Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei, en el IERAL, desde la provincia de Córdoba
Buenos días a todos, hola a todos: imagino que en pocos lugares juego tan de local, como acá. La charla de hoy – básicamente - va a versar sobre lo qué es la política monetaria, de cara al futuro. Para eso, la charla tiene tres partes: una parte, donde - básicamente - describo las condiciones iniciales, la situación en la que se encontraba la economía argentina en el momento que llegamos. Por otra parte - a la luz de lo que estamos implementando y del éxito que está teniendo - lo que voy a explicar es el diagnóstico, que nosotros desarrollamos, y como consecuencia de ello el paquete de política económica, que diseñamos, y - muy particularmente - la cuestión monetaria.
Yo quiero señalar que estamos frente a un evento histórico, una forma - no convencional - de bajar la inflación y por eso creo que este es un ambiente que amerita, en el cual discutamos lo que estamos haciendo, porque si bien todavía es prematuro, cuando uno tiene conciencia histórica – entiende - la característica del logro.
Nosotros - cuando llegamos - la inflación mayorista, que es la que se adelanta, viajaba al 54% mensual. Es decir, eso – anualizado - da 17.000%. Y en el último número - de mayorista - fue 2%, es decir, una inflación del 28%. Y creo que vale la pena la discusión y el análisis porque – sistemáticamente - se dijo que nosotros no tenemos programa. Entonces, la pregunta es: ¿cómo hicieron para que baje? Es decir, la verdad que yo sepa ni el equipo de “Toto”, ni yo hemos estado estudiando con Copperfield cómo hacer magia. Así que me parece que vale la pena discutirlo.
Lo que sucede es que, después de tantos años de colectivismo, creo que, en la población, le diría, y más que nada en la profesión y los comunicadores perdieron noción y conciencia de qué es un programa de estabilización - en especial - en una perspectiva liberal. Un programa de estabilización tiene un programa fiscal, un programa monetario y una política cambiaria. Ahora si ustedes – después - le quieren agregar cosas es porque empiezan a mostrar cuotas de dirigismo; cuotas de política. Eso una forma distinta de ver el proceso y, además, me parece que también vale la pena analizarlo porque - a diferencia de otros casos interesantes de esta estabilización - es que no hubo una hiperinflación previa, porque cuando ustedes tienen una hiperinflación previa, lo que hace es licuar los activos financieros. Por lo tanto, la estabilización – después - es muy fácil porque parten de niveles de demanda de dinero muy bajos; entonces la propia recomposición de la demanda de dinero hace que sea mucho más fácil estabilizar. Ahora – claro - pasar por esa experiencia y llegar a ver la cantidad de pobres, en el 95%, no sería un ejercicio agradable, por decirlo de alguna manera
La otra característica muy importante y que - de hecho -, durante la campaña, tuve que lidiar mucho contra esta acusación es que nosotros no hicimos un Plan Bonex; es decir, no hubo expropiación. De hecho, si bien nadie hablaba de cómo resolver el problema de los pasivos remunerados, y nosotros éramos los únicos que hablábamos de los pasivos remunerados, básicamente, lo que nosotros no dábamos eran fechas, y - de vuelta - porque nosotros somos un gobierno liberal libertario y – consecuentemente - proceso tenía que ser a mercado y eso depende de las decisiones de los individuos. Ahora, algo que parecía imposible, nosotros lo resolvimos en 6 meses, es decir nosotros terminamos con el déficit cuasi fiscal, de 10 puntos del PBI y eso parece que nadie lo nota, pero vaya que - en términos de inflación esperada y hacia adelante - esto es un tema verdaderamente significativo.
Otra característica adicional, de este programa, es que no tiene controles de precios. Además, no hemos fijado el tipo de cambio. Es decir, no hay un tipo de cambio fijo, hay un sistema de crawling peg. Y eso también es interesante, a los efectos de mirar los resultados inflacionarios. Es decir - al tener un sistema de crawling peg - el programa, hoy, como está diseñado tiene una inflación inducida, que es el crawling peg. Más la inflación internacional. Eso - más o menos - arroja una tasa de inflación, mensual, del 2,5%. Entonces cuando uno mira la inflación minorista que - el último registro - fue del 3,5%, quiere decir que la verdadera inflación macro viene viajando al 1. Es decir, que es la diferencia entre la inflación observada y el crawling peg, más la inflación internacional. Eso quiere decir que entonces la inflación, del programa, está en el orden del 1%. Esto quiere decir que – hoy - la verdadera inflación, en Argentina, estaba viajando al 13% anual y eso sí que parece un sueño, a lo largo de lo que hemos estado padeciendo, durante los últimos 20 años, o desde la creación del maldito Banco Central, de la República Argentina, en 1935; salvo el periodo que fue el programa de estabilización más exitoso, de la historia argentina, y que nació, acá, que fue el Plan de Convertibilidad, del ministro Domingo Felipe Cavallo.
Por otra parte, esto – además - se hizo recomponiendo precios relativos y - con todo esto - estamos llevando la inflación, a niveles que podrían estar entonces oscilando - entre el 10 y el 25% -, lo cual, si no lo quieren considerar un milagro o no le gusta la teoría económica, que estamos utilizando, se lo podemos aducir a las fuerzas del cielo.
Y finalmente, lo que voy a hacer es contar cómo es la política monetaria hacia adelante, porque eso – también - nos va a ayudar a comunicar y tratar de explicar qué es lo que estamos pensando, de cara al futuro. Voy a explicar el concepto de dolarización endógena y – después - mostrar cómo nosotros estamos viendo el crecimiento y cómo esto liga con la parte monetaria. Es decir, hoy, no voy a estar discutiendo distintos regímenes monetarios y demás, porque - me parece - que ya es una discusión que parece poco relevante y es hora de que nos pongamos a hacer foco, en el futuro.
En ese sentido - cuando nosotros asumimos - era una situación de un descalabro enorme. Nosotros estábamos frente a lo que podría haber sido la crisis más importante, de la historia argentina, ya que combinaba los elementos de las tres grandes crisis argentinas. Teníamos un money overhang, que era el doble del que había en la previa del Rodrigazo, allá en 1975, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, espantoso gobierno que implicó no solo la Triple A y el decreto de aniquilamiento y algunas aberraciones adicionales, sino que - en el medio - sextuplicó la tasa de inflación y multiplicó por 5 la cantidad de pobres. Entonces, si nosotros teníamos el doble de desequilibrio monetario, por lo menos hubiéramos multiplicado por 12 la tasa de inflación; es decir, la hubiéramos llevado a niveles del 2400. Y, por otra parte, no podríamos haber multiplicado por 5 por la cantidad de pobres porque no puede pasar el 100%.
Es decir, sólo eso con una de las partes del desequilibrio. El otro desequilibrio era el desequilibrio, en el balance del Banco Central, pues teníamos una relación de pasivos remunerados - respecto a la base - de cuatro veces; nos dejaron una situación, donde - en un día - podíamos quintuplicar la cantidad de dinero y esa situación era mucho peor que la que teníamos, en el Banco Central, en el año 1989, antes de que estalle la hiperinflación, de Alfonsín, que – después - terminó con la huida de Alfonsín del poder, seis meses antes. Y, además, también teníamos indicadores sociales que eran peores que los que había, en diciembre del 2001, previa caída de la Convertibilidad y el Golpe de Estado, impulsado por Duhalde y Alfonsín, que – paradójicamente - a Alfonsín lo muestran como el padre de la democracia, siendo que fue partidario de un Golpe de Estado, pero que, evidentemente, pesificarle la deuda a “Clarín”, hizo mostrarlo como un héroe.
En ese sentido, nosotros nos encontramos que, durante la primera semana de diciembre, la inflación venía viajando al 1% diario, algo que implica una inflación anual, del 3700%. Cuando uno mira - la segunda semana - y computa los 15 días pertinentes, o sea, la inflación se había acelerado a un ritmo del 7500%, anual. Si toman la del IPC, de 25,5%, estaríamos hablando de una inflación – anualizada - cercana al 1500%, y si tomamos la del IPCM, la mayorista, anualizada, ese 54 implicaba 17.000%. Ese era el contexto, en que nos encontrábamos.
Y, además, de los desequilibrios, que les mencioné, también teníamos los desequilibrios flujos; teníamos déficits gemelos por el equivalente a 17 puntos del PBI. Piensen que cuando…en lo que es la literatura de indicadores tempranos de crisis, un déficit de 4% gemelos es una alerta amarilla; 8 es alerta roja, bueno, 17, fue púrpura, violeta, y por eso ganamos nosotros, ¿qué esperaban?
Si bien nosotros solemos describir la herencia, no nos quejamos de la herencia. Vinimos y resolvemos el problema porque en realidad, yo soy el primer presidente liberal-libertario, de la historia de la humanidad, y eso no ocurre, en condiciones normales de presión y temperatura. Ahora, de esos 15 puntos, 17 puntos de déficit, 15 estaban en el Estado nacional; 5 era el déficit del Tesoro y 10 era, del Banco Central. Al mismo tiempo, teníamos una brecha del 200%, es decir, la relación entre el tipo de cambio paralelo y el oficial era 3 a 1. A mí eso me causa gracia, porque - cuando pega el salto el tipo de cambio y se acelera la tasa de inflación - algunos economistas me culpan a mí de haber devaluado, y me parece que, si eso lo hace alguien, que no está formado, en economía, lo puedo entender. Es decir, la gente no está obligada a saber de economía. Pero me resulta raro, que lo digan economistas profesionales, porque si tengo una brecha del 200% y tengo reservas internacionales netas negativas, en 12.000 millones de dólares; yo no devalué, yo lo único que hice es sincerar, es blanquear las cosas, es mostrar las cosas cómo son en realidad. Es más, no solo que teníamos ese problema, sino que, además, teníamos entre la deuda de la SIRA - que la verdad un verdadero escándalo - y dividendos atrapados, esa deuda, en el Central, era por 60 mil millones de dólares. Teníamos, además, deuda - en pesos - venciendo por el equivalente a 90 mil millones de dólares; teníamos deuda externa venciendo por 25 mil millones de dólares, donde – mayormente - era con organismos multilaterales, pero como el Gobierno anterior vivía incumpliendo, el programa estaba caído.
También eso fue muy interesante porque todo el mundo hablaba de que el programa no era consistente, y pensar que uno - después de semejante historial de incumplimiento - va y se sienta en el Fondo. Esa discusión no es una discusión rápida, y - en general - esa discusión demanda 3 meses. Nosotros cerramos el programa, en un fin de semana; quiere decir que bastante ordenadito lo teníamos. Entonces, en ese sentido, la situación era bastante compleja y además teníamos un pasivo oculto, adentro del Central que era el tema de los Puts; y ese era todo el cuadro con el que nos habíamos encontrado. Entonces lo que nosotros necesitábamos era frenar la posibilidad de una híper porque si hubiéramos ido a una hiperinflación la situación hubiera sido verdaderamente desastrosa. Si ustedes - de vuelta - miran los saltos en la pobreza, de lo que es la crisis del “Rodrigazo”; la hiperinflación de Alfonsín o el Golpe de Estado a De la Rúa se van a dar cuenta que cualquiera de esas situaciones - por sí sola - hubiera duplicado la cantidad de pobres.
Entonces, la situación era bastante complicada. Es más, hasta también me sorprende la deshonestidad intelectual de economistas y de políticos, o peor aún, de políticos, que son economistas. Entonces, por ejemplo, uno de ellos dijo: “No, no, tenés la responsabilidad de haber aumentado la cantidad de pobres en 5 millones”. Esto también es muy interesante y plantea lo difícil que puede ser el diseño de la política económica, pero - sobre todo - la comunicación de la misma.
Como todos ustedes saben, en Argentina, la pobreza - dentro de las metodologías que hay - Argentina utiliza el método de los ingresos. Entonces, se mira la canasta básica alimentaria, de ahí se saca la canasta básica total. Eso tiene una consecuencia, en términos de ingresos, la conversión entre estas dos líneas se llaman curvas de Engels o coeficientes de Engels, y se lo compara con los ingresos y se mira cuántos pobres hay. Básicamente, estoy explicando muy sintéticamente cómo es la metodología.
Entonces, la pregunta es: cómo si yo hago un sinceramiento, entonces los números vuelan, y entonces ¿qué sentido tiene sincerar? Y esto también vale la pena debatirlo y discutirlo y analizarlo. Argentina, de hecho, venía con controles de precios. O sea, el gobierno anterior, controlaba precios, pisaba tarifas. La verdad es que si ustedes miran cualquier informe van a ver todo lo que era el desequilibrio, en los precios relativos. Entonces, cuando ustedes tienen un control de precios, o sea siguen teniendo déficit fiscal, lo financian con emisión monetaria; que dicho sea de paso el gobierno anterior emitió 13 puntos del PBI - durante el último año - donde la inflación que se genera por la emisión, en Argentina, tiene un rezago entre 18 y 24 meses. Es decir, todavía va a haber seguir purgando las aberraciones del gobierno anterior.
Y no es que lo digo ahora, lo dije en campaña y lo pueden buscar en videos míos, de casi 10 años y digo exactamente lo mismo. Entonces, ¿qué es lo que pasa? Ustedes tienen el control de precios y aparecen dos efectos: uno, es que se van hacia otros bienes y empieza a escasear los bienes, que están en el control, que - en general - son los que están en el índice de precios. Entonces cuando ustedes miran el índice de precios, el índice de precios no refleja los efectos del control, los efectos de la escasez, a punto tal que ustedes pueden agarrar y llegar un momento, que era lo que pasaba sobre el final del gobierno anterior, que las góndolas estaban vacías.
Entonces, de eso me hace acordar mucho un ejemplo que da Juan Carlos de Pablo, en uno de sus brillantes libros, sobre política económica, donde dice: “entra un señor a un bazar y dice. “quiero ese jarrón, ¿cuánto cuesta? 5 millones. ¿Cómo 5 millones, si enfrente está un millón? Bueno, vaya y compre enfrente. No, bueno, enfrente no hay. Bueno, acá cuando no haya más también va a costar un millón». Es decir, el precio es al que hay. Entonces, quiere decir que ahí ese problema de desabastecimiento no está contemplado en el índice; por lo tanto, la medición de lo que cuesta esa canasta es mentirosa. Porque, además, cuál es el poder de compra de 100 pesos, mil pesos, 10 mil pesos, 20 mil, lo que ustedes quieran, si enfrente la góndola está vacía.
¿Cuánto es ese precio? Ese precio es infinito porque no importa cuántos pesos le vayan a tirar porque el producto no existe. Entonces, frente a esa situación, donde el producto no existe y ustedes no sinceran, los productos no aparecen. Entonces, si usted no sincera, ¿qué pasa? Se va a morir de hambre porque los productos no aparecen. La única forma en que los productos vuelvan a aparecer es que usted sincere los precios. En el momento que los precios que usted los sinceró, claro eso sí queda registrado estadísticamente, salta la canasta básica alimentaria por curva de Engels; salta la canasta básica total y usted registra más pobres.
Hay un trabajo maravilloso, que ha hecho, recientemente, un profesor de la Di Tella, que es González Rosada, y muestra que ese sinceramiento llevó la pobreza al 57%. Pero, de vuelta, eso estaba ahí, eso estaba ahí… Pero era más fácil ocultarlo, entonces. No, no era más fácil ocultarlo. O sea, ustedes no comen estadísticas, ustedes comen producto de verdad. Lo que tenemos que tratar es que las estadísticas digan y estén lo más parecidas a la verdad. Y la buena noticia, es que, hoy - después de que durante cinco meses - los salarios reales suben sin parar, donde los que más suben son los del sector privado; donde se está recuperando muy fuertemente el privado informal, y el que viene no recuperando y viene rezagado es el sector público, porque hay motosierra.
El dato para, el último trimestre - según las estimaciones de González Rosada - es 49%. Es decir, acabamos de bajar la pobreza en 8 puntos porcentuales. Vaya que sí, que nos estamos ocupando de los más vulnerables.
Entonces…, el punto es okay; estamos bajando la inflación. No hay plan social más poderoso que bajar la inflación porque está claro, que el impuesto inflacionario es un impuesto súper regresivo. Entonces es ¿cómo lo hicieron? Me parece que por eso es importante el diagnóstico. Ahora, yo recuerdo que previo a la campaña…, ahora ya no se discute tanto, pero - previo a la campaña - estaba más debatido el tema sobre la naturaleza de la inflación. Entonces, hay un conjunto de economistas que cree que es multicausal, bueno, yo - desde que maduré y crecí - nunca creí esa cosa, lo creí cuando era muy chico, pero uno después se da cuenta que los Reyes Magos son los padres, qué sé yo.
Entonces, yo siempre adherí a la hipótesis monetaria de la inflación. Eso es tan importante, hasta en la definición que utilice un economista de inflación va a marcar la diferencia. Por ejemplo - en mi caso - la inflación es la pérdida del poder adquisitivo del dinero. Es decir, se genera por un exceso de oferta y dinero, ya sea porque sube la oferta, porque cae la demanda o porque ocurren las dos cosas a la vez, y todos los precios expresados en unidades monetarias suben. Es decir que, si yo tengo esa definición, yo me tengo que ir y cagar a trompadas con Reconquista 266. O sea, tengo que ir y agarrármela, con el Banco Central.
Ahora, la otra definición de inflación, que es la que les gusta a los políticos, es la suba generalizada de los precios. Entonces, ahí ustedes se la agarran con los sindicalistas - que no son ningunos santos, obviamente -, con los empresarios, con los trabajadores, o sea, con cualquiera menos con los políticos. Obvio que a los políticos les encanta eso. Entonces, parece que ese debate está bastante encaminado. No estoy escuchando mucho a los heterodoxos y esas tonterías de la inflación multicausal.
Ahora, la forma, en la cual llegamos a esto, no es lo mismo, depende de qué escuela estén parados; no es lo mismo la hipótesis monetarista, a lo Friedman; no es lo mismo la hipótesis a la Robert Lucas Junior y tampoco es lo mismo la hipótesis en el formato austríaco.
Entonces, ahí es conocido que yo adhiero a la hipótesis de la Escuela Austríaca, entonces algo que parece bastante obvio no es tan obvio. Es decir, por ejemplo, en la hipótesis monetarista, el dinero no es neutral de corto, pero sí lo es de largo; en la hipótesis del rational expectations lo es aún de corto plazo, salvo que haya sorpresa, pero los efectos de la sorpresa en el tiempo, si ustedes abusan de ese mecanismo desaparece. En la hipótesis de los austríacos, el dinero nunca es neutral. Es más, es un elemento pernicioso, que hace daño y que - la verdad- es que…, ya van a salir, no le voy a expoliar el final, pero se lo imaginan. Por eso es tan importante volver a la base; parece algo que es rudimentario, parece un comentario para principiante, pero sucede que parece que los economistas nos hemos olvidado de cosas tan básicas que, entonces, estamos delirados en cualquier cosa y nos olvidamos de qué se trata el problema.
El primer punto es, ¿por qué existe el dinero? Es decir, por qué existe el dinero, porque si no sabemos por qué existe el dinero, cómo vamos a entender la hipótesis monetaria de la inflación, si no entendemos de lo que estamos hablando. Entonces el dinero existe – básicamente - porque si ustedes no tuvieran dinero tendrían una economía de trueque; ahora en una economía de trueque es bastante complejo el funcionamiento de una economía de trueque, porque ustedes tienen dos grandes problemas: el primero, es la doble coincidencia. Es decir, ustedes tienen que encontrar a alguien que quiera comprar lo que ustedes quieren vender. Pero, además, necesitan la recíproca, lo cual es un problema bastante complejo. Ahora, por ejemplo, yo puedo encontrar, el panadero que quiere pan y yo quiero pan. Ahora hay un problema de indivisibilidad también. Porque yo puedo querer un kilo de pan, no sé, dos, tres y quiero repartir. Pero no estoy dispuesto a dar una charla completa, por 3 kg de pan.
Y al panadero no le interesa escucharme, 3 minutos de mi presentación. Entonces esa indivisibilidad, más el problema de la doble coincidencia hace que muchas transacciones se pierdan, y eso genera una pérdida de bienestar enorme. Entonces el dinero viene a tratar de resolver este problema.
Y así es como aparecieron otros tipos de dinero, o sea, el hombre no se quedó llorando, uy qué problema, qué hago, no consumo. No, no, le buscó la vuelta, lo que hizo es buscarle la vuelta. Y esa vuelta era que había algunos bienes que se intercambiaban, más que otros. Entonces, ustedes iban y compraban ese bien no porque les interesaba consumir ese bien, sino que iban y compraban ese bien para comprar el otro bien, es decir, era un bien de intercambio indirecto. Esto es un tema extremadamente importante.
Esto es fundamental porque, si no entendemos esto, no entendemos la naturaleza del dinero. El dinero es un bien de intercambio indirecto. Esta es la clave porque, ahora, voy a explicar por qué es tan importante entender esto. Ahora si es un bien de intercambio indirecto, eso también implica entender las distintas monedas que tuvo el ser humano. Por ejemplo: cuando el hombre era nómade, la primera moneda que tuvo era el ganado. ¿Y por qué era el ganado? y porque andaban con el morfi caminando, caminaban con el morfi al lado; algo que hoy sería bastante complicado psicológicamente resolver, de que andan con el bicho que, después, van a matar para comérselo.
De vuelta: son cosas que no las naturalicemos, pero era cómo funcionaba el mundo. Y, claro, pero después el hombre se hizo sedentario, ¿y qué era lo que comía más? Comía pan, entonces lo que más comía si era pan, lo que más usaba entonces era el trigo; entonces una de las primeras monedas que aparecieron fue el trigo porque justamente, no porque quería comer trigo ni que quería pan, sino que le servía como bien de intercambio indirecto. Y así han aparecido otro tipo de moneda, como la sal, el lino, ha aparecido el tabaco. Es más, fíjense… yo soy un señor grande y - en algún momento - había películas de cárceles, ¿y qué usaban como dinero en las cárceles? El cigarrillo.
Después hay cosas muy divertidas, como, por ejemplo, en la hiperinflación, de Alemania, se usaba el coñac; entonces Milton Friedman, en un momento, hace un chiste que dice: “sí, usaron el coñac, la definición más líquida de dinero que conocí en mi vida”. Y a qué viene todo esto, que si nosotros comprendemos que el dinero es un bien de intercambio indirecto que solamente lo usamos para hacer transacciones, eso implica que entonces la demanda de dinero es una demanda derivada.
Es una demanda espejo, cuya contrapartida es el conjunto de funciones de exceso de demanda, de toda la economía. Es decir, todo lo que es el mercado de bienes. Es decir, con lo cual, si se empiezan a remontar a los clásicos y eso lo pueden leer, en Hume: lo pueden leer en Adam Smith, quien probablemente mejor lo describe es John Stuart Mill. Ellos hablaban de un lado real y de un lado monetario; hablaban del velo monetario y decían bueno, mientras que no hagamos disparate todo funciona bárbaro, el problema es cuando empezamos a meter la mano y ahí es donde el sistema se descompone.
¿Y por qué esto es importante? Porque si la demanda de dinero, el bien de intercambio indirecto, es decir, una demanda de espejo, una demanda derivada, los fundamentos de la demanda de dinero, el verdadero componente dentro de la demanda de dinero, no es ni la burrada esa de poner el ingreso, ni la burrada esa de poner la tasa de interés.
Y eso también es importante que quede claro: cuando ustedes construyen un sistema de equilibrio general, en la función exceso de demanda no aparece el ingreso, porque el ingreso se deriva de la venta de ocio, más la participación que ustedes tienen de los beneficios en las empresas, que dependen de los precios. Por eso solamente hay precios y no aparece el ingreso en ningún lugar.
Y las funciones de exceso de demanda son homogéneas, de grado cero, en precios y solamente aparecen precios relativos y nada más. Y si ustedes utilizan un numerario, quedarán escalado en ese numerario. En una economía monetaria, ese numerario es el dinero. Pero no sólo eso. Tampoco aparece la tasa de interés. La tasa de interés no existe porque existe el dinero. La tasa de interés existe porque existe el tiempo.
Es decir, si no hubiera tiempo no existiría la tasa de interés, no tendría ningún sentido, es un contrasentido teórico. Entonces ustedes lo que van a encontrar - en las funciones de exceso de demanda - es vectores de precios. Y van a entrar los precios presentes y los precios futuros, y la relación entre los precios presentes y los precios futuros lo que va a determinar es la tasa de interés. Y cuando todos estén en administrados, la tasa de interés emergente es la misma para cada relación entre períodos.
En definitiva, la demanda de dinero es una función, que depende del vector de consumo. El vector de consumo son todos los consumos, de todos los productos no solo hoy, sino de acá a la eternidad. Y si depende del consumo, ¿el consumo va a depender de qué? Ese sendero de consumo, o sea, ese sendero para el vector de consumo. Va a depender de lo que Robert Lucas Junior decía eran los parámetros profundos. ¿Los parámetros profundos que son? Las preferencias, es decir las funciones de utilidad, incluida la tasa de preferencia intertemporal porque ahora estamos hablando de una economía, que no es de un periodo, sino que es de la cantidad de tiempo que ustedes quieran.
No sólo eso, sino que – además - va a depender de la tecnología. Es decir, de la función de producción; va a depender de las dotaciones de factores y va a depender del sistema de propiedad. O sea, todos parámetros profundos. O sea, si yo lo pongo en una foto hoy, eso son todos datos.
Por lo tanto, la demanda de dinero - en condiciones normales de presión y temperatura - ¿tendrían que ser qué? Directamente una función granítica. Por eso no eran tan tontos los clásicos, cuando ponían la teoría cuantitativa versión Cambridge, si ustedes quieren, como una fracción del ingreso. O sea, no eran tontos.
Después está el problema de la inconsistencia de grado, de que es una función homogénea, grado 1, y que eso no pueden pegar el sistema, pero es un problema de índole matemática, que Mises lo resolvió, entre otros problemas que resolvió Mises.
Pero, más allá de eso, si ahora la función de demanda de dinero es una función granítica; esa función de demanda real de dinero, quiere decir que eso - en equilibrio en el mercado monetario - se tiene que igualar a los saldos reales; es decir, la cantidad de dinero, dividido el nivel de precios. Por lo tanto, el nivel de precio va a venir determinado ¿Por qué? Por la cantidad de dinero. Es decir, ustedes cuando fijan la cantidad de dinero, dada la demanda de dinero, están determinado el nivel de precios.
En el fondo, no es ni más ni menos que, puesto de otra manera, el problema del ancla nominal. Es decir, cuando el Banco Central determina la cantidad de dinero, determina la escala nominal de la economía. De ahí que, cuando el Banco Central, incrementa la cantidad de dinero, suben los precios. Entonces la naturaleza monetaria de la inflación dice que la inflación es - siempre y en todo lugar - un fenómeno monetario generado por un exceso de oferta de dinero o una caída de la demanda de dinero que hace que el poder adquisitivo del dinero caiga y, por ende, todos los precios expresaron una unidad monetaria, suban.
Y ese proceso no es neutral, porque la forma en la cual ustedes derivan utilidad, es decir, si ustedes tienen individuos que son distintos, eso ya básicamente les va a generar que el dinero no es neutral, porque la utilidad marginal de 20.000 pesos para mí, no es la misma que ustedes tienen para cada uno, por lo tanto, eso va a modificar mi patrón de consumo, por ende, no es neutral. O tengo un único individuo, pero ahora tengo varios bienes, No me va a derivar la misma utilidad los distintos bienes, entonces, por ende, si yo tengo una economía, donde los individuos no son todos iguales y, además, no hay un único bien, el dinero no es neutral. Si ustedes quieren ir al mundo de Friedman o Robert Lucas Jr., donde es neutral, ustedes tienen que ir a qué, a una situación, donde tienen un agente representativo y un único bien. Y ahí derivan el resultado de la neutralidad del dinero. Pero en la vida real esos supuestos no se cumplen. Por ende, el dinero no es neutral. Y le digo más, el dinero lo único que puede hacer es causar daño. Porque si el Banco Central emite, genera daño. Porque si el Banco Central contrae, genera daño. Si no hace nada, para qué le estoy pagando, para qué lo tengo; para qué les estoy pagando. Y, si creo que, digamos fatalmente arrogante, que tengo tipos tan brillantes que pueden hacer lo que la gente determinaría, por qué se lo voy a dar si lo puede hacer la gente sola. Ya empezó mi alegato, en contra del Banco Central.
Pero acá lo importante es la naturaleza monetaria de la inflación. Y, evidentemente, cuando - el Banco Central - empieza a hacer chanchadas con la cantidad de dinero, la escala nominal se empieza a mover y, obviamente, que los precios relativos se empiezan a distorsionar y la inflación empieza a generar un daño enorme. Es decir, uno de los beneficios de tener estable la inflación, que no derrama, que el único número de inflación estable que no derrama es cero.
Entonces, básicamente, si yo genero inflación empiezo a generar distorsiones de precios relativos; empiezo a afectar los senderos de consumo, de ahorro, de inversión; afecto la estructura de capital y termino generando ciclos de boom and bust, en general, encima, ligados a la política económica, y la política económica suele hacer esas barrabasadas, en tiempos electorales. Entonces ¿usted puede creer que haya un tipo que esté tan loco que quiere ir a déficit cero, que es sacar la política fiscal en un año electoral y emisión cero, que es sacar la política monetaria, en un año electoral? O sea, yo.
Mire, si esto termina bien, no solo que va a ser un éxito político que está dando vuelta por el planeta, pero va a ser una revolución también para los propios economistas, o sea, el policy maker, que relega hacer política monetaria y fiscal expansiva, en el año electoral. Esto sí que no estaba en ningún libro de texto.
Por lo tanto, habiendo probado mi hipótesis de que el dinero, la emisión de dinero es la causa de inflación, entonces – ahora - lo que tenemos que ver es por qué emitíamos dinero, es decir, ¿cómo es que el Gobierno anterior llegó a emitir 13 puntos del PBI? Entonces, básicamente lo que nosotros teníamos que hacer era cortar de cuajo los elementos, que hacían que la cantidad de dinero crezca.
Entonces, el primero, más obvio y más evidente para todo el mundo era el déficit fiscal. Ahora, quiero decir esto: el déficit fiscal era un tercio del déficit total, que teníamos, en el Tesoro, en Nación quiero decir. Era 5, el Tesoro y 10 el cuasifical. O sea, que el despiole que teníamos, en el Banco Central, era el doble del que teníamos, en el Tesoro. Y de esos 10 nadie hablaba encima, esta era la cosa más grave de todo esto.
Entonces, para eso había que cortar con el déficit fiscal. Nosotros durante la campaña y eso no pueden decir que no lo anuncié, nosotros hicimos campaña con una motosierra. Miren, la campaña – simbólicamente - tenía tres cosas: una era la motosierra, que era el ajuste fiscal; otra era un billete de dólar, que básicamente era la competencia de monedas y la eliminación del Banco Central que le pusieron dolarización y saben lo que es tener que tratar de explicar “no es competencia, es…”, es un trámite enorme…
Y después, además, en nuestros actos, aparecían - recurrentemente - banderas de Israel, o sea que, fíjense que en lo fiscal estamos cumpliendo; en la política internacional se está recontra cumpliendo, y le voy a mostrar cómo es que estamos cumpliendo en lo monetario también. Nadie fue engañado, en la campaña electoral. Es la primera vez, en la historia de la humanidad, que un candidato hace campaña diciendo que va a cortar el gasto público. Y, de hecho, lo hicimos. Cuando nosotros dijimos que íbamos a ir a déficit cero, dijeron que estábamos locos, que era imposible, que con suerte se podía cortar 1 punto del PBI, por año. Y nosotros planteamos que - el primer año - íbamos a ir a déficit cero. Y lo más increíble es que lo logramos, en el primer mes de gestión. Si ustedes miran los números - de Argentina - en los últimos 123 años Argentina tuvo déficit durante 113 años y en los únicos 10 años, que no tuvo déficit estaban default, por lo tanto, era una mentira. Es decir, es la primera vez - en 124 años - que Argentina va a terminar con equilibrio fiscal en la línea financiera, vaya que las fuerzas del cielo empujan.
Eso fue un elemento muy importante porque cortó de cuajo la emisión de dinero por lo que se llama la vía fiscal, es decir, se cortó una de las fuentes de emisión monetaria y después se empezó a discutir si la calidad del ajuste… Miren, Argentina, el ajuste fiscal - en términos reales - es del 36,6%, eso no pasó nunca, en la historia de la humanidad, salvo en casos de que haya habido guerra. Y aun así está entre los ajustes más grandes de la historia. Pero eso no fue solamente el ajuste que se hizo, también se fue por el ajuste, en el Banco Central. Y ahí también esto es importante porque nadie decía cómo lo iba a arreglar, hay otros que irresponsablemente decían: “se arreglaba solo”, que era los mismos que no decían nada, pero que cuando le preguntaban cómo, no sabían qué hacer decían que se iba a arreglar solo.
Había otro que decía que lo que había que hacer era subir la tasa de interés, con lo cual lo único que hacía era agrandar el problema. Pero nosotros sabíamos, que no había que tocar la tasa de interés, porque - nuestra concepción sobre la naturaleza monetaria y la inflación - explicada por la cantidad de dinero, definitivamente muestra que tocar los precios está mal. Para que se den una idea de la locura que es hacer política monetaria tocando la tasa de interés. A ver, ¿cómo lo podemos hacer? Supongan, ¿se acuerdan que teníamos, en una época, un secretario de Comercio, que se llamaba Guillermo Moreno? Es decir, la pregunta es: eso de controlar los precios que hacía Moreno, y les pido que sean enfáticos, ¿me pueden gritar si está bien o está mal? No los veo muy convencidos. ¿Están con problemas de garganta o Moreno les resultaba simpático? Pueden ser más específicos, ¡que se entere que no les gusta nadie los controles de precios! Bueno, querer controlar la tasa de interés es querer controlar los precios presentes y futuros. Es como una suerte de “Moreno Reloaded” y es la versión increíble Hulk, de Moreno. De hecho, si nosotros le hubiéramos hecho caso a los que decían que había que ir a tasas de interés real positiva; hoy, la relación de pasivos remunerados respecto a la base estaría arriba de 10 veces. Nos hubiéramos pasado hablando del carry trade; nos hubiéramos pasado hablando de la pelota de las LELIQs o de lo que ustedes quieran. Hubiéramos hablado de todo ese tipo de cosas, y si no hacíamos una expropiación de todo, entonces explotábamos. Esa sería la discusión, hoy, en Argentina, si nosotros le hubiéramos hecho caso a lo que decían que había que ir a tasas de interés reales positivas.
Como nosotros no creemos que la tasa de interés es un mecanismo de coordinación intertemporal y la inflación un problema monetario, ni se nos ocurrió hacer esa gansada, y menos mal que no lo hicimos. Con lo cual imagínense todos los libros que estamos tirando a la basura de los tipos que hablan que: “no, que la tasa…”; saquen todo eso porque no sirve para nada. Dicho esto, entonces, el punto era: nosotros hacemos un salto devaluatorio y lo que arbitramos fueron las tasas en dólares, es decir, la sustitución de monedas. Eso implicaba que las tasas de interés reales - en pesos - eran negativas, pero aun así eran muy altas en dólares. Entonces, ¿cómo iban a bajar las tasas, en dólares, y cómo se iba a limpiar el balance del Banco Central? Bueno, una parte del balance del Banco Central se licuó, es decir, parte del ajuste lo pagaron los bancos, es decir, tuvieron que dejar de trabajar de bicicleteros y tuvieron que empezar a trabajar de bancos.
Pero no sólo eso, sino que - conforme avanzaba el tiempo y los números fiscales eran sólidos - pudimos empezar a recrear, con una tarea enorme de Pablo Quirno, empezamos a recomponer el mercado de pesos, y en conjunción con otro coloso enorme, que es Santiago Bausili, empezaron a sacar los pasivos remunerados y empezamos a sincerar – verdaderamente - dónde estaba el problema que era que esa deuda debería haber sido siempre deuda del Estado porque era déficit fiscal que se financiaba con emisión monetaria y que esa emisión monetaria, para que no impactara en precios, se la sacaba del mercado y se pagaba tasa de interés. Eso siempre debería haber sido deuda, del Tesoro.
Entonces - entre la tarea magistral, monstruosa, ciclópea de “Toto” Caputo, que no por nada fue elegido el mejor ministro de Economía del mundo, con lo cual lo felicito públicamente -, sumado al enorme trabajo de Pablo Quirno recomponiendo el mercado de deuda en pesos, y la tarea fabulosa, de Santiago Bausili, en el Banco Central, empezamos a desarmar el problema de los pasivos remunerados, que estaban a un día y que hubiéramos quintuplicado la cantidad de dinero, en un día, si en lugar de ser liberales-libertarios hubiéramos actuado como liberales libertarados.
Entonces, en ese contexto, pasó algo increíble, algo que nadie le encontraba la solución, que todos miraban para el costado; en seis meses, limpiamos el balance - del Banco Central - de los pasivos remunerados, haciendo un ajuste equivalente a 10 puntos del PBI. Y eso hace que, junto al ajuste que hicimos en el Tesoro, hayamos hecho el ajuste más grande, en la historia de la humanidad, y aquí estamos.
Por lo tanto, terminamos con el problema de los pasivos remunerados, después resolvimos la cuestión de los Puts, y ya lo único que quedaba era la emisión por sector externo. Y, obviamente, miren, les voy a contar una anécdota que es fabulosa: Boca juega una final intercontinental, si no me equivoco fue contra el Milán; Boca define por penales… esto es de mi época que era de Boca, aviso que dejé de ser de Boca, cuando cierto personaje volvió y cuando apareció un cinco, que tenía menos marca que La Salada, eso hizo que yo dejara de ser de Boca. Pero no importa, eso es un detalle de vigésimo quinto orden; si sigue así - en algún momento - voy a poder volver a la cancha, pero eso es otro tema. Dicho esto, van a una definición por penales y Battaglia erra el penal y, afortunadamente, gracias a Abbondanzieri, que además es un tipazo, igual que Palermo, se imaginan que soy re Palermo yo. Entonces, Boca gana esa final, y un periodista no tiene mejor idea que ir a reportearlo cuando quiere ir a festejar a Battaglia. Y entonces va y en lugar de preguntarle, no sé, sobre qué sentía de…, habían ganado todo, ¿qué se siente haber errado el penal?
Entonces Battaglia, con una gran sabiduría, fabuloso, le dice: “¿vos alguna vez pateaste un penal, en una final Intercontinental?” No. “Bueno, mira, los penales lo erran lo que patean, lo que no patean no erran”, le dijo.
A veces algunos dicen que cometemos errores; y sí, claro, que cometemos errores; el que hace, comete errores, y en especial, gente que hace mucho.
Si yo le hubiera dicho que, con 15%, de la Cámara de Diputados y con 10%, de la Cámara de Senadores, íbamos a hacer una reforma estructural, que es la más grande la historia, de Argentina, porque es 8 veces más grande que la Menem, me hubieran dicho que es imposible y - sin embargo- nosotros lo hicimos. O cuando decían que, por ejemplo, era imposible terminar con los piquetes, y gracias a la gestión de esa enorme ministra, que es la doctora Bullrich, hoy en Argentina no existen piquetes. O los que decían que era imposible terminar con los intermediarios de la pobreza hasta que puse una ministra, que tiene las pelotas, como el “Mario Alberto Kempes”, y terminó con los gerentes de la pobreza.
Así que imagínense todas las cosas que hacemos todos los días, miren todas las cosas que desregula - todos los días - el ministro Sturzenegger. O sea, con lo cual algo que era imposible, nosotros lo hacemos posible todos los días. Obviamente, si ustedes todo el tiempo están haciendo cosas, y, alguna la van a tirar a la tribuna, sí, la vida, pero me parece que en el neto - sin lugar a dudas - estamos haciendo el mejor Gobierno de la historia.
En este sentido, cuando nosotros avanzamos al programa, a la parte monetaria del exceso de oferta cero, básicamente lo que estábamos diciendo era solamente vamos a emitir para comprar dólares. Creyendo que la demanda de dinero cuando crece es con tipo de cambio fijo, trae como para dejado ventas de dólares y el aumento de las reservas.
Y el problema es que, claro, esto no estaba en los libros de texto, porque yo un día me estaba autoflagelando y, un amigo, me dijo: “Che, ¿pero eso estaba en los libros de texto?”. “No”. “Y entonces, ¿qué querés?”. Bueno, está bien pero no debería haberme… Bueno, no importa, le erramos ahí y no nos dimos cuenta que - cuando ustedes tienen un modelo de economía abierta, sin control de capitales, - lo que es la venta de los dólares al Banco Central es demanda de dinero, pero eso es cierto cuando no hay control de capitales. Es decir, ahora cuando yo tengo controles de capitales y estoy obligando a liquidar las divisas, esa venta de dólares, esa compra de pesos no es demanda de dinero; una parte puede que sea demanda de dinero, pero la otra parte no es demanda de dinero, y eso era lo que estaba yendo al tipo de cambio y eso era lo que estaba haciendo, que hubiera presión en los precios o que la inflación no bajara todo lo rápido que nosotros queríamos.
Entonces cuando nos estamos enfrentando a una corrida y el dólar estaba en 1500 y que todos estaban augurando que saltaba 2000 y que - a la otra semana - 2500, y así sucesivamente. Nosotros decidimos cambiar nuevamente el programa monetario y fuimos a lo que es emisión cero. Hoy está debajo de 1200; pasó algo que nunca había pasado, en Argentina, y es que bajó el dólar.
Y así es como llegamos a emisión cero. Y entonces hoy discutimos lo que es la salida del cepo, es decir, hoy estamos de la salida del cepo mucho más cerca que lo que estábamos, en diciembre. Porque, además, en el medio hicimos el reconocimiento de una pérdida de capital, en el Banco Central, fruto de la gestión anterior, por el equivalente a 45 mil millones de dólares. Y, además - en el medio - compramos cerca de 20 mil millones de dólares. Es decir, si ustedes quieren ir hacia un sistema, ya sea de competencia de monedas o un sistema libre, o si quieren terminar de cerrar el Banco Central, lo primero que tienen que hacer es sanearlo y restaurar el patrimonio. Porque, de esa manera, cuando ustedes restauran el patrimonio, quiere decir que los pasivos monetarios van a ser rescatados y, por ende, el nivel de precios queda anclado. En cambio, si ustedes lo quieren hacer… yo, el otro día escuchaba a un estúpido, porque directamente es un estúpido, que decía que eso lo podríamos hacer el primer día cerrando el Banco Central. Bueno, mire, si ustedes no rescatan los pesos y lo hacen con patrimonio neto negativo, ¿cómo eliminan los pesos? La única forma de eliminarlos es con una hiperinflación, y generando un 95% de pobres, y sí, en enero, el primero de enero, ya lo tendrían de vuelta a los kirchneristas en el poder, una genialidad. Ya sea para estabilizar, dolarizar o eliminar el Banco Central, lo primero que hubo que hacer, es sanear el Banco Central. Y eso nosotros lo hemos hecho, lo hemos hecho como nunca antes en la historia, porque no sólo limpiamos la pérdida de capital, de 45 mil millones de dólares, sino que al mismo tiempo compramos 20 mil millones de dólares. Vaya que le mejoramos la hoja de balance, al Banco Central; por eso bajan los precios.
En cuanto a lo que es la salida del cepo, básicamente, se tienen que dar tres condiciones: la primera es que desaparezca el money overhang. El money overhang, toma lugar, cuando yo tengo controles de precios o cuando tengo controles de capitales. Básicamente, nosotros generábamos déficit fiscal, emitíamos dinero, ese dinero iba al mercado de divisas, presionaba sobre el tipo de cambio, mientras que el poder adquisitivo del peso caía. Entonces tratando de anclar los precios con el tipo de cambio, se fijaba el tipo de cambio y se empezaba a perder reservas; cuando se perdían reservas, se eliminaba el exceso de demanda a garrotazo, que es el control de capitales. De esa manera, a ustedes los obligan a demandar más pesos que los que quieren, aumenta la base imponible del impuesto inflacionario y esa es la forma en que corregían.
Pero ahí ustedes lo que tienen es un montón de pesos sobrando porque son pesos que querían comprar dólares y no podían y quedaron atrapados. Entonces, lo primero que ustedes tienen que hacer es eliminar el money overhang. Entonces, la pregunta es ¿vos cómo sabes cuál es la demanda de dinero para determinar cuánto es justo el money overhang? Y eso, si bien uno lo puede hacer, tiene sus cuestiones, o sea, creerse esa función de demanda de dinero.
Entonces, hay otro mecanismo: nosotros decidimos mantener constante la cantidad de dinero. Si yo mantengo constante la cantidad de dinero, sé que el money overhang desaparece cuando no hay más inflación. Entonces, yo fijé la cantidad de dinero; cuando no hay más inflación, no hay más money overhang. Si la inflación del programa hoy es de 2,5 (la inducida) y miro la observada en 3,5, hoy el programa genera un punto de inflación; es decir, todavía queda money overhang por limpiar. Entonces, lo primero que tenemos que encontrar es que la inflación observada mapee con la inflación inducida, porque el día que eso pasa significa que se limpió el money overhang, es decir, dejaron de sobrar pesos. Eso es un elemento muy importante: el día que desaparece el money overhang, eso se da cuando la inflación observada coincide con la inducida. Y no es algo de un solo mes; tiene que ser algo que se verifique de manera robusta. Primera condición: que desaparezca el money overhang. ¿Alcanza? No, porque todavía tengo problemas de stocks. Entonces, también tengo que resolver el problema, por ejemplo, de los dividendos al exterior que todavía no pagué y los tengo atrapados. Es decir, necesito también arreglar el problema de los stocks en moneda extranjera.
Naturalmente, ¿con eso alcanza? No, falta una condición más, y es que la base monetaria en su definición tradicional coincida con la base monetaria amplia. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia son las LEFIs y las LECAPs. Entonces, en la medida que la economía se empieza a recuperar, empieza a haber demanda de dinero. Si eso es así, lo que nosotros tenemos que ver es que las LEFIs se tienen que achicar, y es algo que está pasando. ¿Por qué? Porque ustedes son una empresa tienen la plata en el money market, empieza a haber recuperación de la actividad económica, y vaya que la hay, ya sea porque están subiendo los salarios reales —que hace cinco meses que suben—, porque están mejorando en términos reales las jubilaciones, porque se agotó el ciclo de stocks y los tiene que recomponer, entonces se empieza a mover la actividad económica. De hecho, la recesión terminó entre abril y mayo, y estamos en recuperación.
¿Saben que, hoy, el EMAE desestacionalizado - de agosto - está en el mismo nivel que diciembre? Es decir, metimos el ajuste más grande de la historia de la humanidad y ya recuperamos el nivel de actividad económica con el que llegamos, vaya si eso no se parece a un milagro.
Entonces, esa empresa ¿qué va a hacer para producir? ¿Se va a endeudar? No. Va a desarmar su money market. Cuando desarma su money market y le pide la plata al banco, ¿el banco que hace? Desarma la posición de las LEFIs. Entonces, el Tesoro paga las LEFIs, paga las LECAPs. Y eso lo que hace es que la base monetaria, en la definición tradicional, se empiece a aparecer y empiece a atender a la base monetaria amplia. Todo impulsado por la demanda de dinero, no por el lado de la oferta. De modo tal que eso no genere presión en el índice de precios, porque es demanda… digamos, ocurre desde la demanda de dinero.
Cuando la brecha entre la base monetaria tradicional y la amplia coinciden, al mismo tiempo que se limpia el problema de los stocks de deuda en moneda extranjera y la inflación del programa sea cero, es decir, igual a la inducida. En ese momento, no hay problemas de stocks, no hay problemas de flujos y no hay sobrante de pesos, por lo tanto, ese es el día en el que vamos a abrir el cepo.
Y ese día lo vamos a abrir sin que haya ningún tipo de sobresalto, porque no hay con qué ir contra el peso. Es decir, está pensada también la solución para salir del cepo, pero depende de las decisiones de los individuos. Conforme estos elementos converjan más rápido, más cerca está la salida del cepo. Obviamente, si me ponen una torta de plata y arreglo el problema de los stocks, abro y salimos del cepo; no tenga ninguna duda. Ahora, el punto es cómo pensamos de acá hacia adelante, sin el cepo. ¿Cómo va a funcionar la política monetaria? Miren, acá el tema es que hemos decidido emisión cero. Entonces, ¿qué es lo que pasa si yo tengo emisión cero y la economía empieza a recuperar y, obviamente, como consecuencia de ello, la demanda de dinero sube? Entonces, si la demanda de dinero sube y la cantidad de dinero está dada, ¿qué es lo que me va a pasar? Me van a pasar varias cosas, pero lo más evidente es que voy a tener una deflación.
Es más, otra cosa que me va a pasar es que yo voy a traer los dólares para monetizar, y cuando traigo los dólares, ¿qué es lo que me pasa? Los llevo al mercado de cambios para hacerme de pesos. Entonces, eso me genera una abrupta caída del tipo de cambio nominal, y el problema que me puede generar eso es que la velocidad de ajuste es tan rápida en el mercado financiero respecto al mercado de bienes, que me puede generar quiebras. Entonces, o tengo la deflación o tengo las quiebras. Entonces, ¿cómo resolvemos eso? Nosotros ya hemos dado la solución; algunos la están implementando, que es la competencia de monedas. Es decir, ustedes, los propios individuos, son los que monetizan la economía. Entonces, toman sus dólares, y hoy ustedes pueden hacer transacciones en dólares o en cualquier moneda. Es decir, hoy hay competencia de moneda; de hecho, ustedes pueden usar la moneda que quieran. ¿Por qué hacemos esto? Para que, de esa manera, no tengan que ir al peso y entonces se produzca una apreciación muy abrupta del peso que genere un problema en el lado real. Y eso hoy está ocurriendo: lo ha hecho un supermercado, y a partir de lo que hizo, digo ya, dado que lo hicieron… ¡Gracias, Diarco, porque le mostraste a los demás que se puede hacer! ¡Háganlo todos!
Entonces ustedes empiezan ahora a circular los dólares, en la economía, para hacer las transacciones. Entonces conforme, si ustedes antes tenían un modelo de tipo de cambio fijo, ¿qué es lo que pasa? No, bueno, ustedes necesitaban ir, vender los dólares, el Banco Central los compraba y se estiraba la cantidad de dinero; que fíjense que lo que estira la cantidad de dinero es la demanda de dinero, pero si yo no aumento la oferta, entonces ¿cómo lo resuelvo eso? o con deflación o qué gente haga un sistema de competencia moneda, ingrese los dólares y los use como se le ha dado la gana.
Si ustedes se ponen a pensar que las reformas estructurales que hicimos son un salto en libertad económica de 90 puestos y que hoy tenemos instituciones, desde lo formal, que se parecen a las de Alemania, Francia, Italia… Argentina tiene para crecer muchísimo en los próximos años. Hay un trabajo de Juan Pablo Nicolini, que dice que, con alcanzar el equilibrio fiscal - en 10 años - duplicamos el PBI per cápita, vamos a crecer al 7% anual. No solo eso, sino que, además, si ustedes se fijan, el hecho de haber hecho un ajuste fiscal de 15 puntos del PBI implicó devolverle al sector privado 15 puntos de ahorro, y eso va a financiar la inversión; eso va a hacer que la economía crezca. Además, tienen las ventajas del RIGI, tienen la caída del riesgo país. ¿O alguien se hubiera imaginado que, recibiendo el país con 3000 de riesgo país, hoy hayamos roto la barrera de los 900 puntos y que, cuando liberemos el cepo, vamos a empezar el camino para que, tarde o temprano, lleguemos a ser investment grade? Lo que era imposible, lo estamos haciendo posible.
Y fíjense que, conforme a la economía va creciendo, porque además caen las tasas de descuento, desaparece la inflación, desregulamos, y son todos elementos que hacen a que la economía crezca más, sugiero ver mi charla en IDEA que presento el caso de Argentina como un caso de negocio. Entonces, en ese contexto, con más demanda de dinero, dada la competencia de monedas, se va a empezar a monetizar la economía con la gente metiendo sus propios dólares adentro de la economía. Y eso va a hacer que si yo tengo dada la cantidad de pesos ¿cada vez voy a tener qué? Más dólares relativamente. Y va a haber un momento en que va a ser tan grande la relación entre dólares y pesos en la economía que la dolarización va a ser de facto y que hacerla en los hechos, habiendo saneado el balance del Banco Central va a ser más fácil que un chasquido de dedos. Por lo tanto, a la postre, vamos a poder dolarizar y poder eliminar el Banco Central y terminar con ese cáncer inmundo que ha sido en la historia argentina llamado Banco Central de la República Argentina, que hizo que le sacáramos 13 ceros a las monedas, que destrozáramos 5 signos monetarios, que tuviéramos dos hiperinflaciones sin guerra y que hubiera sido un mecanismo que alimentó la estafa de los políticos. Por lo tanto, se terminó la estafa de los políticos en lo electoral, que dicho sea de paso somos el único partido que sacó la reforma electoral y puso la boleta única.
Somos el único gobierno que asegura el equilibrio fiscal porque hoy vamos al presupuesto con una ley de déficit cero y si quieren gastar algo más, gaste, pero lo van a tener que recortar de otro lado y van a tener que poner la trucha y decirle a la gente de dónde la sacan.
Finalmente, con todo lo que estamos haciendo, en el Banco Central, y en materia monetaria, en algún momento, la relación entre dólares adentro de la economía y peso va a ser tan grande que vamos a poder dolarizar, vamos a poder cerrar el Banco Central y habremos terminado con ese cáncer que heredamos a partir de 1935, cuando se creó esa institución inmunda que fue el Banco Central de la República Argentina; que para lo único que sirvió fue para enriquecer a los políticos y empobrecer a los argentinos. Se terminó la Argentina de la casta, llega la Argentina de los hombres libres que van a ser prósperos.
Muchas gracias, que la fuerza del cielo los acompañe, y ¡viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡viva la libertad, carajo! Muchas gracias.