Ésta es la entrevista al ministro de Transporte publicada hoy en La Nación.
"A nosotros tampoco nos gusta que aumenten las cosas"
Ya pasaron algunas horas del anuncio, ¿cuál es su balance?
Es razonable que los aumentos generen malestar. A nadie le gusta que le aumenten las cosas y a nosotros tampoco nos gusta aumentar las cosas. Lo hacemos por la responsabilidad que requiere la administración de distintos servicios públicos.
Desde la oposición ya anunciaron que van a ir a la Justicia para frenar los aumentos y algunos llamaron a la rebelión pública. ¿Esperaban una reacción así?
No me sorprende. En muchos de los casos son los mismos irresponsables que han hecho que nos quedemos sin gas, sin luz, sin energía, y que tengamos la tragedia que tenemos en infraestructura.
¿A qué se refiere con tragedia?
El accidente que hubo esta semana en la ruta 8, donde murió una familia, si hubiese estado lista esa ruta no hubiese sucedido. Si se hubiese invertido en trenes, no hubiese existido el accidente de Once. Nosotros tenemos que revertir todo eso y parte de revertir eso es que las tarifas vayan acompañando gradualmente los servicios que brindan.
Ya pasaron tres años de gobierno, ¿la herencia no es un argumento agotado?
No es una cuestión de argumentos, sino de realidades. Hay muchas cosas que a la Argentina le va a llevar una década resolverlas. La destrucción del kirchnerismo ha sido muy profunda. Los trenes de carga, si la Argentina hace las cosas bien, se van a recuperar en los próximos 20 años. El kirchnerismo ha agravado muchos de nuestros males, pero algunos son más viejos que el kirchnerismo. La destrucción de los precios relativos por las tarifas llevan mucho tiempo para solucionarlo. La realidad es que si no hubiese pasado lo que hizo el kirchnerismo con las tarifas de transporte público en el área metropolitana este aumento sería menor. Son las consecuencias que tiene el populismo.
¿Es el único aumento para 2019 o queda abierta la posibilidad a nuevos incrementos?
Esperamos que sea el único aumento del año.
¿De qué depende?
De la evolución. El sistema de transporte en el área metropolitana es de los más grandes del mundo. Estimamos un presupuesto, ese presupuesto lo aprobamos en el Congreso donde calculamos cantidad de pasajeros, otro tanto con tarifa social, precio de combustible, de los colectivos, salarios y en función de todo eso es que definimos esta actualización tarifaria. Esperamos que no haya ningún cambio importante, es muy probable que sea el último aumento del año próximo.
¿Que los aumentos superen la inflación proyectada no impulsa la inflación para el próximo año?
La inflación proyectada en el presupuesto ya tiene previsto el aumento del transporte y las variaciones del resto de los servicios. Hay un cálculo muy preciso al respecto, no hay una improvisación.
Entonces, ¿usted dice que los aumentos ya estaban previstos hace tres meses durante la discusión del presupuesto en el Parlamento?
Fue previo. No es que se decidió hace tres meses, sino que ya veníamos trabajando en el tema con el equipo de Jefatura de Gabinete, Hacienda y Desarrollo Social.
¿Después de un año muy malo económicamente, era necesario cerrarlo con este anuncio?
Quince años de muy mala política llevan mucho tiempo arreglar y tienen mucho costo para la gente. Si el kirchnerismo no hubiese hecho todo esto mal no estaríamos haciendo esto. Hoy, nosotros, claramente, somos la cara de quienes estamos haciendo estos aumentos que no se hicieron en ese momento.
¿No hubo especulación política en el anuncio? Informar todos los incrementos juntos antes de fin de año para liberar el año electoral de malas noticias...
No. El año pasado el transporte lo anunciamos el 3 de enero. No hay especulación. Hemos venido normalizando este tema desde que asumimos.
¿Parece una estrategia para licuar el impacto?
No, no... Hace un mes que me preguntan si los colectivos van a aumentar. Una vez tomada la decisión me parece bueno comunicarlo. Eso da previsibilidad, la gente ya sabe cuánto aumentó el tren, el colectivo, el subte y la luz. Especular sería no aumentar, que fue lo que se hizo siempre en la Argentina. No existen las cosas gratis, alguien las paga.