El presidente Mauricio Macri y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ratificaron la decisión de fortalecer la agenda de trabajo común entre la Argentina y la ONU durante una reunión que mantuvieron en la Casa de Gobierno.
Macri sostuvo que la Argentina ha emprendido “una etapa de cambio”, que tiene entre sus ejes más importantes la decisión de ser “un activo participante en el escenario global para contribuir a la solución de los distintos desafíos”.
Por su parte, Ban Ki-moon afirmó que es “alentador ver de qué manera las prioridades nacionales de la Argentina se están alineando con las prioridades de desarrollo de Naciones Unidas, especialmente los objetivos de desarrollo sostenible”.
Macri y Ban Ki-moon se pronunciaron en esos términos en una declaración conjunta que ofrecieron a la prensa en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno luego de la audiencia.
El alto jefe diplomático agradeció especialmente la decisión de la Argentina de recibir refugiados sirios. “La Argentina en este sentido está manifestando un alto grado de compasión y de generosidad en su liderazgo para con las personas que necesitan ese tipo de apoyo, y agradezco mucho que esto sea así”, afirmó.
Ban Ki-moon destacó, además, la participación de la Argentina en la misión de las Naciones Unidas en Colombia.
Recordó que actualmente “nos encontramos en el proceso de enviar una misión compuesta por observadores que van a ocuparse de monitorear el histórico acuerdo de cese de fuego entre el Gobierno colombiano y las FARC”.
“Nos complace mucho tener al general Javier Pérez Aquino, de la Argentina, como observador principal en el marco de esta misión”, dijo el secretario general de la ONU.
Macri y Ban Ki-moon dialogaron sobre estos temas durante una audiencia celebrada en el despacho presidencial, de la que participaron también el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la canciller, Susana Malcorra, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.
Además, el Presidente agasajó al secretario general con un almuerzo servido en el Museo Casa Rosada, y lo condecoró con la entrega de la Orden del Libertador General San Martín en el grado de Gran Cruz.
Durante el brindis previo al almuerzo, Ban Ki-moon agradeció la hospitalidad de las autoridades argentinas y manifestó su reconocimiento personal a la canciller Susana Malcorra por la labor que desempeñó a su lado en las Naciones Unidas como Jefa de Gabinete de la Secretaría General. “Era una asesora de primer nivel”, dijo.
Macri señaló a Ban Ki-moon que la adhesión de la Argentina al acuerdo sobre Cambio Climático aprobado en la cumbre de Paris, que se celebró a fines del año pasado, está en proceso de ser aprobada y ratificada por el Congreso.
Sostuvo que “creemos, como el mundo entero, que hay que preocuparse y ocuparse” de llevar adelante las políticas necesarias para mitigar los efectos del calentamiento global.
Macri también comunicó al secretario general que el próximo 20 de septiembre participará por primera vez como Presidente de la Nación de la asamblea general del organismo, en Nueva York, y manifestó el deseo de “poder compartir una vez más", en ese marco, estos compromisos “junto a usted y a su equipo”.
Ban Ki-moon, en tanto, ponderó la decisión del Gobierno argentino de lanzar recientemente el Plan Nacional contra la Violencia de Género y elogió al país “por su solidaridad y su compromiso con los derechos humanos y las cuestiones humanitarias”.
También destacó la tarea cumplida por la abogada argentina Silvia Fernández de Gurmendi al frente de la Corte Penal Internacional y la labor de los Cascos Blancos, una iniciativa argentina, por haber estado siempre dispuestos “a poner en riesgo sus vidas para apoyar a quienes necesitan ayuda humanitaria”.
Respecto de la crisis de los refugiados, Ban Ki-moon señaló que la asamblea general de Naciones Unidas analizará ese tema en una cumbre y advirtió que la situación “ya es incontrolable”.
Dijo que el flujo masivo de refugiados “ha llegado a 65 millones de personas que han debido huir por todo el mundo, ya se trate de Siria, de Irak, de Pakistán, de Libia y de otros lugares, el sur de Sudán, Somalia”.
“Es una situación que es insostenible y nos estamos ocupando de trabajar en ella para ver de qué manera podemos, a nivel global, trabajar con el tema sobre la base de la responsabilidad compartida”, subrayó.