Compartimos con vos una síntesis de la entrevista al Jefe de Gabinete, Marcos Peña, hoy en Radio Mitre.
Confiemos en el camino del cambio
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Hay una confianza en el rumbo de cambio de una Argentina que necesitaba hace mucho tiempo encaminarse hacia un camino más institucional, más integrado al mundo, con mayor integridad y transparencia. Con un camino de apostar a la inversión, al desarrollo productivo pensando en el largo plazo y a salir de los atajos que durante muchas décadas nos llevaron a ser la paradoja del mundo.
No hay atajos, este es el camino
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Cuando aparecen estas volatilidades, el problema que tiene la Argentina es que su historia vuelve a emerger. Entonces, es mucho lo que hay que hacer para convencer a todos de que efectivamente hay algo más que la voluntad y la confianza que podemos tener en Mauricio Macri. Demostrar que es una convicción de toda la sociedad de que acá no hay atajos, no hay magia, no hay nadie que venga a decir el rumbo tiene que ser otro, este es el camino. A lo sumo alguna discusión puntual de una herramienta, que escuchamos, que estamos permanentemente analizando, que tratamos de hacer mejor. Pero creo que esto es central para redoblar el compromiso y la confianza en este esfuerzo compartido que estamos haciendo.
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El cambio de fondo, es que no es sólo el mundo que confía y apuesta en la Argentina, sino que los argentinos han apostado y confían y nos siguen brindando fuerza, y siguen pidiéndonos que le demos para adelante con una forma de gobernar que pretende no imponer su verdad, que no pretende traer un librito ideológico, que no pretende quedarse toda la vida, sino que pretende resolver los problemas concretos de los argentinos a través del diálogo, a través de trabajo, a través de la racionalidad, a través de solucionar problemas.
Resistencias al cambio
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Es natural que existan resistencias al cambio, que existan resistencias de alguna gente que no cree que este sea el camino, otra gente que no quiere un cambio porque le iba muy bien con el país atrasado, encerrado, oscuro, corrupto que muchas veces tuvimos. Eso es parte de la realidad, y es la realidad en cualquier país del planeta hoy en día.
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Es también un desafío que tenemos toda la clase dirigente de mirar qué está pasando alrededor, y ver que hoy en día estos desafíos tenemos que repensarlos permanentemente, no tenemos que pensar que encerrándonos vamos a poder lograr nada.
El rumbo del cambio
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El rumbo es construir un país que se integre a la economía mundial; que se genere un marco que atraiga la inversión para generar puestos de trabajo de calidad en todos los rincones del país, para que de esa forma podamos salir de la pobreza. Para eso, necesitamos instituciones fuertes, independientes, transparentes, que promuevan el diálogo y que promuevan la posibilidad de lograr esos consensos para salir hacia adelante.
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El rumbo es una Argentina que combate el narcotráfico, que combate el crimen y combate la pobreza desde el lugar de la integración social. Es lograr un país que sale de la mirada permanente de la autocomplacencia, de la cuestión reivindicativa, de mirar su fracaso buscando un culpable o un salvador mágico y se pone a trabajar, todos juntos, en salir adelante, en desarrollar su potencial. Es empezar a hacer de forma ordenada y sistemática las cosas que hicieron los países que lograron un camino de desarrollo en el planeta.
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La raíz central pasa por la integridad de un gobierno que le toca liderar durante un tiempo con vocación de servicio y con transparencia. Hemos tenido una muy mala cultura del poder, una muy mala cultura democrática, que no ha logrado trabajar para el bien común, que no ha logrado interpretar el mundo y los desafíos en los que estamos para que los argentinos vivan mejor. Tendremos que seguir trabajando permanentemente en esa conversación con los argentinos, para aclararlo, para poder marcar la claridad del rumbo, para poder explicar, cuando hay momentos de turbulencia como este, cuáles son las razones de las dificultades y cuáles son las soluciones posibles, ésa es nuestra convicción.