Mauricio Macri puntualizó que la Argentina “necesita que el conjunto de la dirigencia sea creíble y confiable” para que la relación del país con el resto del mundo no esté “solamente planteada desde el Gobierno y su presidente”.
El Jefe de Estado destacó el ascenso del país a la categoría de “mercado emergente”, así como el apoyo del FMI y señaló que “eso lo hemos logrando trabajando juntos los argentinos y con un gran equipo de gobierno que viene batallando”.
Sostuvo que ese avance representa tener mayor cantidad de herramientas para “que más gente pueda invertir, y eso significa más trabajo para los argentinos”.
“Ese es el camino del progreso, de derrotar a la pobreza y de que generemos oportunidades distintas para nuestra clase media”, remarcó.
El Presidente formuló esos conceptos en el acto de toma de jura de los nuevos ministros de Energía, Javier Iguacel, y de Producción, Dante Sica, que se realizó este mediodía en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, con la presencia del jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y otros altos funcionarios de Estado.
Al remarcar que el conjunto de la dirigencia política necesita dar muestras de confiabilidad hacia el mundo, Macri sostuvo que “tenemos que desandar décadas, tal vez 70 años, de incumplimientos, de trampas y de cosa que no funcionaron”.
“Claramente, los que hemos sufrido esas consecuencias fuimos nosotros, más allá de que hayamos dañado o incumplido la palabra muchas veces a lo largo de nuestra historia”, puntualizó.
Dijo que esa situación se produjo a pesar de que “no sólo tenemos recursos naturales, sino recursos humanos valiosísimos”.
“Los argentinos somos buena gente, talentosa y creativa, pero por no haber entendido la importancia de sostener el valor de la palabra hoy tenemos casi un tercio de los argentinos en la pobreza”, remarcó.
“Entonces, creo que todo esto que hemos emprendido nos marca claramente que estamos en el camino correcto”, sostuvo el Presidente.
Resaltó que la sociedad argentina decidió hace casi tres años “emprender juntos el camino del cambio” para “dejar atrás décadas de frustraciones, de mentiras y de sueños truncos” para llevar a cabo los objetivos de crecimiento y de progreso.
Señaló que durante ese tiempo hubo “una mala cultura y ejercicio del poder en forma prepotente, hasta casi mafiosa”.
“Y la verdad es que nos quedaron unas cuantas herencias, hipotecas económicas, que vamos resolviendo”, indicó.
Dijo que “cada vez somos más los que estamos convencidos de que no hay absolutamente nada que los argentinos, juntos, no podamos resolver”.
Advirtió que alcanzar esas metas “no significa que sea fácil, sino que si estamos juntos y ponemos nuestra capacidad vamos a ir encontrando soluciones a cada uno de los problemas”.
“Para eso también entendimos que necesitábamos otros valores, como la verdad, que significa poner los problemas sobre la mesa; la transparencia, que es poner al estado al servicio de la gente y no de la política” y “terminar con la corrupción”.
Puso de relieve que “una herramienta fundamental es el diálogo porque todos queremos vivir mejor. El tema es escucharnos y encontrar cuál es el mejor camino”.
Sostuvo que “lo que hemos hecho durante estos dos años y medio de gobierno ha sido mucho, por más que falte muchísimo más, y eso ha generado entusiasmo y bastante confianza en el mundo entero”.
“Ayer pasaron dos cosas tan importantes como la aprobación por todos los accionistas del Fondo Monetario Internacional de un plan de apoyo para trabajar en conjunto, inédito en el monto y en el plazo en que se concedió, que nos va a permitir fortalecer el crecimiento”, dijo.
“Esas bases sobre las cuales también se hacen los edificios que uno no las ve pero están ahí. Y por eso los edificios duran por mucho tiempo”, afirmó.