El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) organizó una jornada sobre bioeconomía, con el fin de difundir las acciones que está realizando sobre esta temática, coordinada por la Secretaría de Ciencia y Tecnología, la secretaría de Agroindustria y la Bolsa de Cereales.
Se conoce como bioeconomía al conjunto de sectores de la economía que utilizan recursos o procesos biológicos para la producción sustentable de bienes y servicios.
Para dar a conocer las acciones que está llevando adelante el INTI en relación a esta temática, se realizó la jornada “Introducción a la Bioeconomía Argentina”, con la participación de estudiantes del curso virtual.
Durante la jornada, los asistentes pudieron conocer diferentes acciones vinculadas a la bioeconomía que está impulsando el INTI a través de los centros de Energías Renovables, Biotecnología y Lácteos. Además, tuvieron la posibilidad de visitar las instalaciones de los dos últimos sectores.
Una de las áreas desde donde se impulsa la bioeconomía es la Biotecnología Industrial, es decir, el uso de microorganismos o enzimas para la transformación y producción de productos químicos, materiales y energía.
En este sentido, Fabián Nigro, director de INTI-Biotecnología destacó que “Argentina tiene una posición privilegiada en el desarrollo de este sector, fruto de empresarios que decidieron invertir en este tema y de políticas activas que se impulsaron desde el Estado. Estas acciones nos permitieron figurar en el top 20 del ranking mundial de países con mayor cantidad de empresas orientadas a este rubro”.
En relación al desarrollo nacional del sector lácteo, el director de INTI-Lácteos, Gustavo Barbagallo, detalló que “la mayor concentración de empresas del sector se ubica en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires; y que en los últimos años se ha visto un impulso de la productividad gracias a la introducción de mejoras en la cría de vacunos a través de la genética y al bienestar animal”.
Por su parte, José Luis González de INTI-Energías Renovables anticipó que el área de energías renovables va a ser muy dinámica en las próximas dos décadas “no sólo por un cambio tecnológico sino también cultural, donde por ejemplo los usuarios podrán ser partícipes de las redes de energía eléctrica”.