Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei, en el Encuentro de los Líderes en El Cronista
Buenas tardes, es para mí un verdadero placer estar aquí. Recién en la previa estábamos hablando y con Horacio y con Hernán nos acordábamos de cosas que han pasado a lo largo de estos años. Y tuvieron la deferencia de hacerme unos muy lindos regalos, uno es la primera tapa del Cronista Comercial; el segundo regalo es mi primer nota en El Cronista Comercial. Así es que eso también fue muy interesante y lo más interesante es que me regalaron la tapa del 10 de diciembre del 24, donde justamente demoledora a la tapa, decía que estábamos frente a una crisis y la forma en la cual la íbamos a enfrentar era haciendo un tremendo ajuste. Bueno, dije la verdad. Pero para mí es un placer enorme todas las veces que he podido participar de este evento lo he hecho y voy a tratar de seguir haciéndolo, porque me siento como en casa y me siento entre amigos. Así es que, más que nada quiero darle las gracias por haberme invitado nuevamente y lo único que ha cambiado es solamente el rol, pero digamos, la amistad sigue siendo la misma de siempre y eso vale muchísimo más, porque éramos amigos de antes. Ahora es fácil tener amigos, pero en ese momento no. Así que gracias Horacio, gracias Hernán y gracias a todo El Cronista Comercial por tanta generosidad para conmigo.
Hoy quiero hablar sobre lo que entiendo yo por liderazgo, cualidad de la que me tocó aprender bastante muy rápido y tarde en mi vida. Un curso acelerado, podríamos decir, porque cuando emprendí está cruzada por las ideas de la libertad no imaginaba ni mucho menos buscaba la Presidencia de la Nación como un posible desenlace. Esto lo he contado algunas veces: estábamos a fines del año 2018 en New York City festejando que se lanzaba a la política mi querido amigo el profe Espert. Y entonces en un momento viene el profesor Alberto Benegas Lynch hijo, nuestro máximo prócer de las ideas de la libertad, me lleva a un costado y me dice: “pero usted no se va a meter en esto, mire que lo necesitamos en la batalla cultural”. Yo le dije “no profe, ni en pedo”. Por lo tanto les pido que tampoco me pregunten qué va a hacer mi hermana, porque si no lo supe conmigo, imagínense con mi hermana. Con Adorni tampoco, porque tampoco lo sé, depende de Adorni. Pero, básicamente fue la gente quien eligió que hoy esté donde estoy y a ellos a quién me debo. Fue una decisión de la gente, las circunstancias me llevaron. No son tan románticas como la gente cree. Porque básicamente era víctima de una persecución durante el gobierno anterior y eso básicamente estaba limitando mis ingresos y por eso tuve que empezar a buscar otros horizontes y me di cuenta que la única forma de, digamos, enfrentar a los políticos es meterse en la arena de la política. Muchas veces digo que cuando uno va a ver un partido de Argentina es muy lindo, las tribunas son muy lindas, los cánticos son muy lindos, todo es muy lindo, pero por más fuerte que ustedes griten la pelota no se mueve. Está la pelota ahí en el medio, no se mueve. La única forma de ir y disputarles a estos sátrapas es calzarse los cortos, los botines, ir y patear. Bueno, nosotros parece que hemos pateado bastante fuerte y le hicimos unos cuantos goles y terminamos en la Presidencia.
Pero volviendo al eje central, durante muchos años en nuestro país desde el establishment educativo y cultural, apañado por la casta política, se divulgó una definición fantasiosa y sectaria de lo que representa un líder, reforzando un concepto que para nada se asemeja con la verdad. Para ellos los líderes son aquellos que dan discursos grandilocuentes ante las masas y cuáles héroes mitológicos bajan cada tanto del Olimpo para entregarle una bicicleta a un chico en una villa, donde ni siquiera tienen asfalto para poder disfrutarla. Yo propongo que adoptemos otra definición, el buen líder no es aquel que hace grandes obras por otros, sino que es aquel que inspira a los demás a valerse por sí mismo. Es una definición totalmente opuesta, lo cual tiene bastante sentido, venimos hundidos y contaminados de más de 100 años de socialismo en distintas variantes y distintos pelajes, pero que todo conduce siempre ahí y por lo tanto, esta es una definición más acorde a nuestro credo liberal. En este contexto el líder aparece ante la adversidad, para guiar al resto y demostrarles de lo que son capaces. Y esto no aplica solo a presidentes y a los dirigentes de las fuerzas políticas, también se pueden encontrar en las empresas tratando de que un proyecto sea exitoso; en los equipos de fútbol que buscan ascender o en los hospitales durante una cirugía de urgencia. Pongo el caso del ascenso porque como mi amigo Horacio Righi es de Chacarita, entonces era para motivarlo un poco y para que no se deprima. Pero bueno, lo que sí es claro, no les voy a estar hablando de todos estos ejemplos, ustedes tienen cientos de ejemplos muchísimos mejores que los que puedo dar yo.
Pero sí hay algo que sí dejó claro la política, es que las formas de liderar ya no son las mismas que hace 20 y 40 o 100 años. Quedó comprobado en la última elección donde un candidato sin aparato, ni partido propio, logró imponerse ante los obstáculos de un sistema excluyente, diseñado para autopreservarse. Donde además dejó en evidencia a los profesionales de la política y el liderazgo, los que hacían las cosas como supuestamente debían hacerse, todos ellos fracasaron. Es más, tenían algunos candidatos que eran el candidato perfecto de lo que decía el manual que había que decir. Los dos terminaron muy mal. No voy a explayarme más porque sino empieza la parte oscura del discurso, lo voy a tratar de evitar. Voy a tratar de hacerlo más colorido.
No solo ocurrió durante la elección, hoy mismo estamos reescribiendo la forma en la que se gobierna. Inclusive estamos implementando una política económica inédita. De hecho, si consideramos que Argentina tuvo déficit fiscal de 113 de los últimos 123 años, es más no solo eso, los 10 años que no tuvo déficit estábamos en default. Yo recuerdo que cuando nosotros decíamos que íbamos a ir a déficit cero decían - los que eran más suaves - que estábamos locos; pero por lo menos decían que era imposible, que no se podía ajustar más que un punto por año. Y la realidad es que después de tanto flagelo y tortura que ha sido la política fiscal en Argentina, después de 123 años va a ser el primer año que tenemos equilibrio fiscal en la línea financiera, es decir equilibrio fiscal de verdad. Y eso decían que no se podía hacer y nosotros lo logramos, en el primer mes de gestión habíamos puesto las cuentas en orden. Decían que no era sostenible, dijeron un montón de cosas. Sin embargo, aquí estamos y por eso el riesgo país de 3000 hoy es 750; y el dólar que estaba en 1300 cuando asumimos hoy rompió 1100 y prácticamente la brecha es casi nula. Así que, que vengan y sigan diciendo que hay cosas imposibles, porque lo que nosotros nos dedicamos a hacer es demostrar que eso que dicen que es imposible nosotros lo podemos hacer.
Pero tampoco hay que confundirse, porque en realidad no estamos inventando la pólvora, simplemente estamos recuperando las verdades olvidadas que nos hicieron exitosos en el pasado. Ese es el único camino que nos conduce hacia un futuro digno de ser vivido. Como decía: nosotros hicimos las cosas a nuestra manera o sea lo contrario de lo que los profesionales recomendaban. Porque muchas veces hacer lo correcto exige hacer lo contrario a lo que dicta el manual. Empezando por la relación con la verdad. Nunca había pasado que ganara un candidato que dijera que iba a ser lo que nosotros anunciamos y efectivamente hicimos, que no es ni más ni menos que el ajuste más grande de la historia de la humanidad. Si ustedes se fijan nuestra campaña era bastante clara, tenía tres ejes: el primer eje teníamos que exterminar la inflación y para eso hablábamos de hacer un ajuste fiscal, de ir a déficit cero; hablábamos de eliminar el Banco Central y hoy el saneamiento que hicimos del Banco Central nos pone mucho más cerca de esa meta que lo que estábamos originalmente, de hecho, la competencia de monedas hoy mismo existe, ustedes pueden hacer transacciones en la moneda que quieran. Es más, también eliminamos el cuasi fiscal, por lo que en términos consolidados hicimos un ajuste de 15 puntos del PBI.
Pero no solamente dijimos eso, también dijimos que íbamos a terminar con la inseguridad. Y todos decían que era imposible por ejemplo terminar con los piquetes y justamente lo que hicimos fue terminar con los piquetes. dijimos que íbamos a terminar con los gerentes de la pobreza, con los intermediarios y también terminamos con ellos. Y también dijimos que le íbamos a dar pelea de frente al narcotráfico y lo estamos derrotando en Rosario de una manera verdaderamente increíble. Y el tercer eje de la campaña era nuestro alineamiento internacional: nosotros dijimos que íbamos a levantar los valores de Occidente y que por eso nos íbamos a alinear con Estados Unidos y con Israel. Y está claro que hoy, si algo le queda bien claro al mundo es de qué lado estamos parados: se terminaron las posiciones tibias y está claro que cada vez que tenemos que hacer algo lo hacemos en línea a esta política. Obviamente a veces pueden ocurrir errores, pero esos errores en 30 minutos son subsanados. Todos entendieron lo que quise decir. Pero sin embargo la política siempre obró al servicio de sí misma, siempre hicieron las cosas pensando en la próxima elección o en cómo acumular más y más poder dejando lo correcto de lado, pero llegó un punto en el que el sistema perverso se rompió. La casa de naipes que era el modelo del Estado presente se cayó por su propio peso y las mentiras dejaron de funcionar. Ustedes nos conocen y saben que nosotros no decimos una cosa y hacemos lo contrario, ni borramos con el codo lo que escribimos con la mano. Para nosotros esta causa es más importante que nuestra propia vida y estamos seguros de que al final del día hacer lo correcto es lo que nos llevará a buen puerto. Tenemos 4 años para hacer lo que nos encomendó la ciudadanía. No hay tiempo que perder, la gente no puede esperar más. Por eso estamos luchando diariamente para solucionar la mayor cantidad de problemas que podamos en el presente.
Digo estas cosas, las quiero complementar si no les molesta, porque si veo que empiezan a bostezar, modifico, pero voy a, para que no queden así como algo abstracto, voy a contar algunos casos aplicados de cosas que me pasaron a mí que creo que pueden ser de utilidad. Una de las cosas más maravillosas que me pasó leyendo libros de economía, es haber leído algunos documentos del profesor Juan Carlos de Pablo cuando dice, cuando habla de la economía como un proceso decisorio y ahí aprendí la fuerza que tiene entender el proceso decisorio del que está manejando las palancas. Entonces, quería traerle algunos casos que creo que pueden ser de suma utilidad. Por ejemplo, de vuelta, uno tiene una fase, separe en tres fases. Una es lo que tiene que ver con la campaña. Nosotros fuimos la primera vez en la historia de la humanidad que alguien decía durante la campaña que iba a ajustar. Es decir, nosotros desde el primer momento dijimos que íbamos a ajustar. A diferencia de los demás que no definían qué era lo que iban a hacer, nosotros habíamos definido todo nuestro programa, pero de manera muy concreta. De hecho, habíamos dicho hasta dónde íbamos a recortar y todo. Y en eso nunca se dio la historia de que alguien ganara una elección diciendo que iba a ajustar, pero como complemento de esto, nosotros decíamos que preferíamos una verdad incómoda antes que una mentira confortable. Entonces, nosotros teníamos claro que lo que decíamos no era algo agradable o lo que fuera, o no era algo convencional para el manual de la política, pero nosotros estábamos confiados que si nosotros ganábamos teníamos mandato. Es decir, nosotros le habíamos dicho la verdad a la gente y por lo tanto eso nos daba una herramienta que no han tenido otros. ¿Por qué? Porque nosotros le dijimos a la gente lo que iban a hacer y si aun así los eligieron, Ok. Nosotros estamos, además, dispuestos a cumplirlo.
Fue increíble que llegáramos diciendo este tipo de cosas, pero al mismo tiempo cuando fue el 10 de diciembre y tuvimos que hacer el discurso, también le dijimos la verdad a la gente: le dijimos lo mismo que veníamos diciendo en la campaña y les contamos el problema que enfrentábamos y cómo creíamos que había que solucionarlo. Y eso creo que es lo que nos dio crédito para llevar adelante la tarea que pusimos en marcha durante todo este año. Y que además los resultados se están viendo con claridad, porque cuando nosotros asumimos en diciembre, la inflación mayorista era del 54% mensual y con un montón de bombas que no me voy a poner a describir ahora. Y el último dato de inflación mayorista fue del 1,2%, es decir que pasamos de una tasa que anualizada corría el 17000 a una que corre al 14.
Y, al mismo tiempo, también nosotros sabíamos que iba a ser duro, que iba a ser complicado, porque iba a ser difícil ganar credibilidad muy rápidamente y por lo tanto, de corto plazo el ajuste iba a tener un impacto en actividad, pero ese piso en actividad se tocó en el mes de abril y hoy cuando toman los números desde abril hasta hoy, la economía viene creciendo a un ritmo de más o menos del 10%. Yo no sé porque a eso lo llaman pipita de Nike, para mí es una tilde, pero no es un problema de apreciación personal, salvo que Nike esté cambiando el logo y no sabíamos, no nos enteramos. Pero al mismo tiempo si ustedes toman el último dato anualizado eso muestra una economía moviéndose a un ritmo del 14% y si ustedes toman el EMAE desestacionalizado, las últimas observaciones ya están por encima de la de diciembre. Esto quiere decir que cuando el año termine no habremos perdido nada en materia de actividad y logramos derrumbar la inflación. Digo, debe ser por eso que el día 10 de diciembre me voy a juntar con Thomas Sargent, porque hemos evitado una hiperinflación y no ha tenido costos prácticamente en términos de actividad económica, ni en empleo y los salarios pasaron de $300 a $1100 y la pobreza que llegó a tocar en un pico en el mes de enero del 57% hoy está en el orden del 46%. Por ende, además lo hicimos bajando la pobreza, sí y sacando a muchos indigentes de tal situación. Con lo cual, hacer las cosas bien verdaderamente paga. Lo que no paga es hacer la cosa que hacen los delincuentes de la política tradicional.
Por otra parte, hay algo que también les quiero contar, que me parece que son dos cosas muy interesantes. Una fue del primer día donde me reúno con todo mi equipo y la verdad que fueron días bastante complicados, porque durante unas cuantas semanas íbamos todos los días y todos los días teníamos reuniones y fueron días bastante complicados. Pero el primer día una de las cosas que hago es: digo lo que quería hacer. Y entonces había un conjunto de profesionales, que no eran directamente los ministros, pero estaban participando de la reunión. Dicen: “no, bueno pero eso no se puede”. Entonces frente a esos que me dijeron que eso no se puede, lo que les dije es que, si yo salía, hacía como 40 grados y le preguntaba al heladero por lo que yo quería hacer, también me iba a decir que no se puede. Por lo tanto, no me interesaba escuchar “no se puede”. Yo quería que hicieran lo que yo quería hacer y el que no estaba dispuesto o creía que no se puede, que se fuera. Por eso a partir de ese momento solamente me quedé con mis ministros en las reuniones y cada vez que pido algo le buscan la forma de hacer lo que quiero hacer. No es no se puede. Nosotros vinimos a hacer lo que nadie podía hacer y por eso estamos sacando el país adelante.
Otra cosa que también es muy importante y yo jamás me imaginé que era tan importante a diferencia del resto de los políticos y del resto de los presidentes, yo tomo decisiones delante de mis ministros, ni consulto un focus group, nada. O sea, yo tomo las decisiones delante de mis ministros y les abro y les planteo mi proceso decisorio abiertamente para que sepan por qué hago lo que hago, o por qué decido lo que decido. Y una de las cosas que más me marcó es una frase que dice que el que no sabe lo que busca no entiende lo que encuentra. Y nosotros si hay algo que tenemos claro es el rumbo, a dónde queremos llevar a la Argentina, dónde queremos poner a Argentina. Nosotros queremos hacer grande nuevamente la Argentina. Nosotros que queremos que Argentina sea nuevamente la primer potencia mundial, queremos recobrar ese lugar que tenía a fines del siglo XIX y para eso decidimos abrazar la ideas de la libertad y avanzar sin ningún tipo de consideración. Y de hecho, teniendo el 15% de la cámara de diputados y el 10% de la cámara de senadores, hicimos una reforma que es ocho veces más grande que la que hizo Menem, que fue la reforma estructural más grande de la historia argentina. Pero quiero decirles algo más de cara al futuro: para nosotros no es suficiente. No es suficiente haber escalado 90 puestos en término libertad económica. Nuestro objetivo es hacer 3200 reformas estructurales más y que cuando termine este mandato ser el país más libre del mundo. Por otra parte, si aún todavía estas cosas les resultan abstractas, hay dos casos emblemáticos de cómo nosotros tomamos decisiones y cómo hacemos lo que hacemos. Que, dicho sea de paso, si no fuera porque estoy rodeado de gente híper talentosa tampoco sería posible. Porque yo apreto los botones pero si los del… es como si poner a Bilardo, a Capello o al que quieran, piensen que soy un señor grande, a dirigir al equipo de Horacio. Es un chiste, yo lo hago porque le tengo cariño.
Y ahí yo creo que hay dos momentos muy claves: después de que salió la ley bases, el riesgo país empezó a bajar muy fuertemente y estaba en 1100. Por lo tanto, con ese nivel de recuperación que implicaba la caída de la tasa de interés y evidentemente iba a significar que íbamos a entrar en un sendero muy virtuoso y que obviamente eso tiene consecuencias políticas. Y obviamente la oposición, que no le interesa que los argentinos estén bien, sino que lo único que les interesa es el poder por el poder mismo, el poder para poder beneficiarse del uso del poder, para enriquecerse, para tener cosas que no tendrían en condiciones normales, nosotros nos enfrentamos a intentos por parte de los degenerados fiscales de romper el programa económico. Y muy demagógicamente los mismos que durante el gobierno anterior le habían robado cerca del 40% a los jubilados, ahora estaban muy preocupados por los jubilados. Entonces querían aplicar una fórmula que directamente destruyeran las cuentas públicas y destruyeran el equilibrio fiscal. Y en ese sentido lo que ocurrió es que los mercados sintieron el impacto y de 1100 que estaba el riesgo país los degenerados fiscales los llegaron los llevaron a 1700. Y ahí yo recuerdo que en una conferencia que estaba dando dije que si votaban algo de esas características, por más que eso iba a tener un costo en materia de popularidad, yo lo iba a vetar. Y efectivamente los degenerados fiscales avanzaron y cuando avanzaron con eso, yo vete ese proyecto y hubo después que defender ese veto en el Congreso, que además también agradecí públicamente a muchos diputados, que aún no siendo de nuestro signo político nos acompañaron y nos permitieron defender ese veto.
Y eso implicó que el riesgo país empezará a bajar de nuevo y cuando el riego país estaba bajando de nuevo, los degenerados fiscales con otra propuesta populista fueron y plantearon el aumento a las universidades, que en realidad y plantearon una discusión falsa, porque la realidad es que cuando ustedes toman el impacto que eso causaba en el riesgo país y en el PBI, los recursos que iba a tener las universidades eran exactamente lo mismo, en dólares eran exactamente lo mismo, pero iba a ser con un PBI mucho más chico, con más pobres, con más indigentes. Porque además, haciendo saltar el tipo de cambio real, justamente lo que hacía era amplificar la pobreza. Por lo tanto, era la ganancia para un grupo de delincuentes en contra de toda la sociedad y por eso lo que nosotros decíamos que no era que queríamos, ni queríamos arancelar las universidades, ni privatizarlas, ni ningún tipo de esas cosas que decían, sino que lo único que queríamos era auditarlas y es interesante porque cuando el debate arrancó nosotros estábamos 90-10 abajo, hoy si ustedes lo toman el debate está a 50 y 50. Si lo ponen mezclado con las auditorías es 60-40 a nuestro favor y si vamos por lo que nosotros verdaderamente propusimos que era auditarlas para que esos recursos lleguen a quienes quieren estudiar y que no se filtren hacia delincuentes de la política, hoy el consenso está a 90 10 en favor de nosotros, pero había que tener el coraje para hacerlo en ese momento y nosotros lo hicimos porque básicamente nosotros y el compromiso que yo tengo con mis ministros es, nosotros nos metimos acá para ser el mejor gobierno de la historia y nosotros vamos a tomar las decisiones que hay que tomar y acá no nos importa que va a pasar con la imagen y todas esas cosas. Miren, yo lo hablaba no recuerdo con qué periodista, no recuerdo bien si fue con Antonio Laje o con Gabriel Anello que me dice: pero al final, si todos los políticos terminan con mala imagen y ahí es donde a mí me cayó la ficha. Dije, mira, la verdad que si todos vamos a terminar con mala imagen, bueno, si vamos a terminar como la imagen terminamos con mala imagen para hacer lo que hay que hacer, por hacer lo correcto. Y lo más increíble que después de eso digo el riesgo país siguió bajando, se fue a niveles de 750. Y lo más increíble es que con todo esto, que hoy nuestra imagen, tanto para lo que es mi imagen, como lo que es la imagen de la gestión, hoy está en el máximo nivel, aún mejor que lo que teníamos cuando asumimos. Hoy el saldo de respuesta es mucho más grande. Pero además cuando ustedes le preguntan a la gente cómo está la situación de hoy, cuando nosotros arrancamos el 85% decía que estábamos mal. Hoy ese número 55. Y cuando arrancamos solamente el 10% de la gente creía que íbamos a estar mejor al año siguiente y hoy ese número ya está cercano al 60. Es decir, haciendo lo que había que hacer, diciéndole la verdad a la gente, algo que era totalmente opuesto a lo que recomendaba el manual de la política, estamos sacando el país adelante y esperamos tener un 2025 verdaderamente maravilloso.
Así es que si hay algo que les puedo transmitir, es que no hay nada mejor que decirle la verdad a la gente por dura que fuera y si me permiten algo que ya muy específico de esta tarea que a mí me toca, porque la otra cosa es porque haces estas cosas, si eso rompe con el manual de la política y creo que el mejor ejemplo lo he dado algunas veces, lo hice público, fue cuando fui por primera vez a la Quinta de Olivos, que me encontré con el ex presidente Alberto Fernández. Y entonces, en un momento Íbamos caminando por los pasillos de la Quinta, por una de las calles que hay en la Quinta, entonces el expresidente me dijo que se sentía como un rematador mostrándole la casa al nuevo dueño. Le dije, no, no, pará, no te equivoqués, yo no soy el nuevo dueño, yo soy el nuevo inquilino por 4 años y con opción a ocho, pero soy un inquilino. Es más, para mí esto es como un trabajo. Les paso un dato, otros dos datos que les pueden llegar a divertir: no uso el sillón de Rivadavia, yo no uso el sillón de Rivadavia. Que en realidad estamos al llamado sillón de Rivadavia, porque es de Roca. Originalmente se usaba el sillón de Derqui que era de 1921, después se cambió, lo cambió Roca en el año 1885, que es el que se llama sillón de Rivadavia. Pero yo no trabajo ahí, yo trabajo en una mesa. El otro día subí una foto que está la motosierra en el medio. Y cuando hay reunión de gabinete ¿saben qué hace? Me llevo la motosierra a la reunión de gabinete para que no nos olvidemos. Porque esto es muy interesante: el otro día hago la introducción y le hago todo el planteo de dónde estamos parados. Entonces afortunadamente todas las noticias son buenas, todas las cosas son buenas y todo presagia que el 2025 va a ser un gran año. Entonces les dije “esto es como un partido de fútbol que están ganando 2 a 0, es un peligro. Lo peor que podemos hacer ahora es dormirnos en los laureles; por lo tanto a seguir laburando y sobre todas las cosas más motosierra”. Así que ya saben lo que se viene, que es más motosierra. Pero algo que también es inédito en la historia de la política: nosotros seguimos con el déficit cero y con la emisión cero. Es decir, es la primera vez en la historia de la humanidad que un político en democracia entra a un año electoral y no va a hacer ni política monetaria ni política fiscal. Vaya que eso sí es nuevo, ¿no?
Ya terminó la parte autorreferencial, ahora vuelvo al discurso. Pero, básicamente lo que estoy tratando de decir con todo esto es, que muchas veces las fórmulas de los supuestos profesionales fracasan y esto no aplica solo a la política, sino a todos los ámbitos de la vida. Si no fuera así, no habría innovación, no habría evolución, no habría cambio a lo largo de la historia, porque para que la historia evolucione y para que irrumpa la novedad, tiene que haber siempre alguien que nada en contra de la corriente. Digo, si quieren ver a alguien que hace esto de manera sistemática, porque yo tengo una admiración enorme y no tengo problema en aceptarlo públicamente, es el señor Elon Musk, es fabuloso. Todas las veces que pueda escuchar, escúchelo, porque el tipo está en otra liga, o sea, es verdaderamente formidable. Es decir, tiene que haber alguien que hace lo que todavía no fue hecho, o sea, de alguna forma toda novedad aparece en primer lugar como una herejía.
De hecho, una de las cosas que quiere hacer Elon Musk, es terrarizar Marte. Porque no se podría decir colonizar, porque colonizar es lo que hizo Colón. Él quiere terrarizar Marte, o sea, un tipo que está totalmente fuera de los parámetros. A muchos de ustedes les debe haber pasado de estudiar en la universidad modelos y teoría del liderazgo para después salir al mundo y terminar haciendo algo completamente distinto. Ahora, cuando yo digo esto no es que estoy haciendo apología de la ignorancia. Porque entonces uno diría uno, bueno, entonces no estudiamos nada, no, para algo se estudia. Lo que en realidad, lo que sirve es construir la abstracción, es decir, el ejercicio de pensar el problema. Ahora, creer que ustedes pueden replicar esas soluciones en cualquier lugar, eso no es así. Es decir, lo que estoy diciendo es, tienen que lo que aprendieron en los manuales también lo tienen que ir modificando. O sea, en algún tipo de formación es más fácil, en otra vez más complicada, los que venimos de formaciones matemáticas como solemos pensar en abstracto, se nos hace más simple, pero a veces el método del caso solamente sirve para resolver casos puntuales si son idénticamente iguales. Pero siempre lo interesante es capturar la atracción, eso es básicamente lo que trato de decir. En todas las áreas de la vida quienes llevan adelante la lanza de la historia, quienes dan el paso adelante para que otros después lo sigan, no son los que siguen los manuales de liderazgo, son los que como decía Paul Anka lo hacen a su manera. Quizás no sepan, pero la canción A mi manera, es de un señor llamado Paul Anka, que la cantaron un montón de personas. Sin lugar a dudas quien mejor lo hizo, desde mi punto de vista, fue el señor Elvis Aaron Presley, pero básicamente la referencia está por ahí. Es más, cuando en 1997 Steve Jobs regresa a Apple, para relanzar su compañía después de más de 10 años de fracaso, junta tres agencias de publicidad para que le propongan una campaña publicitaria que reflejara la verdadera identidad de la compañía. Esa campaña se llamó “think different”, o sea “pensar distinto”, “pensar diferente”. Fue una de las campañas más exitosas de la historia de la publicidad y volvió a poner a Apple en la senda del crecimiento. Jobs decía que es justamente la innovación lo que distinguen a los verdaderos líderes.
Este es el mensaje que quiero dejarles hoy: nunca dejen de innovar, de liderar nuevos proyectos, nadando en la dirección contraria. No importa. Se los hago con un caso concreto: ¿ustedes se imaginan la cantidad de cosas que le dijeron a San Martín cuando dijo que iba a cruzar los Andes? Es decir, si San Martín le hubiera hecho caso a los manuales, se pegaba media vuelta y se iba. No hay que tener miedo a desafiar los límites. No estoy diciendo que hagan locuras, pero que les digan que no se puede, olvídense. Eso no cuenta. Para los fracasados, nada se puede. Si son todos fracasados. A mí me dijeron que no iba a poder formar un partido cuando arrancamos en el 2021 y formamos partido, dijeron que los liberales éramos simpáticos para hablar en la tele, pero que no teníamos votos, por lo tanto, que no íbamos a pasar las PASO. Después, como pasamos las PASO, dijeron que íbamos a perder contra el voto en blanco. Dijeron que la izquierda nos iba a ganar por goleada. Dijeron que no teníamos chance contra la otra opción que crearon para que no se filtraran los votos del liberalismo. Sin embargo, sacamos 17% y nos convertimos en la tercera fuerza de la ciudad. Y después, digo, porque también hay una parte que tiene que ver con la suerte. Porque al momento de asumir, mi filosofía anarco-capitalista chocaba contra el tema de cobrar un sueldo a partir de impuestos que están extraídos compulsivamente. En especial si además podía trabajar de otra cosa. Es decir, uno puede ser diputado, por ejemplo, y puede trabajar de otra cosa, con lo cual claramente podía renunciar a la dieta. Y el tema era cómo renunciaba a la dieta. Porque, si también la repartía a dedo, estaba haciendo cosas parecidas a las que hacen los políticos. O si le ponía algún criterio grandilocuente… No sé si recuerdan pero había gente que decía cómo tenía que donar yo la plata. Era increíble. Si esa plata era mía, yo se la daba a quien se me diera la gana. Lo que me molestaba era usar el dedo.
Y ahí, de manera brillante, a mi hermana se le ocurrió que lo sorteáramos. También la cantidad de cosas que dijeron sobre los sorteos. Nosotros... ¿cuánto se paga el valor de un dato de una base? Creo que se pagan como tres dólares, algo así, ¿no? Bueno, teníamos una base de 3 millones de personas que se anotaron. Claro, entonces ahí había tirados nueve palos verdes. Entonces decían que hacíamos eso para vender la base. Entonces teníamos tres llaves: una el programador, otra mi hermana y otra yo. ¿Qué hicimos? Rompimos mi llave, con lo cual no se pudo acceder a esa base. Así que no lo hicimos por dinero. Y lo más gratificante de todo es que, cuando fuimos a hacer el primer sorteo en Mar del Plata, lo hicimos en una escalinata que atrás hay un hotel muy conocido, y se juntaron 10.000 personas. Entonces, mi hermana dijo: "Vas a ser presidente." Ok, acertó. Entonces, lo que quiero decir es que tampoco se dejen intimidar por los que dicen que no se puede hacer. Hay que ir adelante. Avancen, avancen, avancen. Es decir, miren: lo peor que les puede pasar en la vida —y esta sí es una reflexión personal y ya no los molesto más— es: es mejor lamentarse de haber intentado y errar, que tener que lamentarse por no haberlo intentado. Es un calvario, es un infierno vivir con eso, vivir arrepintiéndose porque no lo intentaron. Es como decía Borges: "He cometido el peor de los pecados: no fui feliz." Entonces, es mucho mejor, llorar porque lo intentaron y salió mal, que el otro caso, porque por lo menos lo intentaron. No tengo más nada que decirles, salvo muchas gracias. Que Dios bendiga a los argentinos, que las fuerzas del cielo nos acompañen y ¡viva la libertad, carajo!