafferata), ambas orientadas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. A pesar de enfrentar un contexto internacional complejo, su gobierno se caracterizó por mantener el orden y evitar crisis políticas de gran magnitud.

Post Presidencia y fallecimiento

Tras dejar la presidencia en 1916, Victorino de la Plaza se retiró de la vida política activa. A diferencia de otros exmandatarios, no buscó volver a ocupar cargos públicos y se dedicó a la vida privada. Durante sus últimos años, continuó asesorando en temas financieros y económicos, aunque sin intervenir directamente en la política. Falleció el 2 de octubre de 1919 en Buenos Aires, dejando un legado de estabilidad institucional y económica. Su papel como presidente de transición fue clave para la consolidación del voto democrático en Argentina y la llegada del radicalismo al poder. Su gestión es recordada por haber garantizado el proceso electoral que permitió el acceso de nuevos sectores políticos al gobierno.