-El aumento de la deuda pública, sobre todo en dólares, ¿es o no un problema para el crecimiento de la economía argentina?
-Por el contrario, es el financiamiento lo que está motorizando la economía. Gracias a haber recuperado la confianza y el crédito es que hoy estamos viendo la gran cantidad de obras de infraestructura en todo el país. Además, nuestro nivel de deuda es el más bajo de la región, 27 % del Producto Bruto. Y la tasa promedio a la que nos financiamos es la más baja de nuestra historia, 4,6%.
Para 2018 el Gobierno prometió que la emisión de deuda se desacelerará respecto a lo que ocurrió en 2017, y que “de ninguna manera” representa un problema para las arcas fiscales, según no se cansan de reiterar los funcionarios, tanto de Finanzas como de Hacienda.
El ministro de Finanzas, Luis Caputo, insiste que Argentina no puede volver a cometer el error de dejar pasar (como en la era K) una época de liquidez abundante en el mundo y tasas de interés muy bajas.
En 2018 se espera que el Gobierno coloque nueva deuda por 20.000 millones de dólares y otros 11.000 millones para pagar intereses de deuda ya emitida. Caputo tuvo un paso fugaz por el congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas que se realizó hasta ayer en Bariloche y, ya de regreso a Buenos Aires, aceptó responder estas preguntas que le formuló Clarín.
-El aumento de la deuda pública, sobre todo en dólares, ¿es o no un problema para el crecimiento de la economía argentina?
-Por el contrario, es el financiamiento lo que está motorizando la economía. Gracias a haber recuperado la confianza y el crédito es que hoy estamos viendo la gran cantidad de obras de infraestructura en todo el país. Además, nuestro nivel de deuda es el más bajo de la región, 27 % del Producto Bruto. Y la tasa promedio a la que nos financiamos es la más baja de nuestra historia, 4,6%.
-Más allá de que ustedes miran, sobre todo, la deuda en dólares con acreedores privados, ¿por qué calificadoras como S&P advierten que es un riesgo que la deuda crezca más que el PBI?
-Lo verdaderamente importante es cumplir con las metas fiscales. Eso no se negocia. Cumpliendo las metas, el ratio de deuda sobre PBI se estabiliza en el 2020 a la mitad del ratio que tiene Brasil. La inflación ya será de un dígito para ese año también.
-¿El pago de los vencimientos de intereses ocupa un lugar cada vez más grande en el gasto público?
-Hemos logramos bajar la tasa promedio de financiamiento a 4,6% este año. Es la tasa más baja de nuestra historia. Cada vez que refinanciamos la deuda heredada, ahorramos intereses. Reemplazamos deuda cara del pasado por deuda más barata.
-¿No fue un poco audaz hablar de lo bien que va a estar el país en los próximos 20 años? Tanto usted como el ministro Dujovne hablaron de ese plazo. ¿En qué se basan para hacer semejante afirmación?
-Soy tremendamente optimista. Pero consciente al mismo tiempo de que falta muchísimo por hacer. Creo que estamos yendo por el camino correcto y que lo que hemos hecho en estos 20 meses empieza a mostrar resultados: la economía crece a buen ritmo, se están creando nuevos empleos, la inflación está bajando, hay créditos para familias y pymes a plazos y tasas que jamás hubo en este país. Somos un país con enormes recursos y un gran talento humano. Hay crédito porque hay confianza en el país y eso se traduce en inversiones. ¿Cómo no ser optimista entonces?
-¿Cuáles son los riesgos de shock -externo o interno- que, más allá de las posibilidades de ocurrencia, tienen en el radar? ¿Y cuáles son los factores que están jugando a favor de la política económica y financiera del Gobierno?
-El frente externo está siendo más favorable de lo que se vislumbraba un año atrás. El mundo crece a buen ritmo pero con una inflación absolutamente moderada. El proceso de suba de tasas esté siendo muy gradual y ordenado. Brasil, un jugador clave para nuestra economía, también se empezó a recuperar. Y probablemente crezca al 1,5% el año próximo.
-Los proyectos de obras con Participación Público Privada (PPP) podrán "empalmar" con el resto de la obra pública como para que no se resienta la inversión en infraestructura en 2018?
-En 2018 la inversión en infraestructura no sólo no se va a resentir sino que va a aumentar, será de 3,5 puntos del PIB. Hablamos de casi 50% superior a la de este año. Las licitaciones y los proyectos PPP van a jugar un papel muy importante. Apuntamos a llegar a 1 punto del producto por año por los próximos tres años. Esto representa algo más de dos veces el promedio de los países más activos de la región.
-¿Volvería a emitir un bono a 100 años?
-Yo tengo que hacer lo que es mejor para el país. El financiamiento es un tema demasiado importante como para subordinarlo a las chicanas políticas. A un año de haber terminado con el default del gobierno anterior, nos hemos financiando a una tasa menor de lo que fue la tasa promedio de Estados Unidos en los últimos 40 años, pre crisis del 2009. Entonces, no hay que ser zonzo ni perder la perspectiva. Ya nos hemos perdido más de 10 años de tasas casi en cero en el mundo que podrían haber cambiado la historia del país, gentileza de la ex presidente y su miopía.
-¿En qué lapso la Argentina podría lograr la calificación de riesgo investment grade?
-Son procesos que llevan tiempo. Venimos de décadas de hacer las cosas muy mal. Sumado a un nivel de corrupción sin precedente. Pero de algo estoy seguro. Cada año vamos a estar mejor. Y vamos a torcer finalmente la historia.