Ésta es la entrevista a la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, publicada hoy en La Nación.
"Vamos a tener un diciembre tranquilo, los argentinos nos lo merecemos"
¿Habrá un bono de fin de año adicional para los beneficiarios de planes sociales?
No, lo que se está trabajando desde las medidas sociales es lo mismo que el Presidente anunció: el refuerzo a programas alimentarios, los dos bonos para la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la ampliación de los créditos Anses. No hay nada distinto.
En los próximos días el Observatorio Social de la Deuda de la UCA publicaría que la pobreza creció 5%. ¿Podría ser un disparador para evaluar un refuerzo adicional?
Lamentablemente la pobreza en la Argentina es alta. Lo primero que hicimos fue trabajar para reducir la pobreza y una de las primeras cuestiones que hicimos fue poner en valor al Indec, que estaba totalmente devastado. El trabajo que venimos haciendo con la pobreza es multidimensional, de manera presente y en el territorio. La pobreza no solo se mide en estadísticas; la trabajamos, la vivimos y estamos todos los días al lado de cada una de las familias que está en situación de pobreza.
¿La urgencia que disparó la crisis económica frenó el impulso del trabajo que venía desarrollando?
Para enfrentar eso se reforzaron los programas alimentarios y se reforzó lo que es el ingreso de la AUH. Lo que se trabaja, estructuralmente, es en igualar oportunidades en la Argentina. En un año como este, en donde la inflación fue más alta que la esperada, se toman medidas específicas que tienen que ver con reforzar ingresos. Se trabaja en la urgencia.
Uno de los objetivos del Gobierno fue "pobreza cero". Después de tres años, el número de pobreza sigue donde comenzaron. ¿Cómo se revierte?
Además de trabajar con la urgencia, se trabaja en lo estructural y más profundo. Hace tres años que ya empezamos y hay cosas en las que ya no se vuelve para atrás. Las familias que vivían sin cloacas que hoy las tienen ya avanzaron en sus posibilidades de calidad de vida. Las familias que accedieron a su vivienda y viven donde hay asfalto; eso es estructural. La pobreza no se reduce con un solo ministerio. Es un camino que ya empezó.
¿Se puede medir el impacto que tuvo la crisis sobre la pobreza?
Yo que recorro todos los días la calle creo que eso se ve naturalmente. No solo de escuchar, sino también de acompañar muchas situaciones.
¿El Gobierno registra el mismo alza de la pobreza que la UCA?
El Indec, a diferencia de la UCA, hace informes semestrales y hace mediciones más amplias en cuanto a la cantidad de lugares y demás que trabajan en los conglomerados urbanos. La encuesta termina recién a fines de diciembre.
Esta semana usted usó por primera vez la palabra extorsión para describir un acampe en la 9 de Julio. ¿Por qué?
Puede ser que haya sido la primera vez... Sinceramente, este grupo puntual vino de una manera muy clara a pedir planes o acampe. No había posibilidad de generar mecanismos de consenso. Yo dialogo con todos los sectores y los actores políticos más allá de los partidos, pero si algo tenemos que desterrar en la Argentina es el partidismo en la política social.
¿A quiénes representa este grupo?
Es el Polo Obrero; frente a un año electoral muchos de estos actores se quieren posicionar partidariamente. Tenemos que terminar con esto e ir a un cambio cultural en el que el fuerte sea la posibilidad de generar consenso o disentir, pero disentir de una manera sana. En donde las cuestiones electorales se resuelvan en las urnas y no cortando calles.
¿Qué buscaban?
Nuestro compromiso es desde el primer día para desintermediar los planes sociales, transparentar los programas sociales y no vamos a dar marcha atrás. No vamos a dar planes para que las organizaciones tengan de rehén a la gente.
Hay un cambio de discurso en el Gobierno. ¿Cómo van a trabajar de ahora en más ante la protesta social y los cortes de calles?
Nunca el corte de calle generó beneficios, nosotros no cambiamos nuestra manera de trabajar. Hay muchísimas organizaciones con las que seguimos trabajando y dialogando. Los movimientos sociales tenían el corte de calle como mecanismo para mostrar las diferencias, pero no es lo mismo mostrar una diferencia que extorsionar.
¿No hay un endurecimiento de la estrategia respecto de los movimientos sociales?
Yo creo que seguimos trabajando en la misma línea. Seguimos abiertos al diálogo, pero no vamos a admitir extorsiones. El diálogo está abierto, pero no cortando la calle. El que quiere pide una reunión en el Ministerio y nos sentamos a dialogar, pero de ninguna manera cortando las calles.
Diciembre es un mes que genera nerviosismo. ¿Cree que el Gobierno tiene la situación controlada?
Trabajo todos los días por la paz social, para mí no hay un diciembre diferente de un marzo o septiembre. Los argentinos hoy quieren paz y creen en el camino del encuentro más que en la división.
Pero todavía está presente la crisis económica. ¿Puede haber desbordes de acá a fin de año?
Lo dijo el Presidente esta semana: tenemos que perder el estigma de diciembre. Apelo a la responsabilidad de todos los sectores. Si algún sector piensa que se beneficia generando caos o situaciones de violencia es algo condenable y que responde a un interés político partidario claro y no responde a querer solucionar una situación.
Entonces, ¿será un diciembre tranquilo?
Vamos a tener un diciembre tranquilo, los argentinos nos merecemos un diciembre tranquilo.
¿Le ofrecieron acompañar a Macri como vicepresidenta en una eventual fórmula electoral?
No hablé con nadie. Tengo mucho trabajo y la Argentina merece que yo le ponga todo el foco. No es algo que esté pensando hoy.
¿Sigue pensando en no pedir la salvaguarda del FMI?
Por ahora no es necesario. En el presupuesto de este año las medidas están todas contempladas por lo cual en principio no sería necesario. Estamos trabajando bien.