La producción de aceite de girasol alcanzó las 377.468 toneladas en el primer trimestre de 2017, lo que significa un incremento del 3,3 por ciento respecto de igual período del año anterior, informó el Ministerio de Agroindustria.
En tanto, la molienda de la oleaginosa alcanzó las 929.008 toneladas con un crecimiento del 4,2 por ciento en igual tramo comparativo.
La siembra de girasol para la campaña 2016/17 aumentó 17,8 por ciento y se estima que la cosecha alcanzará las 3.300.000 toneladas, de las cuales la molinería lleva compradas ya más de la mitad.
El aumento de la siembre confirma una dinámica productiva y comercial promovida por la eliminación de las retenciones, los cupos de exportación y la unificación del tipo de cambio.
La Argentina está posicionada como el cuarto país productor de aceite de girasol, es el tercer exportador mundial de aceite crudo y el decimotercero de refinado.
La producción promedio en el país es de 1.158.000 toneladas, que se reparten en partes iguales entre la exportación y el consumo doméstico.
El aceite de girasol nacional es considerado a nivel internacional de excelente calidad comestible por su elevado tenor de ácidos grasos insaturados (oleico y linoleico).
Los principales destinos de las exportaciones de aceite crudo son China, India, Malasia y Egipto, que juntos concentraron aproximadamente el 50 por ciento de los envíos en valor del año 2016.
En tanto que las ventas al exterior de aceite de girasol refinado se destinaron principalmente a Chile y Paraguay en el mismo año.
En lo que respecta al mercado local, la producción se destina únicamente al consumo de mesa con un promedio de unos 13 kilogramos al año por habitante.