“Volver al pasado seria autodestruirnos” porque significaría “perder dos o tres generaciones antes de volver a encontrar una oportunidad como la que el mundo nos está dando hoy”, enfatizó esta mañana el presidente Mauricio Macri al encabezar, en Ensenada, el acto de presentación de mejoras de una planta potabilizadora que abastece de agua a 800 mil vecinos bonaerenses.
El Jefe de Estado remarcó que “los argentinos hemos decidido no volver atrás” y señaló que “todos sabíamos que no era fácil superar 80 años de ocultamientos, de mentiras, de corrupción, de promesas incumplidas”.
Dijo que “este es el momento de demostrar cuánto coraje y convicción tenemos”.
“Ahora “más que nunca que el mundo o los mercados están dudando de si nosotros vamos a volver atrás”.
“Se equivocan. Nosotros aprendimos de lo que nos pasó, y queremos todos los argentinos encontrar nuestro lugar desde el trabajo, para sacar a este país adelante”, recalcó.
Macri recorrió las instalaciones de la planta potabilizadora de agua “Donato Gerardi” junto a la gobernadora María Eugenia Vidal. También participaron funcionarios provinciales y la diputada bonaerense Maricel Etchecoin.
“No queremos más mentiras, no queremos más ocultamientos. Queremos que, con la verdad sobre la mesa, encaremos juntos este trabajo que hemos encarado y que lo vamos a seguir encarando”, sostuvo el Jefe de Estado.
Remarcó que la Nación y la Provincia llevaron adelante trabajos en equipo que han permitido realizar cientos de obras.
Señaló que la Nación también lo ha hecho con gobernadores de todas las provincias que son de otros signos políticos “porque pensamos en los argentinos, no en qué es lo que políticamente nos conviene”.
“Cuidamos los recursos de la gente. Hacemos licitaciones transparentes, con las mejores empresas, las obras empiezan y terminan en fecha y cuestan lo mínimo y necesario”, puntualizó.
Sostuvo que ahora “estamos yendo a la raíz del problema, sacando esas raíces podridas y llevando a cabo este esfuerzo de construir esos cimientos que encaminen a la Argentina hacia un futuro totalmente distinto, que nunca había pasado en décadas”.
“Sería muy fácil dar un giro hacia atrás, y tomar los recursos que tenemos, que no son muchos, gastarlos todos hoy y comprometer a las futuras generaciones. Pero no lo vamos a hacer”, subrayó.
“Sería muy fácil también hoy estar en cadena nacional: yo obligarlos a escucharme hablar todos los días. Y tampoco lo vamos a hacer. O aún mas fácil: con la gobernadora estar inaugurando una obra que no se terminó para sacarnos una linda foto”, apuntó.
Resaltó que a diferencia de anteriores administraciones desde la Nación y la Provincia “modernizamos, tecnificamos, ampliamos la capacidad de esta planta. Y, no es un relato, no es un cuentito, esto es de verdad”.
En tanto, Vidal sostuvo que “ya son 1800 las obras empezadas y terminadas y 1100 en ejecución, que empiezan y se terminan en los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, por primera vez en la historia, sin diferencia política, sin importar quién gobierne, y sin corrupción”.
“Es una obra que nos permite mostrar cuál es el camino que hoy se está discutiendo en nuestro país y en la provincia, representa muy bien la discusión”, enfatizó.
Subrayó que “vale la pena discutir este camino, este camino más largo, más profundo, que como fue muy difícil el último año es más fácil de cuestionar, pero es el de verdad, el que vale la pena, sin cinismo, haciéndolo que hay que hacer y en equipo”.
La construcción de la planta potabilizadora es de 1955, y desde entonces no había recibido trabajos de mantenimiento ni actualización tecnológica.
La planta abastece a los vecinos de Berisso, Ensenada y gran parte de la ciudad de La Plata, como también a las industrias radicadas en el Polo Petroquímico.
La empresa Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA) encaró la puesta en valor del establecimiento en dos etapas.
En la primera los trabajos consistieron en rehabilitar parte de la arquitectura edilicia, eliminar pérdidas de agua y mejorar la seguridad de las instalaciones.
En la segunda el reemplazo de piping, bombas, instalación eléctrica, laboratorio y nueva sala de control y luego la habilitación del centro de capacitación profesional en innovación tecnológica de potabilización de agua.
Con una inversión de 1283 millones de pesos, el objetivo de las obras es alcanzar una capacidad mínima de 15.000 metros cúbicos/horas de agua potable, con calidad controlada y asegurada, superior a los 8000 que producía en la actualidad.
La amplitud de las obras incluye no sólo cambios en los sectores estrictamente productivos, sino también la puesta en valor del edificio central de la planta, que se alimenta de aguas del Río de La Plata.
Se reemplazaron bombas, se renovaron equipos de medición y análisis químicos, y se restauraron las estructuras de hormigón armado de toda la planta, entre otras mejoras.
También se rehabilitaron los floculadores, decantadores y filtros, y se llevó a cabo una limpieza manual de la cisterna de barros, que acumula sedimentos, con la participación de buzos tácticos.
Durante la realización de las obras de mejora y rehabilitación la planta no detuvo su funcionamiento.