Un grupo de militares argentinos participó del proceso de desarme de casi 5.000 guerrilleros pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército del Pueblo (EP) que habían firmado un histórico Acuerdo de Paz con el gobierno de ese país.
Forman parte del cuadro de observadores internacionales que, al mando del general de división Javier Antonio Pérez Aquino, tienen la misión de verificar el cese del fuego y de las hostilidades y el desarme de la guerrilla.
Entre el 28 de enero y el 28 de febrero de este año los militares acompañaron a los guerrilleros hasta el lugar de desarme con la ayuda de camiones, camionetas, motos, ambulancias y embarcaciones fluviales.
También contaron con seguridad proporcionada por la Policía y las Fuerzas Armadas colombianas.
En noviembre último, el Gobierno de Colombia y las FARC-EP firmaron un acuerdo en Bogotá para dar por finalizado un conflicto que duró más de medio siglo, provocó 250.000 muertos, 40.000 desaparecidos y seis millones de desplazados internos.
La misión de paz de las Naciones Unidas está integrada por observadores internacionales, encargados de verificar que se cumplan con los términos del acuerdo de paz.
Argentina, por su parte, posee la mayor cantidad de observadores desplegados, con 94 efectivos.
Además de monitorear el cese del fuego, la misión supervisa que se respeten los derechos humanos de la población civil en las zonas de conflicto, la atención médica, el abastecimiento de alimentos, medicamentos y alojamiento y las comunicaciones a la guerrilla por parte del gobierno.