Marcos Peña: "El objetivo central sigue siendo evitar una gran crisis económica"
¿El caso de los cuadernos puede generar incertidumbre y afectar la economía, en momentos en que todavía muestra síntomas de debilidad?
Sin duda, es un elemento más de ruido que se genera en torno a nuestra economía. Igualmente, creemos que parte de un mal entendido que se irá aclarando con el tiempo, que es el temor visto desde afuera de que en la Argentina estamos atravesando un proceso parecido al de Brasil con el Lava Jato.
Hay un Estado corrupto y empresarios que coimean. ¿No ve puntos en común?
Creemos que tiene diferencias estructurales muy grandes, centralmente que no se está investigando un gobierno, sino al gobierno anterior. Y gracias a que hoy hay licitaciones transparentes, con 40% menos de costo que antes, la obra pública no se compromete con esta investigación. Cuando esto ocurrió en Brasil, tenían otras dificultades.
¿El hecho de que los principales empresarios de la obra pública estén involucrados en la investigación y hayan reconocido el pago de sobornos no modifica en nada el esquema de reparto de la obra pública?
Eso tiene que ver con las personas y la Justicia. Las empresas son cuestiones más amplias que las personas y lo que han hecho en ese lugar. Por eso hoy también tenemos una ley de responsabilidad penal empresarial y, también, la ley del arrepentido, todo parte del cambio que generamos en la Argentina. Y como ha sucedido en muchos otros países, cuando se investiga algún delito del Estado o de una empresa, eso no implica que la empresa no pueda seguir trabajando.
La ley de responsabilidad empresarial prevé multas y hasta permite la inhabilitación para trabajar con el Estado. ¿En caso de ser culpables eso no invalida a una empresa?
Como regla es difícil generalizar. Depende del delito que se compruebe, del impacto que haya tenido en una determinada obra, si esa obra ya concluyó o está en marcha. Es una situación en la que hay que analizar caso por caso. El caso de los cuadernos no debería afectar la marcha de la obra pública.
¿Le manifestaron dudas o preocupación las empresas que evalúan participar de licitaciones, por ejemplo en las PPP (Participación Público Privada)?
El tema es el contexto general. Obviamente se están sintiendo los impactos recesivos de los distintos temas de las tormentas de los últimos meses, con lo cual es muy difícil disociar una cosa de otra. El objetivo central de este gobierno sigue siendo evitar una gran crisis económica, mientras vamos haciendo un cambio estructural en nuestra economía. Por suerte tenemos a Mauricio Macri de presidente, que entiende cómo funciona el mundo y sabe las decisiones que hay que tomar. Porque no quisiera imaginarme cómo sería enfrentar este desafío con Scioli y Zannini manejando el país.
¿El Gobierno podría acelerar el tratamiento del proyecto de ley para el financiamiento de las campañas?
Es algo para nosotros prioritario. Hay un problema sistémico de las reglas de juego y de cómo adaptarlas para que realmente sean más saludables. Hay muchas cosas para reformar, para hacerlas más modernas y transparentes. Mantenemos nuestra propuesta de modernizar el sistema electoral, con las distintas variantes de ir a una boleta única o la boleta electrónica. Queremos que este debate se dé.
¿Qué pasó en la campaña de 2017? ¿Cambiemos presentó aportantes falsos?
María Eugenia [Vidal] inició una investigación, ahora hay que terminar de ver qué es lo que falló para poder sacar una conclusión. Pero, para nosotros, es una falacia el ataque a María Eugenia, es básicamente un intento para que ella no pueda ser candidata. La integridad de María Eugenia no la discute nadie.
Nuevamente la última semana volvió a subir el dólar, el riesgo país y la inflación sigue en niveles altísimos. ¿Qué pasa que no se pueden resolver los problemas de la economía?
El gran desafío de la Argentina es una transformación productiva para salir de la pobreza y generar empleo, luego de la devastación que produjeron las políticas populistas que se consolidaron en los últimos 12 años. Hemos encarado ese desafío en los primeros años con la confianza del mundo hacia nosotros, con la posibilidad de ir creciendo y creando un camino al equilibrio fiscal, pero las complicaciones que tuvimos hacen que ese terreno sea más angosto y más difícil. Vamos a tener que seguir enfrentando un tiempo de inestabilidad, con un gran desafío colectivo de evitar una gran crisis económica , porque sería un terrible retroceso para nuestra sociedad.
¿Por qué en la Argentina los temblores en el mundo tienen un impacto mayor que en el resto de la región?
Hasta que no lleguemos a un equilibrio fiscal y sigamos dependiendo del financiamiento externo vamos a hacer más vulnerables a esas volatilidades. Somos el país más expuesto en ese sentido.
¿Pero eso no lo venía a resolver el acuerdo con el FMI?
El acuerdo con el Fondo, que por suerte lo hicimos, resuelve en parte la ayuda que necesitamos para superar la vulnerabilidad del financiamiento. Hoy tenemos una situación de vulnerabilidad y, al mismo tiempo, un respaldo muy fuerte, no solo del Fondo, sino de todas las economías que integran el FMI , pero hay tareas que tenemos que hacer nosotros. Estamos encarando esa conversación y hemos avanzado mucho con los gobernadores y con los dirigentes políticos de la oposición. Pero hasta que no lo terminemos de plasmar en el presupuesto, puede generar dudas.
El acuerdo con el FMI generó una expectativa respecto de la posibilidad de que la economía mejore, pero aún no generó mejoras. ¿Por qué?
Siempre fuimos claros de que íbamos a tener un año desafiante, hay que entender que no hay soluciones mágicas.
¿Qué pasa que no se puede bajar la inflación?
Tiene mucho que ver con el déficit fiscal . Al inicio de la gestión planteamos metas de inflación que no fueron compatibles con el sendero fiscal y las velocidades. Después se le agregaron las tormentas como la que vivimos este año, lo que retrasó el objetivo. Va a llevar más tiempo como Colombia o Chile, que tardaron entre ocho y diez años.
La inflación proyectada es del 31,8%, mientras que el acuerdo con el FMI pone un techo de 32%. ¿Está evaluando el Gobierno pedirle algún tipo de flexibilidad al Fondo respecto de alguna de las metas comprometidas?
Lo importante es entender que hoy hay un trabajo permanente con el Fondo. Lo que hemos encontrado es una excelente predisposición del FMI para ayudar en este proceso.
¿Pero le van a pedir mayor flexibilización?
Hoy no está en discusión revisar nada. Si hay algo, algún día se comunicará.