Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei, en la cena de la Fundación Faro
Creo que no les va a molestar que salude con el “Hola a todos”. Muchas gracias por invitarme al evento de la Fundación Faro, una nueva fundación que como yo cree en la importancia de la batalla cultural para transformar la realidad. Quiero felicitar especialmente a mi gran amigo Agustín Laje, al excelente economista Adrián Ravier y al increíble Axel Kaiser, por ponerse al frente de este proyecto. Y también por supuesto al máximo prócer de las ideas de la libertad, el doctor Alberto Benegas Lynch hijo. Quiero que sepan que desde mi lugar y desde donde pueda, pueden contar siempre conmigo y con todo mi apoyo.
Hoy quiero tomarme unos minutos para hablar del poder de las ideas, ya que estamos aquí en la cena de lanzamiento de una fundación que va a dedicarse a dar la batalla cultural. Toda acción siempre es precedida por una idea, porque actuar sin pensar es como disparar sin apuntar. Las ideas ganan guerras y pueden cambiar el curso de la historia, particularmente para nosotros, que llegamos donde llegamos por dar la batalla cultural. Cada idea es una bala que debe alcanzar su objetivo con la mayor precisión posible. En democracia, a través del debate de ideas, se ganan elecciones, y una idea ganadora siempre encontrará su camino. Y vaya que puedo dar cuenta de eso. Por este motivo, el que subestima el enorme poder de las ideas pierde antes de empezar. La izquierda, aunque no ha dudado en matar a 150 millones de seres humanos para lograr sus objetivos, siempre ha tenido claro que las ideas cambian el mundo. Lo dijo el propio Marx, y otros luego tomaron su ejemplo. Los filósofos no han hecho nada más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.
De esta manera, la izquierda ha logrado instalar sus ideas yendo contra toda noción de sentido común e incluso contra la propia naturaleza humana y han hecho creer a buena parte de la sociedad que crear dinero a partir de la nada no tiene contraindicaciones, que quienes generan riquezas son villanos, que hay que cerrar centrales de energía nuclear para combatir el cambio climático o que está bien utilizar fondos públicos para hacer política, tal cual hizo Cristina Fernández de Kirchner con el dinero de las AFJP, admitida por ella misma. Es decir, nos destrozó los ahorros a sabiendas, nos robaron con Boudou y Massa nuestros ahorros a sabiendas de que era para liquidarse los stocks para hacerse política y después vienen a hablar que ellos piensan en los jubilados. Deben pensar en estafarlos porque claramente, no en otra cosa, pero bueno, hoy fue condenada por segunda vez.
Creo que vale la pena señalar de que lo he dicho en campaña y lo sostengo sistemáticamente que yo creo en la independencia de poderes y este Gobierno no se mete con la Justicia y no interfiere, ni lo va a hacer y es interesante, porque es durante este Gobierno que se condenó a Irán por los atentados y es en este Gobierno que se la condenó a Cristina Fernández de Kirchner. Parece que darle independencia al poder judicial sirve, pero ninguna de estas cosas son menos ejercicios intelectuales, sino que han tenido consecuencias catastróficas donde se hayan implementado. Es decir, el socialismo es siempre y en todo lugar un fenómeno empobrecedor y asesino, o sea, es la característica de sus resultados. Y eso todas estas cosas, ni más ni menos siempre salieron de las ideas. Ahora bien, quienes defendemos las ideas de la libertad muchas veces hemos confiado en que los propios resultados materiales de nuestras ideas iban a ser suficientes como para sostener nuestro modelo de país, después de todo ha sido el capitalismo de libre empresa el responsable de la mayor hazaña civilizatoria de la historia de la humanidad.
Como todos saben, hasta el año 1800, el PBI per cápita del mundo prácticamente se mantuvo constante. Pero a partir del siglo XIX, y a raíz de la Revolución Industrial, el PBI per cápita no solo aumentó, sino que lo hizo de forma exponencial, multiplicándose por más de 20 veces y generando una explosión de riqueza que sacó de la pobreza al 90% de la población mundial, aun cuando se multiplicó la población por ocho veces. No hay datos más elocuentes que estos. Sin embargo, subestimar la batalla cultural ha sido un gran error, porque a pesar de los enormes éxitos del capitalismo, la izquierda ha logrado capturar las instituciones más prestigiosas a nivel nacional e internacional y las ha utilizado para pavimentar un verdadero camino de servidumbre. No podía dejar de citar a Hayek, sino no era yo… No, ah, claro, porque seguro que va a aparecer como el plagio de Milei en el discurso, dijo "camino de servidumbre".
Los argentinos lo hemos vivido en carne propia, habiendo tenido un modelo de país que nos convirtió en la primera potencia mundial, pero que fue abandonado por las élites que importaron el corporativismo europeo de principios del siglo XX. Lo mismo ha ocurrido en Chile, que en los últimos 40 años ha sido protagonista de una de las historias de progreso más impresionantes de la región, y, sin embargo, se ha visto envuelto en un proceso de retroceso monumental en los últimos años. Acá también quiero citar a Axel Kaiser, porque también fue de gran inspiración. Axel tiene un libro maravilloso que se llama “La fatal ignorancia” (estaba con el camino de servidumbre, y lo que parafrasea al último libro que publicó Hayek, La fatal arrogancia). Y lo interesante es que él cuenta el caso de Chile y empieza a decir: "El modelo chileno se va a caer", y el punto es, ¿cómo se va a caer el modelo chileno con los resultados que estaba generando? Era imposible. Una economía que no tenía inflación, que venía creciendo al 6% per cápita, había sacado una cantidad enorme de gente de la pobreza, estaban viviendo algo que era verdaderamente un milagro. Estaban cerca de alcanzar el nivel de PBI per cápita de un país considerado desarrollado, y, sin embargo, él decía: "Se va a caer".
Y justamente, una de las cosas que él señalaba es que la izquierda había dado la batalla cultural. Apalancados sobre las ideas de Gramsci: tomaron los medios de comunicación, tomaron la cultura, tomaron la educación, fueron contaminando y enfermando a la sociedad de socialismo, y cuando se quisieron dar cuenta, les tomaron el país y les arrebataron los logros. Por lo tanto, también es muy importante esto: la Fundación para los Estudios Económicos dice que hay una doctrina Milei ahora, que en realidad lo que hice fue modificar una frase de Milton Friedman, cuando le preguntan sobre la responsabilidad social empresaria. Y lo que decía Milton Friedman, con mucho criterio, era que lo que tenía que dedicarse a hacer el empresario era ganar dinero, porque si gana dinero, es un benefactor social. Porque ustedes solamente pueden ser exitosos sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad a un mejor precio. Por lo tanto, digo: cuanto más exitosos sean, es un síntoma de que ustedes le han arreglado la vida a la gente. Es decir, son benefactores sociales, son una máquina de generar prosperidad. Es decir, justamente al mercado, que es un proceso de cooperación social, donde se intercambian voluntariamente derechos de propiedad, si a ustedes les está yendo bien, es porque le están arreglando la vida a la gente. Pero una de las cosas que nos dimos cuenta es que eso vale en un mundo sin Estado.
Y cuando el Estado se hace propaganda para sí mismo. Por qué creen que los políticos les tienen que vender la idea de que son importantes, ¿importantes para quién? para sostenerse ellos. Entonces, uno se da cuenta que además ponen toneladas de dinero en la cultura, es decir, le pagan fortunas de dinero con los recursos de los pagadores de impuestos a artistas para que justamente hablen en favor de ellos. Es decir, quieren un gran ejemplo, mire le tocamos. Hay alguien que dice que el órgano más sensible del ser humano es el bolsillo. Entonces, donde usted vea putear a alguien es un curro que se cortó. Entonces, miren por qué putearon tanto en los Martín Fierro, justamente por eso, justamente los que no putearon ¿Quiénes eran? los que son exitosos sin depender del Estado. Es decir, ahora todos los mamapautas, todos, básicamente se quejan. Claro, porque se les terminó el curro. Es increíble, hablan del INCAA, el 70% de los recursos del INCAA se iban el pago de sueldos y el 30% remanente se gastaba en la película de los amigos con intenciones políticas. Más claro échenle de agua.
Con lo cual, además destrozaban la industria, no. Porque lo que hacía era que los tickets fueran más caros. Por lo tanto, le reducía demanda al que verdaderamente estaba generando un buen servicio, un buen producto, con lo cual ganaba menos dinero, podía acumular menos y se los transfería a los parásitos, a los que se dedicaban a la propaganda política o si no también a los periodistas, digo, otros degenerados de la mentira y encima, que están profundamente violentos por dos cosas: una porque les corté la pauta, digo, eso los tiene como locos y otra porque perdieron el monopolio de los micrófonos. Por ejemplo, usted quiere saber cuán ensobrado era un periodista y mire la cantidad de puteadas a Elon Musk. Elon Musk ha salvado a la humanidad desde X. Porque hoy todo el mundo tiene una voz, tiene un lugar para expresarse, sin embargo, cuando era Twitter había censura. Si ustedes no declaraban en línea con los Woke lo censuraban y ni que hablar de los políticos que ponían plata ahí adentro y ¿saben qué? nos bajaban las cuentas de Twitter en los momentos de las elecciones, se los dice alguien que lo padeció en carne propia.
Digo, y todas estas aberraciones nos han pasado porque no hemos dado la batalla. Es decir, si hay alguien que les hizo daño a las ideas de la libertad, fue Fukuyama con “El fin de la historia". No, los zurdos se reagruparon e hicieron el Foro de San Pablo, y después crearon la basura del siglo XXI y ganaron elecciones a más no poder. Fíjense: en Argentina tuvimos cuatro períodos K; en Uruguay, Tabaré Vázquez, Pepe Mujica; en Chile, Bachelet, Lagos, Boric; en Paraguay, Lugo; en Bolivia, Evo Morales; Castillo en Perú; Petro en Colombia; Lula y Dilma Rousseff en Brasil; López Obrador en México. ¿Se dan cuenta? Es decir, esto... Bueno, ni que hablar de Zapatero y Sánchez en España. Que, dicho sea de paso, me parece que al final, todos los que me insultaron acá por lo que dije de Pedro Sánchez, parece que tengo razón.
Así, bajo el manto del sentimentalismo y las buenas intenciones, los colectivistas lograron convertir en verdad indiscutible la mal llamada "justicia social", que además se basa sobre una aberración: dice que donde hay una necesidad nace un derecho. Pero el problema es que no hay tal cosa como un almuerzo gratis, lo decía Milton Friedman, judío polaco, inspirado en la Torá y frase que viene de lo que fue la salida del pueblo hebreo de Egipto. No hay tal cosa como un almuerzo gratis, el pescado gratis era la esclavitud en Egipto. Y quiero también hacer una reflexión que para mí también es importante, para que tengan idea de lo difícil que es dar la lucha por las ideas de la libertad. Porque uno cree que cuando el pueblo hebreo salió de Egipto, uno tiene la sensación de que salieron todos, y la verdad es que no, no salieron todos. Después de ver todas las cosas que padecieron los egipcios, y cuando Ramsés permite que el pueblo hebreo salga después de lo que fue la plaga de los primogénitos, uno cree que salieron todos. Error: salieron uno de cada cinco. Es decir, quiere decir que el 80%, a pesar de estar sufriendo la esclavitud y las aberraciones de vivir sin libertad, el 80% prefirió el pescado gratis. Por eso, no hay tal cosa como un almuerzo gratis, el pescado gratis era la esclavitud en Egipto.
Es más, yo recuerdo cuando fui a Alcatraz, y una de las cosas más tremendas era que, cuando terminaba el tour, miren si hará años que fui, que en ese momento uno lo hacía con un walkman, iba buscando la pista que le marcaban en el piso. Entonces, el recorrido terminaba donde estaba el patio donde jugaban al básquet, hacían deportes y todas esas cosas. Entonces, donde justamente estaban para recrearse. Digo, parecía que era como el mejor lugar dentro de lo que era esa cárcel, y en realidad era el peor lugar de todos, porque justamente esa parte daba a la bahía de San Francisco, y dicen que era tremendo, porque ellos estaban encerrados y veían cómo enfrente progresaba la ciudad de San Francisco. Es decir, para tener en claro el valor de la libertad, y, aun así, solo uno de cada cinco salieron. Digo retornando a la salida de Egipto.
Además, el otro problema con esa frase es que las necesidades son infinitas mientras que los recursos son finitos. Entonces, para predicar la mal llamada justicia social montaron un estado opresor que divide a los ciudadanos entre ganadores y perdedores. La política se convirtió a su vez en árbitro y parte interesada en esa repartija. El famoso dicho que el que reparte se queda con la mejor parte. Digo si no pregúntenle a la condenada.
Los ganadores de este modelo, en su conjunto, constituyen lo que nosotros hemos denominado "la casta" o, un concepto todavía mucho mejor, que ha profundizado y generado el genial Santiago Caputo, también conocido como "el monje negro", porque todos se la agarran con él. Digo, la pregunta es: ¿no puedo tener un asesor? ¿Qué les molesta que sea brillante, que sea una inteligencia superlativa? ¡Sí, es un genio! ¿Y por eso lo van a maltratar? Digo que es el concepto de "partido del Estado", me encanta. Es mucho mejor que el que usaba yo de "la casta". Así que, vamos a usar más el de "partido del Estado". Gracias, Santiago. Gracias por un montón de cosas.
Este partido del Estado no es otra cosa que una megaestructura política que abarca todos los sellos partidarios y que tiene como característica principal expropiar riqueza a quienes trabajan, producen y comercian para repartirla entre ellos, los sindicatos, las organizaciones sociales, los actores, el periodismo ensobrado, los empresarios prebendarios y los diversos colectivos supuestamente oprimidos, entre otros, para que sus jerarcas vivan como reyes a costa del esfuerzo de los argentinos de bien. Ellos rechazan el modelo de la libertad, porque su subsistencia material depende de sostener un Estado omnipresente y omnipotente que ellos llaman "Estado presente", para lavarle la cara. No por nada, todos los ganadores de este modelo abogan continuamente por la expansión ilimitada del gasto público.
¿Vieron que hay uno que dice que sí, que quiere un Estado grande? Lo decía... digo, bueno, ahora está medio corrido, después de que intentaron hacer fraude en la provincia de Buenos Aires cuando perdieron una linterna, pero él quería un Estado grande. Pero un Estado eficiente... un oxímoron. En el libro “Libre para elegir”, de Milton Friedman y Anna Rose Director (o Rose Friedman), hablan los Friedman de las cuatro formas de gastar. Ustedes pueden gastar su dinero en ustedes o en otros; o pueden gastar el dinero de otros en ustedes y en otros. ¿Cuál es la mejor forma de gastar? Gastar el dinero propio en uno mismo, porque uno sabe lo que le costó y sabe lo que quiere. Ahora, por ejemplo, ustedes pueden gastar el dinero suyo en otros. ¿Qué es lo que hacen? Minimizan el costo, sí. No sé, cuando quieren hacer un regalo, tratan de quedar bien con lo menos posible. La otra es gastar el dinero de otros en uno mismo. Digo, ahí despilfarran, porque ¿y por qué? Total, la cuenta la paga otro. Entonces, en esa combinación, ¿cuál es la peor forma de gastar? Gastar el dinero de otros en otros, que es justamente lo que hace el Estado. Por lo tanto, nunca va a funcionar bien. ¿Cuántos años hace que escuchan hablar de "vamos a hacer eficiente Aerolíneas Argentinas”? Pierde 700 palos verdes por año. Llevamos acumulados a 8.000 palos de pérdida. Es decir, es interesante porque esto lo hacen tipo que se llaman progresistas, o sea, zurditos.
Ahora, es interesante, porque solamente el 2% de la población toma aviones. Quiere decir que el 2% que está más arriba en la distribución del ingreso es beneficiado por el trabajo del 98% de la sociedad. Entre ellos, por ejemplo, no sé, los chicos del Chaco, que no tienen para comer. Es decir, es algo, en la lógica de ellos -yo no hablo en estos términos cuando pienso mis políticas-, pero es algo recontra regresivo. Es decir, es casi violento, teniendo dos de cada tres chicos pobres, estar sosteniendo una aerolínea que nos cuesta 700 palos verdes de pérdida, que lleva acumulados 8.000 millones de pérdida. Es un verdadero disparate. Entonces, la pregunta es: OK, estoy dando un subsidio con Aerolíneas Argentinas. Ahora, la pregunta es: ¿qué estoy recibiendo a cambio, un bien de mejor calidad y un mejor precio? Tengo el súper servicio y súper barato. Pero sucede que ni tengo el súper servicio, porque es como que tengo una low cost cara, y al mismo tiempo tengo un servicio de mala calidad. Es el peor de los mundos. Entonces, la pregunta es: y entonces, ¿dónde está la plata?
Porque si no tengo mejor calidad, no tengo mejor precio o una combinación ¿Dónde está la plata? Bueno, ¿dónde está la plata? justamente en un gasto desorbitante de los sueldos, totalmente fuera de mercado. Por eso es que cuando dijimos o cierra o se la damos, no, no la quieren. Claro, porque no pueden sostener con su propio bolsillo la mentira que tienen en todos los privilegios que tienen. Es decir, están ahí, son los privilegios y les digo más, tampoco es cierto que alcanza, porque está lleno de imbéciles diciendo cualquier cosa, no alcanza con que el resultado neto del ejercicio sea cero, tiene que ser cero en términos de flujo de fondos en el mejor de los casos si quisieran hacer un argumento así. Porque les aviso que hay que también pagar las inversiones. Es decir, todos los que tienen acá empresas saben lo que es un flujo de fondos y si ustedes no reponen el capital, eso también es un problema, entonces, no es solamente el resultado. Y si quieren sostener esta mentira que digan a quién quieren que expropiemos. ¿Cómo terminó el ejercicio de las universidades? usaron una causa noble para esconder los curros de un conjunto de delincuentes y básicamente no era que nadie estaba pensando en privatizar la universidad, nadie estaba pensando en arancelarla, lo único que queríamos hacer ¿que era? auditarla y basta que la quisimos auditar y ahí saltó el problema. Es decir, los zurdos usan causas nobles para esconder sus curros. Entonces, cuando ustedes quieren ir por el curro dicen, Ah usted está atacando la causa noble. No, no estoy atacando la causa noble, nosotros vinimos a terminar con los curros. Es el problema que tienen con nosotros, por eso están tan enojados. Por eso quieren cambiar las reglas de juego en el medio de un partido. Ustedes se imaginan un partido de fútbol, le cambian las reglas de juego en el medio del partido y son para un lado de una manera y para otro de otra manera, llámese el DNU, lo que quisieron hacer con los DNU. Es decir, no se bancan que está saliendo bien, porque saben que esto sale bien y se les terminó la mentira y no vuelve más.
Entonces, la pregunta es, Pero ¿quién paga la fiesta del partido del Estado? los perdedores de este modelo, quienes producen que son forzados a pagar impuestos cada vez más confiscatorios para sostener un número creciente de los mal llamados derechos, bajo pretextos cada vez más absurdos. Una verdadera industria de los derechos. Ese es el Estado, del estado presente. Una industria muy productiva, sí, de generar derechos que son una mentira. Es decir, es una farsa, es un negocio total. Inventan derechos de cosas que ya tenían. No, porque el trato igual, si eso es la igualdad de la ley, entonces, y lo interesante, que, si van a crear un derecho verdaderamente, alguien lo tiene que pagar. Entonces, cuando dicen que crean derechos, miren, yo los únicos derechos que conozco son el derecho a la vida, la libertad y a la propiedad, todos los demás son artilugios para estar metiéndole la mano en el bolsillo a alguien.
En el fondo, este modelo siniestro, en pocas palabras, reemplazó el libre intercambio de bienes y servicios por la distribución arbitraria de la riqueza a punta de pistola. Reemplazó las comunidades libres por la colectivización forzada. Reemplazó el caos creativo del mercado por el orden estéril y esclerótico del socialismo. Y nada de esto ha sido gratuito; ha tenido como consecuencia material la tragedia económica que han sido nuestros últimos 100 años, como sabemos perfectamente, y que no hace falta caracterizar. No me voy a poner a hablar de los últimos 100 años, porque los voy a aburrir demasiado. Porque, además, ya tengo varias salidas del discurso. Tengo una cosa que, créanme que lo intento, pero no me sale. Ya algún día lo voy a lograr, ya voy a ser disciplinado, pero por ahora está divertido que no lo sea.
Y, como si eso fuera poco, también ha causado estragos en el espíritu humano. Valores esenciales como el mérito, la ambición, la innovación y el optimismo le han cedido el lugar a la envidia, el resentimiento, el nihilismo y la indolencia. Y de todo esto le han cargado la culpa a los empresarios, el chivo expiatorio de este modelo. Han convertido en villanos y hasta parias a quienes realmente son los verdaderos benefactores sociales. En Argentina, llegamos al último círculo del infierno con este modelo esclavizante. Pero al final del camino se cayó a pedazos por su propio peso. Si no, ¿cómo se explica que tengamos hoy un presidente liberal libertario? El primer presidente liberal libertario no solo en Argentina, sino del mundo. Es decir, esto, en condiciones normales de presión y temperatura, no hubiera ocurrido.
Pero, en el resto del mundo libre, donde las cepas de este virus han intoxicado a gran parte de la clase dirigente durante años, también las ideas de izquierda se empiezan a resquebrajar. Porque, en todos lados, hay una mayoría silenciosa o, más bien, silenciada, que ha comenzado a hacerse escuchar. A pesar de que los enemigos de la libertad se aferren al poder haciendo uso y abuso de la propaganda, la tergiversación y la censura. Esto ha dado origen a un gran realineamiento político, a nivel local y global. Se están sincerando los tantos, y el mapa político empieza a reflejar cada vez más fielmente la realidad. De un lado, se empiezan a amontonar todos los partidos políticos tradicionales que se representan como antagónicos, pero que, en el fondo, siempre fueron socios y beneficiarios de un mismo status quo. Junto a ellos se amontonan sus clientes: las corporaciones privilegiadas y todos aquellos que, de alguna manera, viven de los impuestos. Del otro lado, el ciudadano de a pie, el trabajador, el empresario, el que día tras día es despojado de su libertad y sus bienes en nombre de un modelo que lo considera un ciudadano de segunda. En Argentina, esto quedó clarísimo en noviembre del año pasado, cuando prácticamente no hubo organización que no pida el voto por Massa. Recuerden que, hasta la AFA, la UIA y varios radicales hicieron la venia al señor Massa. De hecho, es más: gente que también estaba por el cambio traicionó a sus propias filas, yéndose por Massa. Está claro de quién estoy hablando, ¿no?
Y ahora, gobernando, todos los actores políticos de ideologías aparentemente antagónicas han formado un gran frente estatista para intentar frenar el inevitable avance de la motosierra, que es lo que la mayoría del pueblo ha votado. Van directamente contra la voluntad popular y tienen la osadía de decir que lo hacen en nombre de la democracia. ¡Más orwelliano imposible! En el mismo sentido, toda la casta global lloró la humillante derrota de la comunista Kamala Harris, - sí, ¡comunista Kamala Harris! - mientras que La libertad avanza ve con esperanza, como el resto de las personas de bien, una segunda presidencia de Donald Trump. Este realineamiento del que les hablo aclara los tantos en lo ideológico. Y ahí, creo que se recibe una novedad de La libertad avanza. No van a encontrar aquí, como en otros partidos, a dirigentes que dicen una cosa sentados al lado de dirigentes que dicen lo contrario, o que borran con el codo lo que escriben con la mano. Nosotros no somos un partido catch all, como dicen los americanos, porque el todo, a veces, termina siendo menos que la suma de las partes, sobre todo cuando se trata de políticos castosos. La "ancha avenida del medio" se termina convirtiendo en una rotonda sin destino. Si no pregúntenle al siniestro que convocó dirigente de todos colores y gustos y así le fue: hizo una de las campañas más ineficientes y costosas en la historia, se gastó $150 palos para sacar solamente 11% los votos. No veo que se rían mucho de las desgracias del siniestro.
Bueno, para nosotros la flexibilidad y el claroscuro no son valores. Defendemos de forma cerrada un conjunto innegociable de principios: que el libre mercado produce prosperidad para todos; que el gobierno tiene que ser limitado; que los argentinos saben mejor que un burócrata como producir, a quién emplear y con quién comerciar y que el que las hace las paga. Y hoy se notó.
En resumen, defendemos la vida, la libertad y la propiedad privada, esto es a rajatabla y contra viento y marea, no importa quién se ponga enfrente. Tenemos la vocación de abrirle las puertas del partido a cualquiera que comparta estas ideas y estos valores, no importa de dónde venga, como también expulsaremos a quienes los transgreda como ya hemos hecho. Roma no paga traidores. Lo curioso es que se trata de principios que son de sentido común, que el argentino de a pie íntimamente comparte, porque son verdades naturales, inherentes al ser humano, pero que el establecimiento político durante años se expulsó del debate público y la tildó de ideas radicalizadas. Milei es un extremo, no, yo no soy un extremo, ellos son un conjunto de chorros que es otra cosa. Peor aún, ellos se esconden detrás de las formas, dijeron, esos son malos, son fascistas, miren como gritan, mientras hacían las peores atrocidades disfrazadas de buenos modales, pero el problema nunca estuvo en las formas, siempre estuvo y estará en el fondo. Las formas son medios. Desde mi punto de vista, hacer el foco sobre las formas es propio de mediocres. ¿Por qué no miran el fondo? Lo que pasa que, yo les digo, ¿saben lo que pasa? es que muchos periodistas son verdaderos ignorantes, porque son en realidad océanos de un centímetro de profundidad. Entonces, en la poca sustancia que tienen, las formas lo es casi todo, sí. Yo recuerdo, un imbécil operador, estos de los abanderados de las formas, que decía no, no, pero el problema es Milei, habla de manera directa con la gente, en realidad, tiene que hablar con los periodistas y los periodistas con la gente. No, lo bueno del cambio que trajeron las redes sociales, es que puede interactuar de manera directa con la gente, ¿por qué voy a poner un intermediario? se llama costo de transacción, los economistas odiamos ese tipo de cosas y afortunadamente tenemos X y podemos expresarnos libremente.
Se los evalúa según su efectividad, a ver, las formas en el fondo no son más que medios… se las evalúa según su efectividad para alcanzar determinados fines. Dicho sea de paso, lo que vivieron cuestionándome por las formas, ¿qué ganaron? No ganaron nada, ¿no? Pero bueno, nada, como yo soy bilardista. Entonces, se las evalúa según su efectividad para alcanzar determinados fines. Y hoy, someternos a la exigencia de las formas es levantar una bandera blanca, porque ¿cómo puede el timorato preservar ante un adversario prepotente? Cuando el adversario es fuerte, y vaya que es fuerte, es preciso arremeter con más fuerza que ellos. Es decir, uno no debe ceder al mal. Esta frase de Mises la usaba recurrentemente: no hay que ceder al mal, hay que combatirlo con muchísima más fuerza. Y ustedes, ¿qué creen? O sea, ¿ustedes van a enfrentar a los kukas con buenos modales? Se los van a llevar puestos. Es decir, solamente un imbécil puede creer algo así. Es irse a alguien que viene y les pone una pistola en la cabeza, ¿qué le va a decir? "No, bueno, mire, eso está mal, no lo haga". Van a terminar con la cabeza agujereada, muchachos. Esto es así de salvaje. Entonces, querer llevar determinadas cosas... ustedes no pueden tratar de la misma manera con todo el mundo, porque hay algunas bestias que te van a llevar puesto.
El verdadero valor moral está en el fondo, en luchar por una causa justa. ¿Y saben qué es una causa justa? Sí, al menos desde mi punto de vista, eh, la línea histórica de Occidente. La causa de los filósofos atenienses que, con Alejandro Magno, cabalgó a Egipto y a Asia; que los romanos consolidaron en el primer imperio multicontinental; que renació de las invasiones bárbaras en las abadías y las cortes de Carlomagno; que resistió a los árabes y reconquistó España; que cruzó el océano y colonizó América. La misma causa que nos convirtió en ciudadanos y nos liberó del yugo del tirano; la causa que descubrió el método científico, que industrializó el planeta Tierra y que, con el capitalismo de libre empresa, sacó de la miseria a miles de millones; la misma causa que nos llevó al espacio exterior, a la Luna y hará de la especie humana una civilización interplanetaria. No tenga dudas, que Elon Musk lo va a lograr.
En definitiva, hablo de la gran gesta civilizatoria que es Occidente, una causa de honor, de coraje, de mérito y de búsqueda implacable de la verdad. Esa es nuestra causa. Esa es la línea histórica que venimos a restaurar. Hoy, después de décadas, finalmente, el mapa de la política se está sincerando y los bandos se ven de forma clara: quienes están avergonzados de nuestra obra civilizatoria, contra quienes estamos orgullosos de ella. El partido del Estado, contra el partido de los trabajadores. El partido de las formas, contra el partido del fondo. El partido de la regulación, contra el partido de la libertad. Quienes viven de los impuestos y quienes trabajan para pagarlos. A estos últimos representamos nosotros y a ellos hemos venido a darles voz. Este es el viento de cambio que sopla hoy en la Argentina y también cada vez más suena en el resto del mundo.
Sin embargo, el camino aún es cuesta arriba. Poco a poco, el antiguo régimen se derrumba por su propio peso, pero el nuevo mundo tardará aún en nacer, porque el modelo de la casta y su arsenal de propaganda ha hecho un daño incalculable en el espíritu de nuestros conciudadanos y porque ellos, mal que nos pese, aún ocupan la mayoría de los espacios de poder e influencia. Aquí en Argentina y afuera, controlan la mayoría de los medios, las cátedras universitarias, la burocracia estatal, los sindicatos, las organizaciones sociales, las organizaciones supranacionales y también muchísimas fundaciones. Hablamos de una superestructura, una catedral del déficit fiscal, ellos se tomaron tan en serio la batalla cultural que colonizaron todas las instituciones en función de construir lo que Gramsci llamaba hegemonía y vaya que lo lograron. En el camino, nosotros también hemos aprendido algo de Gramsci, estamos dispuestos a usar las armas del enemigo, tenemos en claro que no hay progreso material sin batalla cultural.
Eso está muy bien explicado de manera excelente por el queridísimo Agustín Laje en su libro La batalla cultural. Sí, vamos a ser Gramsci de derecha, no tengan dudas porque hay que ganarles. Y no vamos a parar hasta que las pantallas, las universidades, las instituciones y las leyes reflejen los valores de occidente, por eso es tan importante que estemos hoy aquí teniendo esta conversación. Instituciones como la Fundación Faro cumplen y deben cumplir un rol central en la construcción del nuevo mundo, porque tienen el desafío enorme de restituir el sentido común en la cultura occidental. Ni más ni menos que eso, vaya tarea que tienen queridos amigos y para eso necesitamos formar líderes y evangelizarlos, que lleven las ideas de la libertad a cada rincón del país y disputarle el campo de las ideas a la izquierda. Ellos vienen educando a la sociedad de hace 80 años. Así que estamos 80 años atrasados. Por eso los empresarios no pueden ser indiferentes en esta disputa, tienen que tomar partido de forma activa. Ya hemos aprendido que el costo de no involucrarse es demasiado alto. Así que comenzamos a trabajar porque ellos no van a hacer la valija e irse a su casa, se van a aferrar con uñas y dientes a este orden esclerótico que queremos derribar y porque además hoy tenemos una oportunidad histórica que es que la Argentina se va para arriba y después de 12 años de recesión se va para arriba en serio. Acaso ¿no vieron el último dato de inflación?
En este sentido, en primer lugar, quiero agradecer profundamente a Luis "Toto" Caputo, porque ha tenido que soportar todo tipo de agresiones. Por ejemplo, decían que no había plan. Y la pregunta es: ¿la inflación mayorista pasó del 54% al 2%? 27 veces cayó. Si toman la inflación del consumidor, del 25,5% al 2,7%, casi 10 veces. Digo, ¿qué creen, que eso se da por arte de magia? No, ese es el trabajo de un tipo que labura en serio y que, justamente, ha sido premiado como el mejor ministro de Economía del mundo. Es decir, y además les cuento algo: es el mejor ministro de Economía de la historia, y lo voy a explicar ahora.
De hecho, y pueden dar fe, los ministros que estén aquí, que yo acabo de mandar, hace unos minutos, un chat en el chat que tenemos del gabinete, diciéndoles: "Somos el mejor gobierno de la historia" y voy a explicar por qué. El dato del 2,7% de inflación al consumidor, ustedes lo tienen que descomponer en dos partes. Por un lado, lo que es la inflación inducida. Hay una inflación que nosotros, por un problema de corregir las cuentas del Banco Central y del sector externo, tenemos un crawling peg de 2% mensual, y hay que sumarle la inflación internacional. Cuando ustedes detraen de la inflación observada la inducida, queda una inflación del 0,2%. Es decir, hoy en Argentina la inflación verdaderamente está viajando al 0,2% mensual. Es decir, hoy la verdadera inflación de Argentina es del 2,4-2,5% anual. Vaya que esto sí verdaderamente es un milagro.
Pero a diferencia de otros programas, y es muy interesante un tuit que sacó hace unas horas Emilio Ocampo comparando las experiencias de distintos planes en la Argentina, hoy el programa que nosotros estamos llevando a cabo está muy alineado con lo que estaba pasando con la convertibilidad. Y, de hecho, si nosotros restáramos la inflación inducida, estamos en una dinámica prácticamente igual. Ahora, la diferencia es que nosotros, por ejemplo, no hicimos un ajuste tarifario antes de empezar el programa de estabilización. Nosotros estamos haciendo esto con una recomposición de precios relativos. Al mismo tiempo, estamos haciendo esto sin haber tenido una hiperinflación previa. Eso no es un tema menor, porque eso genera una licuación en los saldos reales que hace que después sea muy fácil estabilizar, porque la demanda de dinero crece rápidamente para recomponer su situación de equilibrio nocional.
No solo eso, sino que además tampoco hemos expropiado. Nosotros no hemos hecho un plan Bonex y, a su vez, hemos recibido una herencia muchísimo peor, porque teníamos el doble de desequilibrio monetario que la previa al Rodrigazo de 1975. No solo eso, sino que además teníamos cuatro bases monetarias venciendo a un día. Por lo tanto, se podría ver quintuplicado la cantidad de dinero en un día. Teníamos vencimiento de deudas en pesos por el equivalente a 90.000 millones de dólares. Teníamos un Banco Central quebrado, que hubo que hacer un rate-off por el equivalente a 45 mil millones de dólares. Teníamos la deuda de las SIRA y los dividendos por cerca de 60 mil millones de dólares. Y a pesar de todo eso, hemos evitado la hiperinflación. Por lo tanto, ya esta gesta iguala a la de la convertibilidad y mucho más, porque no ha utilizado todo este tipo de cosas. No hemos controlado precios. Y no solo eso, sino que además uno podría describir... De hecho, hay un trabajo de Gerardo Della Paolera, Bozzola e Irigon que se llama (Pass in the Back) que rankea todos los gobiernos de la historia de Argentina, y determina que el primer gobierno de Menem fue el mejor gobierno de la historia de Argentina. Por lo tanto, uno podría pensar el gobierno de Menem como la convertibilidad más las reformas estructurales: la convertibilidad, para bajar la inflación, y evidentemente nosotros hemos tenido un logro similar, pero sin haber recurrido a un montón de atajos que mencioné antes. Por lo tanto, el logro es mucho más robusto.
Pero sí, como si todo eso fuera poco, hicimos una reforma estructural ocho veces más grande que la de Menem, siendo que la de Menem no había sido la más grande de la historia argentina. Con lo cual, hicimos la reforma estructural más grande de la historia argentina, pero con solamente el 15% de los diputados y el 10% de los senadores. Vaya que no hay forma de discutirme que somos el mejor gobierno de la historia. Porque somos el mejor gobierno de la historia.
Porque, de nuestro lado tenemos lo más importante, la legitimidad de los resultados, es un país que se olvidó de lo que es el crecimiento económico porque no ocurre desde hace más de una década. Argentina no crece desde el año 2011 en términos per cápita Argentina está 15% abajo, es decir, Argentina mató el crecimiento económico. Es decir, nosotros estamos sentando las bases del crecimiento económico. Esas bases van a tener una parte que es recuperación cíclica, que tiene que ver con la recuperación del salario real, que, dicho sea de paso, es el sexto mes consecutivo que el salario real sigue creciendo, no solo eso, además estamos bajando fuertemente la pobreza. Porque si ustedes toman el trabajo de Martín González Rosada, cuando se sinceró la pobreza en enero era 57% y hoy con los últimos números ya sabemos que está debajo del 49%, es decir, ya bajamos 8 puntos la pobreza que heredamos. Pero no solo eso, sino que se recomponen en términos reales las jubilaciones, tanto salarios como jubilaciones ya están en niveles superiores a los que había previo a que llegáramos nosotros. Ni les digo si lo miden en dólares, no. Porque el dólar que pronosticaban cualquier cosa del dólar, sigue igual o un poquito más bajo, pero no solo eso, sino que también está la parte de la recuperación cíclica, también vinculada al ciclo de los stocks y eso está mostrando la fuerte recuperación que está mostrando la actividad económica, pero también hay elementos para explicar por qué la economía argentina va a crecer. Una porque estamos exterminando la inflación, hace meses que ya la base monetaria amplia en Argentina no se mueve. Por eso cae el dólar, porque no emitimos, por eso se cae el dólar. Pero, eso es importantísimo para la asignación de recursos. La inflación es al nivel de precios y a la asignación de recursos, lo que el ruido a la comunicación. Ustedes pueden ser muy brillantes y yo puedo ser un gran expositor, pero si acá hubiera ruido no nos podríamos entender. Bueno, la inflación causa ese efecto y nosotros la estamos exterminando. No solo eso, además, el hecho de haber alcanzado el equilibrio fiscal ya desde el primer mes de gestión esto es muy importante en dos líneas. Porque, por un lado, mantener el equilibrio fiscal en la línea financiera hace que la relación deuda-producto sea no creciente, por lo tanto, Argentina es solvente y si no vieron los números hoy les cuento que hoy el riesgo país llegó a 800 puntos básicos y de seguir así vamos a quebrar esa línea también.
Y, por otra parte, hacer el ajuste más grande de la historia de la humanidad: 5 puntos en el tesoro y 10 puntos en todo el término del PBI en el Banco Central. Eso implica un aumento de ahorro fenomenal, y ese ahorro hoy es lo que vuelve a la gente en forma de inversión. Yo recuerdo que cuando asumimos, se discutía la hiperinflación; hoy discutimos créditos hipotecarios a 30 años. Vaya que ha habido un cambio en 11 meses, ¿no?
Al mismo tiempo, la reforma estructural que hemos hecho en ley bases y DNU implica subir 90 puestos en términos de libertad económica. Claro, si yo lo planteo así, parece una cosa muy abstracta. Yo les podría decir: "Miren, pero a mayor libertad económica, mayor PBI per cápita", y les seguiría pareciendo abstracto. Les podría decir que Irlanda, hace 40 años, era el país más miserable de Europa y, haberse convertido en el país más libre del mundo, hace que tenga un PBI per cápita 50% mayor que el de Estados Unidos. Eso empieza a tener otra música. Bueno, con las reformas estructurales que hicimos, hoy tenemos instituciones alineadas con países como Alemania, Francia e Italia. Pero, además, yo estoy orgulloso de todos mis ministros, pero hay algunos que hacen más ruido que otros. Tengo uno que hace ruido todos los días y que me llena de alegría, que es el coloso Federico Sturzenegger, que todos los días desregula algo nuevo. Es más, tiene un contador de tiempo, mientras que tenemos facultades delegadas para apurarnos a seguir metiendo reformas estructurales que no frenen la casta.
Pero les cuento algo más: lo que logramos, a mí todavía me parece poco, porque yo no voy a parar hasta que seamos el país más libre del mundo, con lo cual todavía tenemos pendientes 3.200 reformas estructurales. Y no tengan ninguna duda de que, si los argentinos siguen acompañando, voy a hacer de Argentina el país más libre del mundo.
Pero esto no es solamente una batalla política, no es solamente una batalla económica, porque esos son logros circunstanciales. Lo relevante, lo que le va a dar perdurabilidad en el tiempo a esto, es la batalla cultural. Es decir, ustedes necesitan dar la batalla en todos los planos: hay que darla en la política, hay que darla en la economía, porque hay que tener logros. Hoy, el socialismo del siglo XXI se cae porque no tiene logros. Entonces, tuvieron política, tuvieron batalla cultural, pero no tuvieron economía. Bueno, nosotros, como tenemos ideas mejores, triunfamos en lo económico, ahora triunfamos en lo político, pero es importantísimo darle sustento a la batalla cultural. Si no damos la batalla cultural, nos va a pasar lo que pasó en todo el mundo en los 90: una explosión de libertad y, luego de esa explosión de libertad, los zurdos volvieron a tomar todo el mundo y lo hicieron con muchísima más fuerza.
Por eso me parece muy interesante tomar una anécdota de Margaret Thatcher. Un periodista le pregunta: "¿Cuál es su mayor logro?", a lo que ella responde: "Tony Blair y el nuevo laborismo. Forzamos a nuestros adversarios a cambiar de opinión”. Si ustedes se fijan, una de las cosas que ha pasado en los últimos años, y esto pueden dar fe Agustín, Adrián o nuestro prócer Alberto Benegas Lynch hijo, cómo ha cambiado el debate. A veces también la suerte tiene una parte, ¿no? Porque nosotros veníamos todos haciendo la batalla cultural, veníamos peleando desde las ideas, cada vez con más éxito, cada vez con mayor convocatoria, y las circunstancias, que les puedo asegurar que no son nada románticas, lo que me llevó a la política, porque lo que me metió en la política fue la censura que impulsaba el gobierno de Alberto Fernández para con los liberales, ideada por ese impresentable que es diputado de la Nación, Leandro Santoro, que llamaba a la censura de los libertarios directamente. Digo, que quede claro: esto es una interpretación muy judaica. Tenemos que darle las gracias a Leandro Santoro, nos permitió tener un liberal libertario como presidente, al tratar de censurarnos.
Y como parte de ese proceso de censura, yo recuerdo cuando íbamos a hacer el acto de lanzamiento en Plaza Holanda, justo a un día del aniversario de que asumiera Carlos Pellegrini, que siempre lo he señalado como un referente, y espero poder hacer justicia y honrar ese postulado: tomando siempre la decisión correcta, independientemente de lo que pase o no con mi popularidad. Que creo que por ahora vengo cumpliendo. Si no, miren lo que fueron vetar cosas tan popularmente armadas, y, sin embargo, hemos defendido el equilibrio fiscal a rajatabla. Y los medios trataron de invisibilizarnos, trataron de no mostrarlo. Pero afortunadamente cambió el mundo. La tecnología, los teléfonos celulares y las redes sociales empezaron a filmar lo que estaba pasando en Plaza Holanda. Y fue tan grosera la convocatoria y tan grosero el silencio y la estrategia de los medios por ocultarnos, que se les convirtió en un boomerang. Y eso nos permitió ganar el centro de la escena en la campaña electoral. A partir de ese momento, tomamos el centro del ring y no lo dejamos en ningún momento. Todo el tiempo fuimos los que manejamos la discusión política y eso obligó a todos nuestros adversarios a moverse hacia las ideas de la libertad. Gente que verdaderamente había dicho cosas totalmente opuestas a las ideas de la libertad, empezó a hablar de las ideas de la libertad.
Y eso se terminó plasmando en una elección en la cual, en Capital Federal sacamos 17%. Después apareció otro hecho también fortuito, en especial dedicado para los que dicen: "Yo no voté a Karina". Cuando a mí me resultaba muy incómodo tener que cobrar mi dieta de diputado porque, básicamente, se paga con impuestos, y los impuestos se los sacan por la fuerza a la gente. Por lo tanto, como liberal libertario, me sentía muy incómodo y prefería seguir viviendo de hacer otras cosas, como dar conferencias y cosas por el estilo. Pero me sentía incómodo con el tema de cobrar como diputado. Y en ese contexto, fue a mi hermana quien se le ocurrió hacer el sorteo de la dieta. Y cuando se le ocurrió hacer el sorteo de la dieta, bueno, nos hicieron un montón de cosas. Empezaron a decir, lo más interesante fue que muy rápidamente llegamos a un millón de inscriptos. Entonces decían que queríamos robarle los datos a la gente, cosas verdaderamente aberrantes. Pero claro, porque el ladrón cree a todos de su misma condición. Es más, en ese contexto, no solo eso, sino que además a la base de datos, que es una base de 3 millones de personas, solamente se podía entrar simultáneamente con tres llaves. Y con mi hermana decidimos romper mi llave, con lo cual, es una base que hoy costaría 3 palos verdes, pero decidimos romper la llave. Así que esa llave, cuando terminaron los sorteos, desapareció, desapareció la base, todo.
En ese momento dijimos: "Bueno, vamos a hacer el sorteo en Mar del Plata". Lo hicimos en la escalinata que da al Costa Galana, y nos encontramos con una convocatoria de más de 10.000 personas. En ese momento, mi hermana me dijo: "Vas a ser presidente". Y yo le dije: "¿Estás segura?". "¡Segurísima!". Y este largo camino que pronto se va a cumplir un año desde que ganamos las elecciones… Sin mi hermana hubiera sido imposible.
Y la verdad es que, vaya que es una pieza fundamental. Porque si hay algo que es difícil en Argentina es armar un partido político, porque están todas las máquinas de impedir para que no pueda haber competencia. Y en menos de 11 meses armó un partido político, y para el año que viene La Libertad Avanza tenemos nuestro propio instrumento. Por lo tanto, no vamos a ser víctimas de extorsiones y vamos a poder manejar la herramienta como nosotros deseamos. Así es que La Libertad Avanza, y lo hace a paso redoblado, gracias a la acción de Kari.
Volviendo al discurso, perdón, estaba explicando el éxito de Thatcher y obligando a los laboristas a discutir en el plano de la libertad porque, ¿y esto por qué ocurrió? Porque cuando concluyó su mandato, el éxito de su programa era tan inapelable que el partido laborista se tuvo que volver ortodoxo en lo económico. Es decir, se dejó de discutir la ley de la gravedad, se dejó de poner en juego la restricción de presupuestos. Los resultados fueron tan inapelables que no les quedó alternativa; el laborismo era algo así como el populismo de acá, y, saquen sus propias conclusiones. Hoy hasta los heterodoxos reconocen que era importante el equilibrio fiscal, pero hasta hace poco eran todos "gasto-maníacos". ¿Y por qué los estamos doblegando? Miren, los streamers kirchneristas, reconocen que estamos bajando la inflación; reconocen que la inflación es un fenómeno monetario. Bueno, todavía les falta hacer un upgrade nuevo, entender que la contracara de esto es el equilibrio fiscal. Es decir, ustedes no emiten dinero porque sí; emiten porque cuando hay déficit fiscal y no lo pueden financiar con endeudamiento, se endeudan contra el Banco Central, emiten dinero, y eso genera inflación. Pero ya en algún momento van a hacer el "catch-up"; todavía no conectan el déficit con la deuda, pero ya lo van a hacer, porque la verdad que el logro también es inapelable. Porque piensen que, en Argentina, de los últimos 123 años, en 113 hubo déficit, y los 10 años que no hubo déficit fue porque estábamos en default, porque no pagábamos los intereses. Es más, yo recuerdo que cuando nosotros dijimos que íbamos a ir al déficit cero, me dijeron que estaba loco; digo, estoy bastante acostumbrado, me dicen loco desde chiquito. Así que, con lo cual, mucho no me iba a afectar. Y recuerdo que en una nota Esteban Trebucq me pregunta: "¿Vos estás loco?" Y yo le dije: "¿Sabés cuál es la diferencia entre un genio y un loco? El éxito". Bueno, decían que era imposible; nosotros lo logramos en un mes. Vaya que parece que van a tener que cambiarme el apodo, pero bueno.
Para ir cerrando, quiero dejarles la siguiente reflexión: hoy el mundo está en un cambio de época, creo que a esta altura hay pocos que lo nieguen. Quizás hace algunos años no lo habíamos imaginado, pero nosotros los argentinos jugamos un papel importante en ese cambio, porque somos vanguardia en materia política global. Estamos a la vanguardia del giro al sentido común, estamos a la vanguardia del giro a la verdad, somos vanguardia en reencontrarnos con las verdades de nuestro pasado para poder liderar hacia el futuro, y somos vanguardia también en materia de gobierno. ¿O acaso no estamos demostrando que tantos supuestos imposibles y límites que el círculo rojo y el periodismo imponían como verdad absoluta al final eran relativos? Decían que no pasábamos las PASO, decían que no teníamos estructura, decían que no íbamos a poder competir, decían que quedábamos terceros, decían que habíamos perdido el debate, decían que no íbamos a poder gobernar, decían que ajustar más de un punto al PBI era imposible, que el equilibrio fiscal era imposible, que terminar con los piquetes era imposible, que sacarle infinidad de privilegios a la casta política era imposible. Bueno, señores, acá estamos: nosotros lo hicimos.
Para nosotros, hay un lema de una publicidad que es nuestro lema: nada es imposible. Nada es imposible; nosotros lo estamos haciendo posible porque no solo que sabemos lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo; además, sobre todas las cosas, tenemos el coraje. Porque para nosotros la política no es el arte de lo posible, sino hacer posible lo que todos consideran imposible. Uno por uno estamos resolviendo problemas que en Argentina estuvieron bajo la alfombra por décadas, incluso problemas que el mundo libre poco se anima a abordar, como el tema del déficit fiscal. Solo cinco países del mundo están arriba de la línea del equilibrio financiero; Argentina es uno de ellos. Mi punto es que Argentina puede y debe ser un faro para el mundo, un faro de faros inclusive ahora que los vientos de libertad también soplan en el norte, porque el mundo ha sido sumergido en una oscuridad profunda y exige a gritos ser iluminado, nosotros podemos y debemos echar esa luz. Podemos ser ejemplo para un Occidente que necesita desesperadamente reencontrarse con las ideas de la libertad. Por último, quiero decirles que cuando me vean a mí, no vean a un presidente, ni siquiera tal vez a un economista, que es verdaderamente el título que me llena de orgullo de base, les pido que vean una idea: esa idea del espíritu de Occidente que quiere renacer desde la Argentina hacia el mundo. Y aunque nos ataquen llenos de insolencia y de impiedad, no teman, porque si bien somos meros mortales, las ideas son indestructibles. Por lo tanto, que Dios bendiga a los argentinos, que las fuerzas del cielo nos acompañen, y ¡viva la libertad, carajo! Muchas gracias a todos.