El jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó que el Gobierno "tiene claro que el diálogo responsable es el camino para resolver" la discusión sobre el proyecto de ley que reforma el impuesto a las Ganancias y destacó la importancia de que haya "un marco de racionalidad" cuando se analizan asuntos "tan sensibles como la política fiscal y tributaria".
En declaraciones a Radio Metro, Peña recordó que en el tema Ganancias "este año hemos mejorado en 50.000 millones de pesos la devolución" del impuesto con el aumento del mínimo no imponible "en más del 100 por ciento".
Sostuvo que esto "generó una mejora del ocho por ciento en el salario de bolsillo de los trabajadores que pagan" el tributo e indicó que "para el segundo año estamos proponiendo una mejora en las escalas para que vaya siendo progresivo y más justo".
"Todo eso en el contexto de un plan gradual que estamos haciendo con todas las variables entendiendo que estamos en una situación económica delicada y que tenemos que ir encontrando ese camino hacia el equilibrio fiscal y hacia la baja de la inflación", agregó.
El Jefe de Gabinete advirtió que el dictamen que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados la semana pasada da mensajes "contradictorios que son muy malos para el sistema impositivo".
Señaló, respecto de ese proyecto de la oposición, que "hace tres meses el Congreso derogó un impuesto que ahora lo vuelven a proponer, además de que los gobernadores peronistas pidieron sacar los impuestos a las mineras y los están promoviendo de vuelta".
"Esas contradicciones son muy malas para el sistema impositivo, porque al final del día el sistema impositivo es algo que van a mirar también los que van a invertir, los que van a generar trabajo y van a poner fábricas", indicó.
Peña previno que ese tipo de situaciones "terminan siendo poco serias" para la imagen del país, porque "no se pueden cambiar las reglas de juego cada dos meses".
El Jefe de Gabinete aclaró, además, que el Gobierno nunca le cerró la puerta a una negociación cuando el tema se trató en la Cámara de Diputados.
Pero sostuvo que no hubo "discusión posible cuando vimos que esto pasaba de lo racional".
"Si vos no tenés un marco de responsabilidad y racionalidad en el debate es mejor no discutirlo, porque entrás en una discusión que parecería ser un 'toma y daca' en unas de las cosas más sensibles que hay en la política económica, que tiene que ver con la política fiscal y tributaria", afirmó.
Advirtió que debatir en esas condiciones es "faltarle el respeto a la gente", porque la discusión termina reduciéndose a "tirar consignas".
Peña puso de relieve, en cambio, que este año en muchas ocasiones el Congreso "dio muestras de que se puede debatir seriamente".
"Presentamos proyectos que fueron muchos y muy importantes, y se sancionaron, incluso mejorados por la oposición; y muchos proyectos que presentaron ellos los tomamos nosotros y les agregamos cosas, y los acordamos", señaló.