Esta es la entrevista al presidente publicada hoy en La Nación:
Mauricio Macri: "Veo la situación de Brasil con preocupación, pero confío en sus instituciones"
-¿Qué balance hace de la gira?
-Es muy superior al que esperábamos. Primero, no pensábamos tener semejante recibimiento en Dubai y con tanto interés. Fueron muy enfáticos en crear un comité específico con ambas partes para implementar el comercio. Quieren participar en la Argentina del tema alimentos. Eso también está pasando en China, en general todos están preocupados por la seguridad alimentaria, por qué va a pasar en el futuro con la demanda de alimentos. Y todos reconocen a la Argentina como el país con más potencial en el crecimiento de producción de alimentos.
-¿El punto más alto fue China?
-Veníamos con todas las dudas de los contratos heredados que habíamos ido cambiando y negociado para hacerlos viables económicamente, legalmente y ambientalmente. Eso generó tensiones y no sabíamos cómo iba a terminar el proceso. Pero China ratificó los acuerdos. Xi Jinping tiene la vocación para una relación estratégica y de integración. Además, me dijo que quiere que los empresarios vengan a abrir fábricas en la Argentina para transformar nuestra materia prima en alimentos de marca y exportarlos al mundo. Eso no estaba en la agenda.
-¿Qué es lo que le piden para invertir en el país?
-Todos te piden lo mismo, en Dubai, en China y en Japón: seguridad jurídica.
-Una vez más termina una gira con grandes elogios, pero en el frente interno siguen los cuestionamientos a su liderazgo. ¿Por qué cree que ocurre eso?
-El mundo tomó un rumbo y no hay muchas variantes. Pero después hay siempre minorías en los países que piensan distinto, que siguen creyendo en las políticas de aislamiento, en políticas proteccionistas a ultranza que ya nos demostraron que no funcionaron. Eso en la Argentina nos llevó a 30% de pobreza.
-¿Tiene pensado impulsar leyes para cumplir con las exigencias de seguridad jurídica?
-Siempre hay leyes que vamos a ir mejorándolas para la institucionalidad. El camino es que la Argentina funcione cada día mejor, que tengamos mejores jueces y que toda esa cantidad de jueces que el kirchnerismo nombró sean nombrados en base a una selección seria, que es lo que estamos haciendo. Que el Banco Central sea cada vez más independiente y que el Indec sea más respetado e indiscutido. Después está la ley de doble imposición, el tratado de inversiones que sigue el Ciadi. Las cosas simples vamos a hacer que sean simples.
-¿A qué se refiere?
-Lo más importante es que cuando uno se para en este país [por Japón] sabe que ciertas cosas no pueden pasar. Lo mismo hay que sentir en la Argentina. ¿Cómo puede ser que un empresario contamine con la actividad que hace y no vaya preso? ¿Que un sindicalista se crea dueño del puerto? ¿O que un político maneje narcotráfico? Esas cosas no pueden pasar. No existe discutir si uno hace paro que no le descuenten. ¿Querés parar? Tenés derecho, pero no podés discutir. Allá te meten un amparo para que no le descuenten. En eso tenemos que ir evolucionando en el cambio cultural.
-¿Cómo ve la situación de Brasil?
-Con preocupación. Obviamente es nuestro primer socio y hemos estado avanzando mucho en la integración del Mercosur. Tenemos toda una agenda de trabajo, tenemos unas normas sanitarias, técnicas, trabajamos juntos en consulados en el mundo. La verdad es que yo siento que hay una agenda muy buena para trabajar y necesitamos que Brasil esté pujante, que esté fuerte... está empezando a crecer. Ese proceso debería consolidarse lo antes posible.
-¿Qué efectos podría generar esta crisis en nuestro país?
-Confío en las instituciones de Brasil. Todo este proceso puede traer, digamos, cortocircuitos y problemas en el presente, pero sin dudas Brasil saldrá muy fortalecido de todo esto.
-¿Habló con Temer o con el Departamento de Estado?
-No. Pasó muy poco tiempo.
-¿Cómo se resuelve el conflicto?
-Insisto: confío en las instituciones brasileñas. Funcionan y la Justicia ahí es realmente independiente.
-Pero dada la cercanía comercial de la Argentina, ¿esto puede impactar en la economía?
-No sé, eh. Brasil había empezado a crecer en el primer trimestre.
-¿Es posible llamar a una reunión del bloque regional por este caso como pasó con Venezuela?
-Todo lo que está sucediendo está dentro del ámbito de las instituciones. Lo de Brasil no tiene nada que ver con lo de Venezuela. Ahí las instituciones están colapsadas por el avasallamiento que hizo Maduro. En Brasil las instituciones funcionan y se está discutiendo.
-¿Le preocupa que pueda aparecer un video similar al de Temer en el que aparezca algún funcionario o ex funcionario argentino? Por ejemplo, el director de la AFI, Gustavo Arribas.
-(Risas) No, no, no... Ninguna posibilidad.
-En lo que usted denomina el "círculo rojo" está instalado que lo de Odebrecht puede estallar en la Argentina.
-Es que no hay dudas de que trabajó en la Argentina y no creo que haya cambiado el modusoperandi. Con lo cual, donde hizo obras y hubo contratos, pudo haber pasado algo. Aparte era la forma en la que trabajaba el kirchnerismo. No hace falta que venga Odebrecht para que sepamos que en la Argentina había coimas, ¿no? Es como una obviedad.
-¿Está tranquilo que no salpicará al Gobierno?
-No son obras con nosotros.
-¿Y con empresarios cercanos al Gobierno?
-No hay empresarios cercanos al Gobierno, los trato a todos igual. La Argentina de los privilegios y los amiguismos se acabó. Más allá de que tenga afectos, no los mezclo. Mi compromiso es con los argentinos.
-¿Ya tiene definido al embajador para Estados Unidos?
-No. ¿Se está candidateando? (risas)
-¿Alfonso Prat-Gay está en la lista?
-Lo más posible es que sea de carrera. Traverso, Lole, Pechito López.
-¿Esteban Bullrich será candidato a senador en la provincia?
-No tengo idea. Todavía falta un debate final.
-En diciembre usted dijo que Bullrich no sería candidato.
-¿Sí? Vio, cada vez tengo menos autoridad dentro de mi espacio. La verdad es que es el mejor ministro de Educación que puede tener la Argentina, por lo cual me duele. Pero todavía no tuvimos la reunión con el equipo y pesa mucho la opinión de María Eugenia [Vidal].
-En una entrevista con LA NACION, Monzó le puso fecha de caducidad a la grieta, el 22 de octubre. ¿Coincide?
-Sí. La renovación va a profundizarse. Acá hace falta un cambio cultural acompañado por gente con otra mentalidad. En algunos casos tiene que ver con un cambio generacional y en otros con una forma más moderna y desprejuiciada de pensar. Eso es lo que necesita la Argentina y que se ve en nuevos gobernadores.
-Entonces, está anunciando que puede llegar el fin de la grieta.
-Bueno? fecha de caducidad, eso se lo dejo a Emilio [Monzó]; es un buen título. Pero lo que se va a consolidar en octubre es que la mayoría va a reafirmar que creemos que este es el camino. Queremos incluir a todos de verdad, no desde el discurso.