El presidente Mauricio Macri manifestó su "indignación" por el crimen de la joven Micaela García en la provincia de Entre Ríos y apoyó el pedido del ministro de Justicia, Germán Garavano, para que el juez de ejecución penal Carlos Rossi abandone sus funciones.
"Un juez cuando asume la responsabilidad de ser juez tiene que entender la dimensión del poder que él tiene y que es para ayudar a la comunidad y no para sostener caprichos ideológicos", advirtió Macri esta mañana en declaraciones a Radio Mitre. "Habló el ministro conmigo y lo apoyo. Tenemos que entender que hay que cuidarnos entre los argentinos, porque la vida es algo único", sostuvo el Presidente al ser consultado sobre el pedido de Germán Garavano para que el juez abandone el cargo.
El ministro de Justicia consideró que Rossi debería dejar sus funciones o ser enjuiciado políticamente "si no renuncia por propia voluntad", tras cuestionar su decisión de excarcelar a un condenado por abusos sexuales que ahora está detenido por el crimen de Micaela García en Gualeguay.
Macri afirmó que frente al clima de "indignación" que generó este caso en la comunidad corresponde "trasmitir un mensaje contundente y claro como el del ministro pidiéndole la renuncia al juez".
"O el sistema se equivocó o él no entendió la dimensión de esta tarea, pero este tipo de jueces no los podemos tener", remarcó.
Dijo que "no podemos tener un juez" que cuando se trata de delitos contra la vida "cree que es algo que es opinable lo que uno puede hacer".
"Uno tiene que estar seguro de las decisiones que toma", subrayó.
Macri apuntó finalmente que "habrá leyes que podamos sacar y mejorar, sin duda, pero las leyes que tenemos son suficientes para que los jueces hoy nos cuiden".
El Jefe del Estado destacó la importancia de mejorar el funcionamiento de "cada poder, cada trabajo y cada roll en la sociedad, porque cuando hay uno que no cumple, cuando hay uno que estafa al sistema, al final del día lo pagamos todos".