Vamos a presentar un proyecto de ley de Transparencia en la obra pública y acá te lo contamos.
-
En las últimas semanas, sobre todo después de la detención de José López, se empezó a decir que la construcción de obra pública del Estado argentino es un sistema tan corrupto e ineficaz que es imposible arreglarlo. Queremos terminar con esta idea, sabemos que si trabajamos juntos lo podemos lograr y, por eso, además de los cambios que ya hicimos, vamos a presentar un proyecto de ley de Transparencia en la Obra Pública para que estos cambios sean permanentes.
-
Con los cambios ya hechos, implementados por AySA y Vialidad Nacional, logramos tres cosas: 1) precios más bajos para el Estado, 2) más transparencia en el proceso y 3) más empresas que presentan ofertas (y ganan) en las licitaciones públicas. Además, las obras se terminan más rápido y están mejor supervisadas.
-
Todo el seguimiento de los procesos internos se hace público en las webs de los organismos, como Vialidad Nacional o la Secretaría de Obra Pública, lo que transparenta los procedimientos y dificulta la corrupción. Todo está a la vista, no se oculta nada más.
-
Como resultado de esto, se están presentando más empresas y se están presentando empresas que antes no se presentaban, quizás porque pensaban que el sistema estaba arreglado.
-
Por ejemplo, la licitación de la autopista Comodoro Rivadavia - Caleta Olivia, que durante ocho años había estado asignada a dos empresas de Lázaro Báez y sólo había sido completaba en un 31%. Los contratos con Lázaro Báez habían tenido un costo, ajustado por inflación, de alrededor de 3000 millones de pesos.
-
La licitación se hizo por Internet. Cien empresas descargaron los pliegos y 33 empresas hicieron ofertas. Las ofertas rondaron los 1.950 millones de pesos, más de mil millones menos del valor contratado previamente.
-
Para aumentar la capacidad de generación eléctrica, el Ministerio de Energía hizo un proceso de licitación en la web de CAMMESA, la empresa que centraliza el mercado eléctrico. Antes participaban de estos procesos las cinco o seis empresas más grandes. En este caso se presentaron 22 empresas, diez de ellas por primera vez a este tipo de convocatorias. Gracias a este sistema, el ministerio recibió ofertas por más de seis veces el monto licitado y pudo reducir los precios de la energía, con respecto a años anteriores, en más de 30%.
-
Todavía queda mucho por hacer y hay diversas maneras de seguir agregándole transparencia al sistema, por ejemplo, publicando en la web todas las ofertas presentadas. También creemos que es importante involucrar a los participantes en una conversación sobre la evolución de las obras, incluso antes de que empiecen, para discutir cuál es la mejor tecnología, la mejor ingeniería o qué plazos son los recomendados.
-
El proyecto prevé, entre otras medidas, que todos los pasos administrativos de las obras sean públicos y que haya auditoría permanente de la SIGEN y la AGN y control cercano de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
-
La obra pública es la obra de todos los argentinos y se venía haciendo mal. Y eso significaba menos asfalto, menos escuelas, menos hospitales, menos cloacas. Siempre fue así, pero no tiene por qué seguir siéndolo. Se puede cambiar, lo estamos haciendo y lo vamos a lograr, juntos.
-
Queremos un Estado transparente que escuche a cada argentino, que se ocupe, que lo cuide y que termine lo que empieza. Hasta ahora, con la obra pública, no se venía haciendo nada de eso. Es tiempo de que empecemos.