Ésta es la entrevista al ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, publicada hoy en La Nación.
¿En qué estado se encuentra hoy la posibilidad de cerrar el acuerdo entre el Mercosur y la UE?
Ahora, con la presidencia pro tempore uruguaya, los equipos técnicos tendrán una nueva reunión a partir del 9 del actual en Bruselas con la idea de ver si logramos resolver los puntos que están pendientes.
¿Qué es lo que aún se discute?
Más que nada, el acceso de productos. Algunos de los países quieren maximizar hasta el final qué es lo que más pueden obtener. La visión de la Argentina es que esto es un acuerdo estratégico de mucha envergadura como para quedar parado por un kilo más o un kilo menos de queso o de arroz o de lo que fuera en acceso a mercados.
En las últimas semanas cayó la expectativa de cerrar el acuerdo. Incluso el presidente de Uruguay habló de "acuerdito". ¿Qué pasó?
Todos tenemos que reflexionar sobre cómo flexibilizamos sin romper el espacio común. Cuando ellos [por Uruguay] fueron a Mendoza a la cumbre, plantearon un acuerdo con China y ahí fue donde se decidió que teníamos que tener algún tipo de estudio para saber cuál es el impacto, que obviamente el impacto del comercio de China sobre Uruguay es mucho menor que el impacto que tiene sobre Brasil o sobre la Argentina.
¿No trabaja el Mercosur en un acuerdo de libre comercio con China?
Eso no existe. Ni siquiera sabemos todavía cómo nos relacionamos. Lo que tenemos que evaluar es cuál es el impacto del vínculo de todos los que tenemos relaciones comerciales con China. No solo no está definido, sino que no está estudiado.
Vuelvo sobre el tema de la UE-Mercosur. Si tuviese que poner en un grado de certidumbre la posibilidad de que este acuerdo finalmente se realice, ¿en qué porcentaje está la negociación?
Estamos en el tramo final de la negociación. Esto ya es final, final. Tenemos que hacer un esfuerzo grande para cerrar el acuerdo.
¿La resistencia más fuerte es del Mercosur o de los países europeos?
Creo que hay resistencias de ambas partes en función de intereses, pero que ya no pueden estar como elemento definitorio porque lo definitorio tiene que ser el acuerdo de gran magnitud. Si perdemos de vista por un producto o por determinados productos la magnitud del acuerdo, estamos cometiendo un error.
¿Se está perdiendo una oportunidad histórica?
Se perdería [enfatiza el potencial], no se está perdiendo.
Se perdería, entonces, una oportunidad histórica?
En este momento hay que superar la discusión de algunos productos que tienen una enorme sensibilidad. Hay que mirar el proyecto grande. Si perdemos de vista eso y nos quedamos discutiendo 5 o 6 paquetitos más de rellenito, estamos perdiendo la película en general.
¿Qué grado de preocupación le genera el posible triunfo de un candidato definido como populista como [Andrés Manuel] López Obrador en México?
Vamos a tener que tener la prudencia de aguardar cómo manifiesta su gestión López Obrador. Se le atribuyen muchas versiones, si es un populista o si es un distribuidor de la riqueza de México... Vamos a tener que ver hacia dónde camina él.
¿Cómo analiza la situación política de Brasil, que se encamina a una elección presidencial en medio de la incertidumbre?
Tenemos la preocupación de Brasil, pero todavía no conocemos todos los actores de la película como para saber quiénes son los que correrán y cuál será la orientación.
La crisis que atraviesa Venezuela parece no tener fin. ¿Cómo se resuelve?
Depende de lo que hagan las fuerzas de oposición. Tienen que aprender a unirse y armar una propuesta política.
¿Qué representa para la Argentina que se levanten las restricciones adicionales para el embargo de armas que impuso Inglaterra en 2012?
Es un nuevo gesto en esta construcción de la relación, que es paso a paso. Esa es la forma de construir lo duradero.
¿Vislumbra en esta construcción una oportunidad para que los ingleses se sienten a una mesa para hablar de la soberanía de las islas Malvinas?
Cuando hayamos recreado la confianza y probemos de ambos lados que la relación es beneficiosa, esto va a entrar. Pero va a llevar tiempo.
¿Por qué se demora el ingreso de la Argentina a la OCDE?
La Argentina está primera en la lista de países que podrían ingresar en la OCDE en el momento en que la institución resuelva su dilema en términos de visión de Estados Unidos versus UE. Es una pelea que tiene varios escenarios, donde lo comercial es la punta del iceberg. La Argentina ha cumplido con holgura más de 21 puntos durante el proceso de inicio. Va a terminar ocurriendo.
¿Cómo analiza el comportamiento de Trump durante el G-7? ¿La política económica de Estados Unidos puede generar problemas en el G-20?
La política económica de Trump o las medidas comerciales que toma son las que entiende que reflejan su situación en los Estados Unidos. Pero la Argentina se acerca al G-20 tratando de construir una aproximación entre lo que puede ser la postura de EE.UU. y de otros actores y ver cómo tendemos un puente. Nosotros no estamos en condiciones de hacer declaraciones magistrales, no tenemos la entidad como tal. Seremos el conductor del diálogo.
En el exterior le preguntarán qué pasó con la economía en la Argentina. ¿Qué les responde?
Todo el mundo entiende que la turbulencia que vivió la Argentina es producto del nivel de endeudamiento con el exterior. Todo el mundo respeta a Macri porque evitó que el país cayera en un colapso. Era un desastre. Una economía que no tiene los precios relativos ordenados, que es afectada por un gravísimo proceso inflacionario y que tiene el déficit público que dejó el anterior gobierno. El mundo reconoce que Macri recibió una bomba de tiempo descomunal y que logró, despacito, desarmarla.