Este es un resumen de la situación económica en una síntesis basada en palabras de Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui en la reunión de gabinete ampliado de ayer.

Marcos Peña

Reconciliar a la Argentina con la idea de pensarse a futuro

• Tenemos que dejar de mirar para atrás, y mirar para adelante. Dejar de ser reaccionarios y nostálgicos de un pasado peor, y ser protagonistas de un futuro mejor. Ponernos en la perspectiva de lo que viene y no de lo que pasó.

   

• Sabemos que hemos pasado no solo unos meses, sino un año y medio difíciles, donde tuvimos que poner el pecho, todos los argentinos, para salir adelante en esta transición económica, muy fuertemente basados en la expectativa de lo que viene.

   

• La combinación del muy buen resultado en la PASO, con la clara mejora económica, han hecho que se mantenga el nivel de expectativa a futuro de la economía, del país y de la situación personal.

   

• Tenemos que ser conscientes de que esa buena noticia se sustenta en dos cosas, que dependen mucho de nosotros: 

   

• por un lado, en la expectativa de que las cosas van a estar mejor en todo sentido, tanto en lo económico, como en el metro cuadrado, como el país. O sea que esto es una renovación de la confianza hacia el futuro, no es que ya estamos donde tendríamos que estar.

   

• por otro lado, en una confianza fuerte sobre el cómo estamos gobernando; el cómo estamos transitando esto del poder, de la política. Y es muy importante que seamos conscientes de que en la acción de cada uno de nosotros, en el día a día, en el cómo gobernamos, cómo trabajamos, cómo recorremos, escuchamos, dialogamos, resolvemos, allí, se pone en juego esa expectativa que vale oro y que se pone con mucho amor y mucha esperanza, pero al mismo tiempo, con la necesidad de que sigamos resolviendo temas. 

   

   

Mario Quintana

La economía arrancó y empezamos a crecer.

• Para salir de la situación heredada el primer año, lo que había que hacer era evitar una gran crisis. Y la evitamos tomando medidas muchas veces arriesgadas, y algunas de ellas muy dolorosas, que padecieron muchos argentinos en su bolsillo.

   

• Pasamos por un momento de destrucción de empleo, de caída del salario real, pero sabíamos que era inevitable y que era imprescindible para sentar bases para poder volver a crecer. Y la buena noticia es que la economía arrancó y que empezamos a crecer. Como ese pueblo que transita en el desierto, y que cada vez que veía una plantita nos tirábamos de cabeza esperando que los brotes verdes estén anunciando un bosque. Lo bueno es que ya llegamos a la plantación.

 

Inflación

• Venimos de muchos años de inflación muy alta, pero que además de ser alta, está atada con precios ridículamente intervenidos, con lo cual cuando uno empieza a corregir esa distorsión que decíamos antes, tenemos inevitablemente el efecto de que la inflación, en un principio, se dispara.

   

• Pero la buena noticia es que la estimación da que 2017 va a estar terminando con una inflación cercana al 21%, y la meta que vamos a perseguir el año que viene es una inflación del 10% anual con una variación de +/- 2%, es decir oscilando entre el 8% y el 12%.

   

• Lo históricamente determinante es que es la primera vez en décadas que la Argentina encara un proceso de estabilización de precios y de fortalecimiento de su moneda sin anclas cambiarias, sin anclas de precios intervenidos, sino confiando realmente en la disciplina macroeconómica y en el mercado, como lo han hecho todos los países que han derrotado al flagelo de la inflación de manera exitosa y sostenible.

 

Empleo

• También en ese arranque de Gobierno se destruyó empleo. La buena noticia es que en los últimos cuatro trimestres empezamos a revertir esa tendencia, y empezamos a generar empleo.

   

• En términos de salario real, también ese pico inflacionario y esa recesión, generaron durante el primer trimestre del año pasado una caída importante del salario real que se empieza a revertir hacia fines de 2016, y mucho más fuerte este año, donde estamos recuperando salario real de manera persistente. Vamos a llegar, según nuestras estimaciones, a fin de este año con un salario real similar al de finales de 2015.

   

• Lo que es importante en nuestro plan de Gobierno es defender el salario real, en niveles similares a los actuales, pero crecer mucho en cantidad de empleo. 

 

Capital

• Lo que nos falta son niveles de empleo privado productivo, con buenos niveles de salario real. Eso se logra con capital.

   

• Hoy necesitamos mucho capital, porque esa es la forma de generar más empleo, de hacer más productivos a nuestros trabajadores, de ser más competitivos y, de esa manera, permitir generar empleo con mejores salarios. Uno de esos mecanismos de dotación de capital es el crédito. Después de un año pasado con tasas negativas, se viene recuperando fortísimamente.

   

   

Gustavo Lopetegui

Infraestructura y crédito de largo plazo

• No tenemos infraestructura a la altura de la que necesitamos para poder desarrollarnos, para poder competir.

   

• Construir cloacas o rutas o centrales de energía que van a durar 20, 30, 40 o 70 años y que la van a usar muchas generaciones, solo con dinero público es imposible. En ningún país es así.

   

• Por eso hay que conseguir capital de largo plazo porque a esa infraestructura la van a usar generaciones de argentinos.

   

   

Presupuesto y construcción de confianza

• Hemos recuperado una institución muy importante para la transparencia en el manejo de las cuentas públicas, como es el presupuesto, que antes durante mucho tiempo fue un dibujo. Las ampliaciones presupuestarias que se han hecho cada año como crédito inicial frente al crédito que aprobó el Congreso, en promedio, desde 2004 al 2016 –nosotros no hicimos el presupuesto que ejecutamos en 2016, sino que lo heredamos del gobierno anterior– fue del 18,5, con años como el 2014 que fue del 34%. Este año vamos a terminar en 2,8% en ampliaciones presupuestarias.

   

• Esta palabra “confianza” que estamos repitiendo se gana con esto, se gana diciéndole al Congreso y a la sociedad: “el año que viene voy a gastar esto y te rindo cuentas, te muestro lo que me desvié”. Y esperamos que el año que viene sea menos que 2,8 el desvío que tengamos.