Bernardino Rivadavia (1780-1845)

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Resumen

Primer Presidente de la Nación, fue un político argentino que desempeñó un papel fundamental en los primeros años de la independencia de Argentina. Llegó a la presidencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1826, liderando la gestación de una administración diplomática centralizada y reformas unitarias, entendiendo que la formación de una patria fuerte era imposible sin un Estado independiente con su propio ejército, fronteras y constitución nacional. En este sentido, Rivadavia fue el primer prócer en lograr un reconocimiento de nuestra soberanía por parte de una potencia extranjera, estipulando así una Nación, única e indisoluble, a los ojos del mundo.

Biografía

Bernardino Rivadavia nació un 20 de mayo de 1780, en Buenos Aires, en el entonces Virreinato del Río de la Plata. Estudió filosofía, gramática y teología en el Colegio Real de San Carlos, el primer establecimiento educativo de la ciudad de Buenos Aires, al igual que Mariano Moreno y Manuel Belgrano.

Durante las invasiones inglesas fue capitán de las milicias del “Cuerpo de Gallegos” teniendo una actuación destacada, y aunque no tenía un cargo público, durante la Revolución de Mayo asistió al Cabildo abierto del 22 de mayo de 1810, y votó por la deposición del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros.

Si bien no participó de la Primera Junta o de la Junta Grande, escaló rápidamente al Ejecutivo con la creación del Primer Triunvirato. Entre septiembre de 1811 y octubre de 1812, ejerció simultáneamente como Ministro de Guerra y Ministro de Hacienda.

Fue depuesto por José de San Martín, en la conocida “revolución del 8 de octubre”, donde se derogó el Primer Triunvirato y se lo reemplazó por el Segundo Triunvirato, el cual tomó la decisión de arrestarlo y obligarlo a alejarse de la capital por un tiempo.

Rivadavia volvió a ocupar la función pública en 1814, cuando junto a Manuel Belgrano viajó en una misión diplomática oficial a Europa, para obtener el reconocimiento de su independencia. Allí, trabó amistad con el filósofo Antoine Destutt, conde de Tracy, quien lo aproximó al pensamiento liberal, que lo identificó el resto de su carrera.

Ministro de Gobierno de Buenos Aires

Años más tarde, en 1821, volvió al país tras ser convocado por el nuevo gobernador de la provincia de Buenos Aires, el general Martín Rodríguez, quien lo nombró en el cargo de Secretario de Gobierno y de Relaciones Exteriores.
Dejando en un segundo plano a los otros secretarios del Gabinete e incluso al propio gobernador, Rivadavia llevó adelante casi todas las decisiones políticas del gobierno de Rodríguez. Las políticas de gobierno que emprendió fueron conocidas como reformas rivadavianas.

Allí impulsó una serie de reformas bajo las ideas del liberalismo económico y político que definieron la época de prosperidad de la provincia conocida como “feliz experiencia”. Rivadavia impulsó la reducción de los gastos del Estado, eliminó regulaciones de la época colonial, promulgó la creación de la Bolsa Mercantil y del Banco de Descuentos, antecedente del Banco Provincia, que fue puesto en manos de financistas británicos y criollos. También aprobó la expulsión de las órdenes religiosas y la estatización de sus propiedades, fundó la Universidad de Buenos Aires y el Colegio de Ciencias Morales, promulgó la ley electoral y le abrió las puertas a las inversiones extranjeras.

Primer Presidente de Argentina

Al estallar la guerra con el Brasil el 1 de enero de 1826, la dirigencia rioplatense acuerda necesaria la formación de un gobierno nacional que dirigiese y financiase las operaciones. Es así que ese año se sancionó una nueva constitución, que se afirmaba sobre las bases de la Constitución de 1819. Luego de acalorados debates, 43 diputados se expidieron a favor del proyecto, frente a 11 que se opusieron. La constitución reemplazó el nombre de Provincias Unidas de Sudamérica por el de la República Argentina y se adoptó un gobierno representativo, republicano y unitario, con Bernardino Rivadavia como el Primer Presidente de la nueva República.

Al momento de asumir su presidencia, las provincias existentes se gobernaban de manera autónoma, y su cargo se limitaba al manejo de los asuntos exteriores. Sin embargo, impulsó fuertes reformas a nivel nacional.

Inmediatamente luego de asumir, Rivadavia presentó al Congreso un proyecto para declarar a Buenos Aires como la capital de la nueva República, momento en que nace oficialmente la larga grieta entre unitarios y federales.
A su vez, traspasó la aduana al control del nuevo Gobierno Nacional, consolidó la deuda pública en el nuevo Tesoro Nacional, y lanzó medidas para incentivar la radicación de capitales británicos en la minería, además de impulsar estrictamente el libre comercio.

En materia de política exterior, el gobierno de Rivadavia estuvo atravesado por la Guerra del Brasil. Está, finalmente, le ocasionó su renuncia debido a los enormes costos generados que despertaron la oposición de los líderes provinciales. Entregó su mando a Vicente López y Planes, presidente provisional elegido por el Congreso. Luego partió al exilio en España en donde falleció, el 2 de septiembre de 1845 a los 65 años.