El Gobierno presentó la primera vacuna biológica aviar totalmente desarrollada en el país, que permitirá sustituir importaciones, como resultado de un trabajo conjunto entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y un laboratorio privado.
Este avance biotecnológico posibilitará comercializar localmente dosis para una producción nacional de más de 725 millones de aves al año con destino a faena y resguardar la actividad avícola.
La vacuna previene contra la Enfermedad Infecciosa de la Bursa (IBD), también conocida como Gumboro, un mal endémico en el país que causa inmunodepresión en los pollos con una alta tasa de mortalidad.
Especialistas del Instituto de Biotecnología (IB) del INTA Castelar iniciaron hace 20 años las investigaciones hasta obtener el producto que será comercializado por el laboratorio privado INMUNER, una PyME radicada en Concepción del Uruguay, Entre Ríos.
Al encabezar el acto de presentación en la cartera de Agroindustria, el ministro Ricardo Buryaile destacó las políticas de Estado “que permiten que la interacción pública-privada genere productos de los que todos estamos orgullosos”.
Puso de relieve que la labor de los equipos del INTA, del laboratorio, y de los Ministerios de Agroindustria y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva “hace posible que el desarrollo científico nos ponga en un pedestal de crecimiento de la producción y la tecnología argentina”.
Del acto participaron también el titular del INTA, Amadeo Nicora; el subsecretario de Estudios y Prospectiva del Ministerio de Ciencia, Jorge Raúl Robbio, y el presidente del Laboratorios INMUNER SA, Raúl Novella.
El presidente del INTA, Amadeo Nicora, señaló, a su vez, que la misión de esa institución “es trabajar con los conocimientos que se transforman en innovación en los territorios para apuntalar el desarrollo de nuestro país”.
El primer lote de control de 500.000 vacunas R-VAC INMUNER IBD aprobadas por el Senasa será comercializado por el laboratorio y reportará el cobro de regalías para el INTA.
Este avance del sistema científico y tecnológico argentino aporta protección luego de la aplicación de una única dosis al día de edad de las aves, a través de prácticas de inmunización masiva que se utilizan en la industria avícola.