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La irresponsabilidad que vimos ayer no es el camino. Los argentinos hemos batallado todo un año duro, nos dejaron un país quebrado. Estamos tratando de reordenar el desorden que nos dejaron.
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No es mintiéndole a la gente ni haciendo demagogia como sale la Argentina adelante.
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Es muy importante que todos los dirigentes, de frente a la sociedad, sean responsables en explicar cómo se lo paga. Los números que presentaron no cierran. No podemos desfinanciar de golpe al Estado, porque hay mucha gente que está esperando los recursos para la asignación por hijo, para la jubilación mínima, para la reparación histórica.
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Sobre el proyecto de la oposición. El proyecto que aprobó la oposición tiene muchos problemas y mezcla demasiadas cosas en una. Por un lado, se aprobó sin análisis técnico y a las apuradas. No se puede presentar un proyecto tan importante a las seis de la tarde y votarlo a las diez de la noche. Mucho menos sin análisis técnico y sin que se diga cuánto le va a costar al Estado.
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Además, tiene inconsistencias. Por ejemplo, vuelve a poner impuestos que este mismo Congreso derogó hace un par de meses. Contiene deducciones y exenciones al Impuesto a las Ganancias sin ningún criterio, que generan enormes riesgos para el Estado. Por ejemplo, un ejecutivo que recibe un bono de dos millones de pesos dejaría de pagar Ganancias por esa plata. También: el impuesto al juego del proyecto opositor es muy inferior al impuesto al juego del proyecto oficialista.
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Tampoco sabemos cuánto va a costar, porque no lo dicen. La semana pasada Alberto Abad, el jefe de la AFIP, fue al Congreso y le dijo a la oposición que su proyecto le costaba al Estado 40.000 millones de pesos. El proyecto que votaron anoche es todavía más costoso.
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Sobre nuestro proyecto. La situación fiscal, como todos saben, es delicada. Nosotros propusimos un sendero de ir bajando el déficit de a poco, a lo largo de cuatro años, para evitar perjudicar a los que menos tienen.
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Nuestro proyecto de reforma de Ganancias es consistente con esa visión. Queremos corregir los mínimos y las escalas lo más rápido posible, para revertir el daño hecho desde 2010 en los bolsillos de los trabajadores. Pero también sabemos que el Estado debe ser responsable con sus ingresos y sus gastos y que eso obliga a ser prudentes.
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Sobre cómo seguir. Paso a paso. Ahora vamos a dar el debate en el Senado, como siempre, sin apurarnos. Lo que sí vamos a hacer es tener un debate franco y serio. Y esperamos una decisión más racional de parte de las provincias, que a veces no llegan a fin de mes y saben que no pueden votar proyectos que les quitan recursos.
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Sobre la promesa de campaña. Este gobierno ya redujo en 50.000 millones el peso de Ganancias sobre el bolsillo de los trabajadores. Y propone reducirlo en otros 30.000 millones según nuestro proyecto de ley, que la oposición no quiso acompañar. Este ritmo es más gradual de lo que creíamos en campaña, pero la situación fiscal que nos encontramos también era más delicada.
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Reforma impositiva. La Argentina necesita un debate serio sobre su estructura de impuestos. Por eso ya se creó una comisión en el Congreso que a partir del año va a debatir una reforma profunda, que ordene el sistema, remueva injusticias y distribuya la carga impositiva de la mejor manera posible. Seguimos confiando en el diálogo y en el análisis como el camino para solucionar los problemas de los argentinos.