El presidente Mauricio Macri participó este domingo de la misa que se realizó en el Hipódromo de San Miguel de Tucumán. Allí, durante la lectura de una oración por la Patria, Macri abogó en favor de "vencer todas las formas de pobreza, erradicar la corrupción en todas sus manifestaciones y proteger la vida desde su concepción hasta la muerte".
En el marco del cierre del XI° Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Tucumán, el Presidente invocó a "nuestro Señor Jesucristo para cuidar la naturaleza de nuestra casa común y para convivir en paz con todos los pueblos de la tierra". "Todo te lo pedimos confiando en la intercesión de la Virgen tan amada por nuestro pueblo y que nos acompaña desde siempre en Tucumán”, señaló el mandatario.
Asimismo, Macri agradeció a todos los tucumanos por su hospitalidad y finalizó su oración con una exclamación: "Viva la patria, viva el amor" ante la multitud que asistió a la misa que estuvo a cargo del cardenal Giovanni Battista Re, el delegado enviado especialmente por el Papa Francisco.
Previamente, el Presidente mantuvo un encuentro con el representante pontificio quien afirmó en su homilía que "la Eucaristía es Cristo mismo que se hace nuestro compañero en el camino de la vida". "En este mundo desorientado estamos llamados a reaccionar frente a las dificultades de nuestro tiempo", sostuvo el cardenal Battista Re y agregó que "este Congreso es un llamado a no tener miedo de llamarnos cristianos" frente a una cultura que "quiere imponer modelos de vida sin Dios; sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro".
Participaron del encuentro la vicepresidente Gabriela Michetti, el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, el titular del Plan Belgrano, José Cano; el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y el subsecretario del área, Alfredo Abriani.
Entre los representantes eclesiásticos estuvieron presentes el nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Emil Paul Tscherring; el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, y el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca.