El Gobierno nacional continúa ayudando a las autoridades de Salta con la entrega de insumos de primera necesidad a los pobladores afectados por la crecida del río Pilcomayo y colabora en el tendido de puentes de emergencia para restablecer la conectividad en los puntos donde el agua interrumpió la circulación vial.
Intervienen en la asistencia los Ministerios del Interior, de Desarrollo Social y de Salud; el Ejército, Gendarmería, Prefectura, Vialidad Nacional y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
El secretario de Protección Civil del Ministerio de Seguridad de la Nación, Emilio Renda, señaló que el Gobierno reforzó el abastecimiento a las familias que quedaron aisladas con la utilización de helicópteros que complementan las acciones de la Provincia.
Vialidad Nacional instalará en las próximas horas un puente portátil prefabricado proveniente de Jujuy y el Ejército traerá otro desde la capital salteña para sortear un eventual corte de la ruta provincial 13, un poco más al sur, por la crecida del río Bermejo.
El nivel del Pilcomayo superó ayer a los 7,25 metros, su pico histórico, y generó el desborde de un tramo de la ruta provincial 54 a la altura del kilómetro 110, único acceso terrestre al municipio de Santa Victoria Este, la zona más comprometida por el agua.
Los efectivos federales realizan relevamientos y tareas de asistencia en los parajes más castigados junto a agentes de la policía, bomberos y Defensa Civil.
El Ministerio de Salud envió partidas de suero antiofídico para atender posibles mordeduras de serpientes, mientras que la cartera de Desarrollo Social despachó tirantes, colchones, frazadas, elementos de higiene personal y módulos de alimentos.
El Comité de Emergencia está conformado en la ciudad de Santa Victoria Este, en el extremo norte de esa provincia, por los organismos nacionales, provinciales y ONGs que se encuentran trabajando en la asistencia.
Renda señaló que se constituirá una mesa para establecer los mecanismos de recuperación de las zonas afectadas como sucedió con otras ciudades que sufrieron las consecuencias de catástrofes climáticas.
Dijo que en ese ámbito se definirán “las necesidades y se realizarán de forma coordinada las obras y acciones estratégicas que se requieren para reducir los efectos de eventos adversos en la provincia”.
Subrayó la importancia de haberse creado el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), que permite ahora trabajar para asistir en las emergencias y en la prevención.
Resaltó el “trabajo inédito” que realiza la Secretaría de Protección Civil para avanzar en un Plan Nacional de Riesgos de Desastres.
Precisó que esta iniciativa, que se deberá aprobar en el próximo Consejo Federal que reúne a todas las provincias, posibilitará “poner en ejecución, por el plazo de cinco años, distintas medidas, políticas estratégicas y obras para la reducción del riesgo”.
“Nuestro interés es coordinar a todos los ministerios de la Nación con las provincias y aunar todos los esfuerzos a través de un plan de largo plazo”, apuntó.