El Gobierno está ejecutando más de un centenar de obras en todo el país para prevenir inundaciones y mitigar los efectos del cambio climático en el marco de un programa que se propone como objetivo "revertir un largo período sin inversión ni planificación" en este tipo de infraestructura, lo que ha aumentado la vulnerabilidad frente a estos fenómenos, advirtió hoy el subsecretario de Recursos Hídricos, Pablo Bereciartua.
Solamente para la Cuenca del Salado, que se encuentra en una situación crítica casi en su totalidad, está previsto hacer inversiones por 1.000 millones de dólares, precisó el funcionario, cuya Subsecretaría depende del Ministerio de Interior, Obras Públicas y Vivienda.
El Gobierno ya licitó la fase 1A de la etapa 4 del Salado y suscribió tres contratos por 100 millones de dólares para la realización de obras que se pondrán en marcha apenas bajen las aguas en las zonas inundadas.
Esta semana se publicarán licitaciones que contemplan una inversión de otros 100 millones de dólares para realizar obras a la altura de Bragado, que van a permitir hacer 70 kilómetros nuevos de canalización.
“Estamos trabajando en conjunto con la provincia de Buenos Aires para poder finalizar las obras en todo el río Salado, y ya se ha conseguido el financiamiento del Banco Mundial para el tramo 4.1.B, que serán otros 300 millones de dólares”, añadió el subsecretario.
Anticipó que se está trabajando, además, para hacer un llamado a licitación antes de fin de mes para el resto de la etapa 4, entre Roque Pérez y Bragado, por otros 500 millones de dólares.
Bereciartua dijo que esta cifra “representa un máximo histórico” y subrayó que “hoy el Gobierno tiene un plan de infraestructura que ya se está ejecutando con obras que se prometieron hace décadas".
“Estamos ejecutando más de 100 obras en todo el país sin importar el color político de cada provincia ,porque el cambio climático es una realidad y una prioridad del Gobierno", apuntó.
Las obras hídricas proyectadas por el Gobierno para erradicar las inundaciones, que hoy afectan a más de 10 millones de hectáreas rurales en todo el país, abarcan a 22 provincias, y la mayoría de ellas se encuentra en marcha.
En este sentido el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, recordó que cuando el Gobierno comenzó la gestión "había muy pocas obras para prevenir el impacto del cambio climático”, y explicó que en muchas zonas los trabajos no pudieron comenzar por la gran cantidad de lluvia y el agua acumulada.
"Empezamos a hacer las obras que nunca se hicieron y que van a garantizar que en el futuro ya no se inunden más las ciudades ni los campos", remarcó.
Se encuentran en ejecución, entre otras obras, los trabajos en la Defensa Sur en Concordia y en la Defensa Norte en Concepción del Uruguay y en Villa Paranacito (Entre Ríos), y el saneamiento del Canal San Antonio, en la frontera entre Santa Fe y Córdoba.
A su vez, el Fondo de Emergencia del Ministerio de Agroindustria, que este año cuenta con un presupuesto de 500 millones de pesos, se encuentra asignado a la fecha en un 96 por ciento entre lo que está ejecutado y en circuito administrativo.
Estos recursos están destinados a la construcción y mejora de caminos rurales y canales, créditos y asistencia con un alcance a más de 10 mil productores, alrededor de 500 tambos y 140 escuelas rurales, mediante un trabajo conjunto con los municipios y las provincias.
Hasta el momento la cartera declaró la emergencia agropecuaria para 17 provincias por múltiples eventos climáticos, como inundaciones, granizo, heladas, nevadas y sequías: Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Río Negro, Mendoza, Formosa, Chaco, Corrientes, La Rioja, Santa Cruz, Jujuy, San Juan, Misiones, Catamarca, Tucumán y Misiones.
El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, expresó su preocupación por la actual situación y señaló que "durante muchos años se dejaron de hacer obras de infraestructura hidráulica para menguar este tipo de fenómenos”.
Por otro lado, la Secretaría de la Protección Civil del Ministerio de Seguridad articuló con las provincias que integran la zona núcleo -
Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa- y los ministerios y dependencias nacionales que tienen injerencia, una mesa de trabajo para avanzar en obras de rápido impacto con el objetivo de lograr soluciones definitivas a esta problemática.
A través del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil (SINAGIR), se destinaron fondos para la realización de obras que tendrán por objetivo la protección de cascos urbanos por excedentes hídricos y el alteo de caminos a fin de evitar el aislamiento en las ciudades bonaerenses de General Villegas, Carlos Tejedor, Rivadavia, Pellegrini, Junín, Bragado y Ameghino.
También se destinaron los fondos solicitados por la provincia de La Pampa para la construcción de un terraplén en la localidad de Rancul, que actualmente se encuentra aislada debido a que las rutas nacionales 5, 35 y 188 se encuentran cortadas por agua en la calzada.
Agentes de Vialidad Nacional trabajan en el lugar bajo la coordinación de Defensa Civil provincial y municipal.
La semana pasada, el Gobierno suscribió un convenio para avanzar en la construcción de nuevos desagües y la instalación de bombas para facilitar el desagote de agua en la ciudad pampeana de Santa Rosa a través de una inversión de 20 millones de pesos.