Difundir las características culturales que implican la producción y el consumo responsable de Vino Argentino y sus tradiciones forman parte del convenio interministerial que se pondrá en marcha desde los principales medios audiovisuales y plataformas públicas de comunicación.
El Gobierno y la Comisión Vitivinícola Argentina (COVIAR) rubricaron el acuerdo, en el marco del Plan de Promoción del Vino Argentino Bebida Nacional.
Además, durante un encuentro realizado en la Enoteca de Mendoza, la coordinación del Fondo Vitivinícola Mendoza -Unidad Ejecutora de COVIAR que promueve el consumo del mercado interno- aprobó un presupuesto de un millón 900 mil pesos a tal efecto.
La buena aceptación por parte del público de las diversas acciones de promoción y difusión realizadas hasta el momento, como los festejos en la Ciudad de Buenos Aires, donde el artista Milo Lockett dibujó en vivo ilustraciones en el Obelisco, que fueron inspiradas y dedicadas a la celebración del vino y su cultura; la participación en ferias como la 132° exposición Rural de Palermo y Expoagro; muestras fotográficas y publicidad en la vía pública fueron decisivas a la hora de asignar el nuevo presupuesto.
También se trataron otras propuestas como el proyecto de los Centros de Desarrollo Vitícolas, el proyecto "Observatorio Vitivinícola Argentino", asistencia y financiamiento a pequeños productores e impulsar la promoción de vinos argentinos en los mercados externos.
En la Argentina, el vino evoca una modalidad cultural de consumo moderado, heredado, en parte, por la tradición europea responsable de la incorporación de este cultivo, y consolidado a partir de hábitos sociales propios de nuestra cultura e identidad. Estas características, ubican a la Argentina como el decimocuarto consumidor mundial de vino, con 23,39 litros per cápita (OIV, 2017).
El crecimiento de la vitivinicultura es un factor determinante en el desarrollo de las provincias productoras de vino, que genera actividades relacionadas que inciden en las economías regionales, como el enoturismo, la gastronomía, la hotelería, la generación de otras industrias conexas y actividades de servicios, dando lugar a una cadena competitiva y dinámica.
La producción vitivinícola se destaca por su calidad, diversidad y su extensión geográfica que abarca 17 provincias; y que en 2017, y por la importancia como generadora de empleo con 106 mil puestos de trabajos directos y 279 mil puestos de manera indirecta.