El Ministerio de Agroindustria de la Nación realizó un aporte para mejorar la velocidad del proceso y la calidad final de los productos que elabora una cooperativa catamarqueña, dedicada a la manufactura de cueros.

Se trata de la cooperativa El Kakán, ubicada en el departamento de Tinogasta, y que da trabajo a unas 30 personas, e indirectamente la actividad involucra a todos los productores de cabritos de la región.

"Desde el Ministerio se realizó un aporte para que la cooperativa, que tiene una muy buena oferta de cueros estacionales, pueda almacenarlos y comprar un fulón (una máquina que se utiliza en el proceso de curtido) para mejorar la velocidad del proceso y también la calidad final, y hoy se ven resultados de que el proyecto es viable", explicó el subsecretario de Bioindustria, Mariano Lechardoy.

Actualmente, tras un trabajo de capacitación con técnicos de Agroindustria y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), los cooperativistas realizan los procedimientos de curtido libres de cromo, con un claro sentido del cuidado del medioambiente.

"Hace un tiempo que veníamos trabajando en todo lo que es cuero, pero prácticamente no producíamos cuero curtido, sino más bien cuero crudo y se pagaba muy poco, hasta que comenzamos con la gente del INTI. Ahora, con un curtido totalmente orgánico, logramos que el cuero crudo que se estaba pagando 25 pesos hoy se esté pagando 80 pesos", explicó el presidente de la cooperativa, Arístides Carrizo.

El Ministerio también trabaja junto a la cooperativa para que puedan lograr la confección de pequeñas piezas que se puedan vender en el ámbito urbano, como cuadernos y agendas.