El Senado aprobó la Ley Autopartista Nacional, que busca lograr más inversiones para aumentar los componentes nacionales en la producción automotriz y generar 30.000 nuevos puestos de trabajo. Incluye a productores de maquinaria agrícola y vial autopropulsada.
El proyecto establece como incentivo principal para las terminales autopartistas un bono electrónico de crédito fiscal para el pago de impuestos nacionales por un monto proporcional al valor de compra de autopartes locales: por cada punto de incremento en la integración nacional el beneficio aumentará 0,6 puntos.
El proyecto de ley fue desarrollado originalmente por el diputado Oscar Romero, del bloque Justicialista, y trabajado por el Ministerio de Producción junto a diputados de diversas fuerzas políticas, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Sector Automotriz (SMATA), las PyMEs del sector y las terminales automotrices.
Las automotrices recibirán una ayuda fiscal que va del 4 al 15 por ciento del valor de las partes y piezas adquiridas en el país si cumplen como una serie de requisitos: que se trate de autos que las automotrices decidan producir solo en la Argentina y que el contenido mínimo nacional, medido pieza por pieza, sea mayor o igual al 30 por ciento en autos y al 25 por ciento en utilitarios.
Además, las empresas que adhieran al sistema deben comprometerse a no reducir su plantel de trabajadores.
Otros incentivos que establece la ley son:
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Eliminación de los derechos de importación con origen extrazona para operaciones destinadas a la compra de moldes y matrices.
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Creación del Consejo Consultivo del régimen como un espacio para fortalecer la coordinación público-privada en torno a la aplicación del presente.
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Aquellas empresas que acrediten el desarrollo de proveedores y su internacionalización pueden obtener beneficios adicionales.