El Gobierno avanza con la ejecución del Plan Maestro de la Cuenca del Río Salado, la obra hídrica más importante de la provincia de Buenos Aires que resolverá el problema de las inundaciones y permitirá recuperar alrededor de un millón de hectáreas productivas.
El Plan tiene una inversión prevista de 1000 millones de dólares y llevará una solución a alrededor de un millón de habitantes que desde hace décadas sufren las consecuencias del desborde de las aguas.
Además, los trabajos también beneficiarán a las provincias de Córdoba, La Pampa y Santa Fe.
Actualmente, el Gobierno trabaja en el tramo IV de la obra, que comprende un total de 200 km, de los cuales los primeros 28 están en plena ejecución desde junio de 2017.
La construcción de este último tramo, que estará terminado en aproximadamente cuatro años, impactará directamente en el escurrimiento del agua, facilitará el dragado del río y evitará en el corto y largo plazo las inundaciones por desbordes.
La inversión conjunta de la Nación y de la Provincia permitió reactivar los trabajos de la última etapa del Plan Maestro del Río Salado que se encontraban inconclusos.
La obra se considera fundamental para recuperar miles de hectáreas productivas y proteger a vecinos y productores de las inundaciones y los efectos del cambio climático y tiene los fondos garantizados para poder terminar en los plazos previstos.
Los trabajos no afectaron a localidades ni obligó al traslado de personas, en tanto que la tierra extraída del río fue llevada a campos de la zona para beneficio de la actividad agropecuaria.