Investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) descubrieron que una droga ya conocida podría ser utilizada para combatir el cáncer de próstata.
El trabajo fue desarrollado por el doctor y docente de la UBA Felipe Jaworski, la directora del Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Iquibicen), Elba Vázquez, y el investigador de ese instituto, Diego Laderach, y fue publicado por la revista Clinical Cancer Research.
A diferencia de la mayoría de las terapias actuales, que tienen como blanco las células tumorales, la investigación se centró en el microambiente que rodea a esas células y que permite el crecimiento y la diseminación del tumor a través del desarrollo de nuevos vasos sanguíneos.
El proyecto de investigación logró demostrar en su trabajo con ratones de laboratorio cómo el acondicionamiento de ese microambiente con una molécula llamada hemina logra limitar el desarrollo del cáncer de próstata.
La hemina inhibe la formación de nuevos vasos sanguíneos con un efecto doble: por un lado, las células tumorales dejan de recibir los nutrientes que necesitan para crecer y seguir dividiéndose, y por el otro, no pueden trasladarse a otras partes del cuerpo usando la sangre como vehículo.
La hemina es un fármaco que se usa actualmente para el tratamiento de la porfiria aguda intermitente, por lo que como ya se está usando para tratamientos médicos, cuenta con las aprobaciones necesarias para su uso en humanos.