Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) confirmaron que los extremos superior e inferior de la bandera concebida por Manuel Belgrano, en el siglo XIX, eran azules.

 

Así se desprende de un estudio que realizaron científicos del Centro de Química Inorgánica (CEQUINOR, Conicet - UNLP), junto a investigadores de la Universidad de Federal de Juiz de Fora (Brasil), quienes analizaron espectroscópica y químicamente hebras de la bandera argentina que según algunos historiadores es la más antigua que se conserva, la del Templo de San Francisco en la provincia de Tucumán.

Tras los estudios, los expertos concluyeron que los extremos superior e inferior eran azules, más precisamente de un tono correspondiente al pigmento azul de ultramar.

La bandera analizada había sido ordenada por Bernabé Aráoz, primer gobernador intendente de Tucumán y síndico del Templo de San Francisco en aquella provincia, y en la insignia podía leerse en letras mayúsculas y amarillas: ‘A la Escuela de San Francisco, Tucumán 1814, Donó Bernabé Aráoz’.

Si bien esa no fue la bandera que se izó por primera vez en febrero de 1812 a orillas del río Paraná, hay motivos para creer que Aráoz había tomado el modelo de su creador, ya que eran cercanos: fue el tucumano quien tras el Éxodo Jujeño lo habría convencido a Belgrano para enfrentar las tropas realistas en su provincia y no en Córdoba, como había ordenado el Primer Triunvirato.

Debido a que las muestras a las que tuvieron acceso los investigadores están lejos de conservar su color original, los investigadores tuvieron que proyectar los colores originales a través de la detección de los componentes de las muestras mediante fluorescencia de rayos X, espectroscopia Raman y análisis químicos.

Además, el análisis de los materiales también permitió constatar que se realizaron sobre la bandera tratamientos para intentar protegerla de la acción corrosiva del tiempo.