Durante el cuarto mes del año, el déficit fiscal primario se redujo a la mitad en relación al mismo período del año anterior.
El sector público Nacional tuvo un déficit primario de 10.342 millones de pesos, mostrando una disminución de 44,6 por ciento, y cumpliendo tres meses consecutivos de baja.
En tanto, el pago de intereses de la deuda pública tuvo un incremento de 9,1 por ciento interanual, mientras que el déficit financiero fue de 43.459 millones de pesos, 11,3 por ciento menor que el observado en abril de 2017.
Asimismo, por décimo mes consecutivo, los recursos -excluyendo a los extraordinarios como el sinceramiento fiscal o las rentas transferidas por el Banco Nación- se expandieron por encima de los gastos por más de cinco puntos.
Los ingresos totales alcanzaron los 192.963 millones de pesos, creciendo 20,9 por ciento anual.
Los recursos tributarios alcanzaron los 169.214 millones de pesos y se expandieron al 13,6 por ciento anual.
Esta suba se explicó en mayor medida por los impuestos ligados a la actividad económica y el empleo, destacándose la performance del IVA (+33,9 por ciento anual), de créditos y débitos (+65,8 por ciento anual), y de los aportes y contribuciones a la seguridad social (+25,9 por ciento anual).
En conjunto, estos tres impuestos explicaron más del 80 por ciento de la mencionada suba en los recursos totales.
Los gastos primarios volvieron a desacelerarse en abril, mostrando el menor crecimiento del año (+14,1 por ciento interanual), y totalizaron 203.306 millones de pesos.
En términos reales, representan el menor nivel para el cuarto mes del año desde abril de 2012.
La disminución anual que se observó en los subsidios económicos (-17,6 por ciento) y el déficit operativo de empresas públicas (-96 por ciento) explicó gran parte de la contención de las erogaciones primarias.
Por su parte, el gasto de capital también mostró una disminución en la comparación interanual (-24,6 por ciento).
En tanto, las transferencias a las provincias, tras dos meses de reducción en la comparación interanual, aumentaron 10,5 por ciento.
Las prestaciones sociales registraron en abril un incremento de 30,2 i.a. impulsadas por las jubilaciones y pensiones (31,3 por ciento i.a.), las prestaciones del PAMI (39,8 por ciento i.a.) y el resto de los programas sociales (64 por ciento i.a.).
Las mismas representaron casi 60 por ciento del gasto primario (en igual mes de 2017 su participación había sido de 52 por ciento).
Finalmente, el gasto en personal volvió a crecer a un ritmo similar al registrado en marzo (+19,1 por ciento i.a.), algo por debajo de las transferencias a universidades nacionales (22,5 por ciento i.a.).
En el primer cuatrimestre del año, el déficit primario fue de 41.343 millones de pesos, disminuyendo 31,1 por ciento en relación a igual período de 2017.
Esta reducción fue producto de un diferencial entre el crecimiento de los recursos, que totalizaron 765.002 millones de pesos, y los gastos primarios, que se ubicaron en 806.345 millones de pesos, de cuatro puntos porcentuales (+22 por ciento vs. 17,3 por ciento).
Si se excluyen los recursos extraordinarios, el diferencial del crecimiento se amplía a más de 13 puntos.
Al computar el pago de intereses de la deuda pública el resultado financiero fue de -134.982 millones de pesos, creciendo 12,8 por ciento en términos nominales, pero mostrando un retroceso tanto en términos reales como en relación al PBI.
El mes pasado el Gobierno nacional decidió reducir en 0,5 puntos porcentuales del PBI la meta fiscal de déficit primario para 2018, ubicándola en 2,7 por ciento del PBI.
En los primeros cuatro meses del año el déficit primario fue de 0,3 por ciento del PBI (utilizando el PBI nominal del Presupuesto 2018), la mitad del 0,6 por ciento registrado en el primer cuatrimestre de 2017.