Palabras del Presidente de la Nación Javier Milei en el 60 Coloquio de Idea 2024, Mar del Plata
Buenas tardes a todos. En primer lugar, deseo darles las gracias a las autoridades del Coloquio de IDEA por este error de haberme invitado a mí. En primer lugar, deseo también felicitarlos, por la elección del nombre de este Coloquio, la motivación del mismo, donde la referencia del: “Si no es ahora, cuándo” está tomado- no sé si lo saben o no- , pero del libro de Pirkei y Avo, 1:14, que hace referencia a Hilel, y dice: “él solía decir que si yo no estoy para mí ¿quién está para mí y aunque esté para mí solo, qué soy sino, ahora cuándo?” Yo ahora- básicamente - lo que voy a hacer es contar Argentina como un caso de negocio. porqué es ahora y - básicamente - voy a hacer una primera parte, donde voy a explicar por qué, esta vez, es diferente y después voy a presentar directamente, a Argentina, como un caso de inversión.
Básicamente uno debería preguntarse por qué esta vez será diferente; de hecho, el libro de Reinhard y Rodoff – justamente - es una narración de que cuántas veces se dijo que - esta vez - va a ser diferente y siempre terminó de la misma manera. En el caso argentino siempre terminó mal. Así que es un poquito más desafiante explicar por qué - esta vez - de será diferente Pero también es cierto que - en algún momento - pueda haber un cambio de tendencia, un cambio estructural y un cambio que inicie una nueva era. De hecho, la Generación del 37 – justamente - trabajaban para que esta vez fuera diferente y vaya que lo lograron porque cuando - en 1860 - se puso en marcha la Constitución, de Alberdi, de ser un país de bárbaros; en 35 años nos convertimos en la primera potencia mundial. Así es que la idea central de esta presentación es mostrarle por qué eso es factible y por qué - esta vez - sí puede ser diferente.
Naturalmente, para explicar por qué esta vez es diferente no podemos dejar de lado las condiciones iniciales con las que nos hemos enfrentado, porque también la forma en la cual hemos resuelto esto, hace al argumento de que - esta vez - será diferente. Básicamente, nosotros - al momento de asumir - nos enfrentábamos con lo que - potencialmente - era la peor crisis de la historia argentina, que combinaba los peores elementos, de las tres crisis más grandes, de la historia argentina. Teníamos un desequilibrio monetario o sobrante monetario, el money overhang que era el doble del que teníamos, en el Rodrigazo. Consideren que - en aquel momento - cuando el Banco Central se quedó sin dólares y no le quedó otra que abrir y devaluar, la tasa inflación se multiplicó por seis veces; si era el doble – imagínense - que nosotros veníamos viajando al 200% y nos íbamos a 1200 de base y si era el doble a 2400.
Por otra parte, cuando uno toma la situación, del Banco Central - en términos de pasivos remunerados, respecto de la base monetaria - la situación era bastante peor que la que tenía, el Banco Central, a inicios del 89 - previo a la hiperinflación de Alfonsín – que terminó en el 500% y, al mismo tiempo, los indicadores sociales eran peores de los que teníamos, en la previa del estallido de la convertibilidad. Por lo tanto, está claro que la situación era extremadamente compleja y que cualquier error hubiera detonado una crisis de proporciones muy difíciles de imaginar, pero que - a la luz de lo que fueron, cada una de estas crisis - no resulta complicado imaginarse que - por lo menos - la pobreza se hubiera duplicado. Por lo tanto, hubiéramos estado en niveles - por lo menos - del 90% o un poco más y con seguramente la mitad de la población indigente. El síntoma básico de todo esto se reflejaba en lo que era la tasa inflación. Acá siempre hay una discusión de sí es válido o no estar haciendo las anualizaciones. Desde mi punto de vista sí es válido, porque es al ritmo que venían moviéndose los precios y había elementos que permitían una convalidación monetaria que – efectivamente - los validara en los hechos.
Es más, el día que nos hicimos cargo de la administración, en ese discurso de apertura – justamente - expliqué cómo se hacía la cuenta. Entonces, y eso en realidad lo hice, desde lo monetario, porque, de hecho, no tenía todavía el dato, por ejemplo, de lo que era el índice de precios mayorista, de diciembre, por ejemplo. En ese sentido - en la primera semana, de diciembre - los precios venían viajando a un 1% diario, que es 3.700 por ciento anual. Cuando ustedes miraban, la segunda semana, había habido una aceleración y los precios empezaron a viajar al ritmo de 7.500; y cuando ustedes toman la inflación mayorista y yo suelo trabajar siempre con la inflación mayorista, porque suele ser un líder indicator, es decir, se suele adelantar a lo que ocurre, con la inflación minorista, y ese mes dio 54%. Eso - en términos anualizados - es 17.000%. Por lo tanto, no queda ninguna duda que si esto hubiera estallado estaríamos hablando de una situación absolutamente distinta. Entonces lo primero que, claramente, teníamos que terminar era con la inflación, acá - sin lugar a dudas - es clave siempre tener un buen diagnóstico y - afortunadamente - gracias a ese enorme equipo que tengo, que lidera “Toto” Caputo, pudimos darle un golpe certero, desde el primer momento. Y partimos sobre la hipótesis de que la inflación es -siempre y en todo lugar - un fenómeno monetario, generada por un exceso de oferta de dinero, ya sea, porque cae la demanda; porque sube la oferta o porque pasa las dos cosas, que deriven en una pérdida del poder adquisitivo del dinero y – consecuentemente - todos los precios expresados en unidades monetarias suben.
Noten que en la propia definición que utilizo, sobre el origen de la inflación y sobre cómo miro la inflación, no la defino como la suba generalizada de precios, sino como la pérdida del poder adquisitivo del dinero. Es decir, no tengo ese mal hábito, de muchos políticos, que creen que es culpa de los empresarios que ponen precios altos. Todavía me acuerdo, de mi predecesor en el cargo, que decía que la inflación la producen los diablos, y las fuerzas del cielo los mató a todos.
Esa propia definición de suba generalizada de los precios es lo que permite que - algún trasnochado - crea que esto se arregla con controles de precios, cuando eso no funcionó nunca, en la historia de la humanidad, y si hay un lugar donde no funcionó nunca fue, en Argentina. Entonces, el punto era rastrear los orígenes de la emisión monetaria y acá era interesante porque otra cosa que estallaba, a los ojos de cualquiera, que miraba el caso argentino eran los déficits gemelos. Piensen que cuando un país tiene 4% del PBI de déficits gemelos es una alerta amarilla; 8 es una alerta roja porque va camino a pegarse una piña; nosotros teníamos 17; más o menos para tener un orden de magnitud del desafío. Ahora, de esos 17; 15 estaban en el sector público; 5 en el Tesoro y 10, en el Banco Central. Entonces, básicamente, la idea era atacar el problema del sector público y atacar el problema, del Banco Central. Y en ese contexto nosotros desarrollamos el programa del déficit cero.
Recuerdo que cuando nosotros hacíamos campaña, con una motosierra, muchos se lo tomaban a la risa; además, decían que era imposible. Y, además, si uno miraba la historia argentina, parecía bastante complicado porque - de los últimos 123 años - Argentina tuvo déficit en 113; los 10 que no tuvo es porque estaban default. Y, además, cuando uno tomaba la cantidad de crisis - utilizando la metodología de Ana María Cerro y Osvaldo Meloni – Argentina, desde 1901, hasta hoy, tuvo 23 crisis, donde 21 tienen origen fiscal y donde se separan entre alto déficit fiscal y desmadre fiscal, directamente.
Hay un montón de otras cosas más que hacen a la herencia, y yo no quiero recargar mucho porque lo he dicho en otros lugares y quiero dejarme más tiempo para discutir el caso argentino, pero eso que parecía virtualmente imposible, que no se podía ajustar más que 1 punto por año, que no lo íbamos a lograr nunca… nosotros lo logramos, en el primer mes de gestión. Es decir, el primer mes de gestión, logramos lo que, en 123 años, en la economía argentina no se había logrado nunca.
Naturalmente, frente a este logro, obviamente que cuando se logró, en el primer mes, que dicho sea de paso nosotros también nos sorprendimos, no se crean… Yo creo en la motosierra, pero “Toto” lo hizo mejor. Ahí empezaron a cuestionar y en lugar de reconocer, que se equivocaron los econochantas mandriles, empezaron con que “no, tiene mucho de licuadora y tijerita” y todas esas cositas de estos chicos que no son herederos de Adam Smith seguro. Yo sí, ellos no. Pero, dicho eso - más allá de los chistes parroquiales - básicamente, lo primero que hicimos fue reducir el número de ministerios - de 18 a 9 -, hoy ya tenemos 8 ministerios. Además, se eliminó de cuajo la obra pública. Decían que era imposible tocar la obra pública, claro porque de ahí roban los políticos y nosotros - como sí estamos dispuestos a hacer un Gobierno de gente honesta - lo primero que cortamos fue la obra pública.
Otra cosa que decían que era imposible tocar porque era un gran curro, entre los políticos, eran las transferencias discrecionales, a las provincias. En general, lo que se trataba de hacer era hacerles esas transferencias a aquellas provincias con las contabilidades más opacas posibles, justamente para que - de esa manera - pudieran robar. Naturalmente las transferencias discrecionales a las provincias… afuera. Otra cosa que decían que no se podía hacer era tocar empleados públicos. No sólo que llevamos echado casi 50,000 empleados públicos, sino que, además, cada vez que se cae un contrato - en la mayoría de los casos - no se renueva. Por lo tanto, también achicamos la cantidad de empleados públicos.
Después hay una parte muy interesante que ocurrió, en una reunión de Gabinete. Estábamos reunidos y - en el en el medio de la reunión - “Toto” se tenía que ir a una reunión fuera, de Casa Rosada Y, entonces, se levantó y me quedé con el resto de los ministros y una vez que se terminó de ir le pedí, a cada uno de los ministros y – explícitamente- le dije que quería que, además, recortarán 10% más, de cada uno de los gastos, de cada uno de los ministerios. Lo más sorprendente es que- a la semana siguiente - cada uno de los ministros me trajo un programa de reducción y eficientización del gasto, bajando el gasto público 10%. Vaya que eso sí es tener compromiso con la gestión.
Además, otra cosa que hicimos y que también parecía imposible era la eliminación de los intermediarios, es decir sacar del medio a los gerentes de la pobreza. Esta fue una de las batallas - probablemente de las más duras que tuvimos que dar - esta fue una batalla que se diseñó, con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la ministra de Seguridad, la doctora Bullrich, y el doctor Ferraro, que es Guillermo Ferraro, que estaba en Infraestructura, donde - básicamente - lo que se planteó, porque fue lo que apareció en el titular y el motivo por el cual tanto la criticaron a la ministro Pettovello, fue que se eliminaba la contraprestación del plan. Entonces salieron a criticarnos diciendo que – ahora - nosotros queríamos dar planes sin contraprestación y que nosotros lo que estábamos haciendo era fomentar la vagancia, es decir, como que éramos aún peores que los populistas, que se habían ido. Y eso es no entender qué era lo que pasaba con eso.
Nosotros, en primer lugar, teníamos claro que - por el tipo de ajuste que estábamos haciendo - era muy probable que el impacto más fuerte se sintiera, durante el primer trimestre. Por lo tanto, también era importante hacerlo durante vacaciones, para que la gente no se enterara tanto - por decirlo de alguna manera - de lo que estaba ocurriendo. Por otra parte, teníamos que lograr que los sectores más vulnerables no sintieran la fuerza del ajuste. Entonces, era muy importante darles contención, pero el problema es que no había plata, entonces, ¿de dónde íbamos a sacar los recursos? Es cierto que, también, apuntamos un ajuste de 5 y sobrereaccionamos e hicimos un ajuste de 7 y después pudimos ir recomponiendo otras partidas. Pero acá era clave, que también era lo que fogoneaba y alimentaba los piquetes, que decían que era imposible terminar con ellos, y que gracias a esta medida y al Protocolo Antipiquete de esa maravillosa ministra, que tengo que, es la doctora Bullrich, hoy vivimos en una Argentina que no tiene piquetes, algo que también parecía imposible, y que nosotros lo logramos desde el primer día de gestión.
En ese contexto, pasó algo que era que toda la gente creía que como los beneficiarios de los planes recibían una tarjeta, eso evitaba que hubiera intermediarios y, en realidad, eso no evitaba que hubiera intermediarios porque – básicamente - si bien cobraban con una tarjeta, al momento que tenían que dejar la constancia de que habían prestado el servicio, en ese momento, era cuando le cobraban el peaje y ahí era cuando le sacaban la mitad del plan. Entonces - de repente - tenían dos planes y un plan se lo tenían que dejar a las hordas piqueteras para que, justamente, pudieran seguir cobrando el plan. ¿Y cómo era la prestación? Llevar los cupones que le daban - en las marchas - que constara que habían estado en las marchas. Entonces una de las cosas que nosotros hicimos es quitamos la obligación de esa prestación. Entonces, ¿qué es lo que pasó? Las personas no estaban obligadas a ir a dar cuenta de que habían hecho algo y, por ende, sin que nosotros giráramos un solo peso más, se le duplicaron los ingresos en el medio del ajuste. Pero al mismo tiempo, eso le quitó recursos a los piqueteros, a los gerentes de la pobreza. Por eso, era tan importante tener rápido el Protocolo Anti piquete y por eso era muy importante lo que pasaba, en la primera batalla, que íbamos a tener.
Y, en ese contexto, el sistema de transporte - en lugar de usarlo para hacer campaña negativa - como hizo Massa, durante toda la campaña, diciendo todo tipo de aberraciones que es - hasta el día de hoy - que tengo que seguir explicando que son mentiras, como, por ejemplo, que voy a arancelar las universidades o que las quiero cerrar porque las quiero privatizar. Es decir, entonces utilizaron, utilizan toda esa campaña negativa para que no los auditen. Entonces, la pregunta que yo les haría es ¿ustedes están a favor de los chorros y que no los auditen y que utilicen las universidades para afanar con la política? Porque esa es la pregunta. Las universidades no van a ser privatizadas, van a seguir siendo públicas y no aranceladas. Lo único que queremos hacer es auditarlas, y, sin embargo, tengo que seguir respondiendo por esto.
Y - en ese en ese contexto - se puso una línea de denuncias para que no se dejaran extorsionar. Y, obviamente, sacamos 18.000 efectivos, a la calle, ya que Belliboni amenazaba, con una manifestación de 50.000 e internamente decía que iban a ser 100.000, así se mostraba como un megaéxito. Y la manifestación terminaron siendo 3000 personas, y - a partir de ese día - se terminaron los piquetes en la Argentina. Vaya que sí que fue una buena movida también. Porque ustedes tienen tres tipos de guerras: tienen guerras stocks contra stocks, pierde el que se le termina primero; tienen guerras que son flujo contra flujo, no terminan nunca; o tienen guerras que son flujos contra stock. Lo tonta. que había sido la política argentina, en este aspecto, era que - al enemigo - le estaba dando flujo todo el tiempo, y este diseño entre la doctora Pettovello, la doctora Bullrich y el doctor Ferraro hizo que se convirtiera en una guerra de flujos contra stock, y el flujo lo teníamos nosotros y el stock lo tenían ellos. Iban a hacer toda una apuesta fuerte y después las distintas marchas se iban a ir desinflando. Y, efectivamente, es lo que hicimos, pero - en el medio - hubo que aguantarse las críticas de que estábamos fomentando la vagancia. Así que cuando van, por la Capital, y pueden transitar cómodamente, digan: “perdón, Milei”.
Naturalmente en esto también hubo una licuación de salarios, en el sector público y obviamente que eso también impactó las jubilaciones, jubilaciones que – hoy - están arriba del 10% por encima de la inflación y arriba de lo que estaban, en noviembre. Y no sólo eso, sino que, además - en dólares - se triplicaron. Eso – básicamente - fue el programa de “La Motosierra”, algo que no se hizo nunca y no metimos con un montón de vacas sagradas, porque nos metimos con la obra pública, con las transferencias, nos metimos con todo, nos metimos con los gerentes de la pobreza. Por lo tanto, no es que era imposible: solamente había que tener el coraje para hacerlo y nosotros lo tuvimos. Por otra parte, eso solamente arreglaba un tercio del problema. Teníamos todavía el problema, del Banco Central, lo que era el déficit cuasi fiscal y que implicaba emisión endógena de dinero y, por ende, si queríamos cortar con la inflación teníamos, que terminar con el cuasi fiscal.
Ahí también fue muy importante el hecho de empezar a mostrar - sistemáticamente - el equilibrio fiscal y que era algo que había venido para quedarse y que no era algo transitorio. Porque acá hay algo muy importante: si yo voy a déficit cero, el incremento de deuda es nulo. Por lo tanto, la relación deuda/producto es no creciente, y si la relación deuda/producto es no creciente, por ende, uno es solvente intertemporalmente y, tarde o temprano, el Riesgo País va a colapsar, y lo recibimos cerca de 3000 y - hoy- está peleando por romper los 1000. Así que parece que también ahí vamos bien. Y no es que está bajando por un problema de error, tipo 2, digo, me parece que haberlo logrado en base a tener solvencia fiscal es un logro y muy lejos que lamentar. Por eso a alguno que se lee la tintura le quemó el cerebro.
Entonces, en esa limpieza, del Banco Central, teníamos que enfrentar el tema de los pasivos remunerados; es más, lo que eran las del Leliqs, que eran instrumentos a 30, a 60, 90, 180, 270 días, el Gobierno anterior, lo había pasado todo 1 día. De modo tal, que - si se disparaba la crisis - la cantidad de dinero se podía multiplicar por cinco en un día; obviamente, que eso hubiera implicado una explosión inflacionaria brutal y, para fin de año, ya no estábamos más en el poder y ellos volvían al Gobierno, pero con todo el trabajo sucio hecho. No le dimos el gusto; todavía siguen comiendo pochoclo, deben estar así de gordos.
Es más, con toda la que se llevó de los guardapolvos, seguramente, va a poder quedarse bien redondo. Entonces, ahí también dimos una batalla muy importante al inicio porque ¿qué era lo que nos sugería, gran parte de la profesión? Y era que subiéramos la tasa de interés, que la lleváramos a terreno positivo, la tasa de interés real, y la realidad es que si nosotros hubiéramos hecho eso, hoy, estaríamos discutiendo de una relación pasivo/monetarios contra la base de más de 10 veces y estaríamos discutiendo el carry trade y estaríamos discutiendo cuándo estaríamos por volar por los aires y estaríamos discutiendo que la inflación no baja porque la expectativa de emisión -ya que esos pasivos remunerados son emisión futura - consecuentemente no bajaba nunca. Lo cual hubiera sido un error enorme. Hay, obviamente, toda una discusión sobre utilizar o no la tasa de interés. Eso lo comenté, en la última reunión, del Banco Central. Pero nosotros lo que decidimos fue arbitrar la tasa en dólares, dado el salto del tipo de cambio, que no fue - ni más ni menos - que un sinceramiento porque me causa gracia la deshonestidad intelectual de algunos diciendo. “no, Milei llegó y devalúo”, como si la brecha no existía y como si el Banco Central estaba que reventara de reservas. O sea, verdaderamente hay gente que yo no sé si no se escucha, no lee lo que escribe, no se puede ser tan deshonesto intelectualmente.
Pero al arbitrar la tasa - en dólares - y en un proceso de estabilización, y con un sinceramiento de precio era obvio que la tasa de interés en pesos, aún siendo negativa en términos reales, que se podía arbitrar con la tasa de dólares. Y eso al mismo tiempo nos permitió ir licuando los pasivos remunerados, y mientras tanto seguíamos consolidando el equilibrio fiscal. Y cuando ya fue claro la solidez del equilibrio fiscal, ahí empezó una enorme tarea del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, en conjunción con el Banco Central, donde empezaron a quitar los pasivos remunerados del balance del Banco Central y empezó a ir a donde debería haber ido siempre, que era en el Tesoro; porque, en el fondo, esos pasivos remunerados surgían de haber generado déficit fiscal, de haberlo financiado con emisión monetaria y que por otra ventanilla sacarlo pagando tasas. Entonces eso el problema fiscal lo convertía en un problema de inflación futura y eso, que también es interesante porque nadie decía cómo resolverlo, cuando uno…, las respuestas cuando planteaba esto eran absolutamente irrisoria y nadie sabía cómo resolverlo; bueno, nosotros lo resolvimos en seis meses y al séptimo mes se terminó con el déficit cuasi fiscal; algo que parecía imposible, también lo hicimos posible.
Después que logramos cerrar el grifo de los pasivos remunerados, pasamos al esquema de exceso de oferta de dinero cero. Recuerdo que eso lo presenté en la Bolsa de Comercio y explicaba que solamente entonces íbamos a comprar dólares, es decir, que la única fuente de emisión que iba a quedar era la compra de dólares. Y una de las cosas que nos dimos cuenta es que estábamos equivocados con ese esquema. Si ustedes toman los libros tradicionales de economía internacional monetaria, ustedes van a encontrar que cuando alguien va y vende los dólares, o dicho de otra manera, le compra pesos al Banco Central, eso tiene demanda de dinero y no genera inflación. Eso es cierto en un mundo, donde no hay controles de capitales. Cuando ustedes tienen controles de capitales, ustedes van y compran pesos no porque quieren, sino porque están obligados, y - por lo tanto - es diferencial entre lo que ustedes querrían tener y lo que efectivamente están comprando, es lo que genera presión sobre el nivel de precios. Y frente a un ataque especulativo, donde el dólar cotizaba a $1500 y nos anticipaban que, a la semana, que seguía se iba a $2000 y así sucesivamente, decidimos cambiar el esquema monetario e ir – directamente - a emisión cero.
Parece que también funcionó y pasó algo que nunca pasó, en Argentina, y es que el dólar de 1.500 se cayó a 1.100; así que, eso que también parece imposible, nosotros también lo hicimos posible. Entonces el resultado de todo esto es que la inflación mayorista, que estaba en el 54%, es decir, anualizada en el 17.000; en el día de ayer se conoció la inflación minorista, el último dato, y básicamente la inflación de septiembre fue del 2%, es decir, que de tener la inflación en el 17.000 la llevamos al 28%, y no tengan duda que la vamos a seguir bajando.
Además, también es muy interesante cómo se logró esto porque esto también hace que esta vez sea diferente. Porque no lo hicimos teniendo una hiperinflación previa que implicara una profunda licuación de los activos financieros, de modo tal, que la estabilización fuera rápida. Lo logramos también sin una expropiación, es decir, nosotros no recurrimos a la violencia de un Plan Bonex, ni a una renegociación compulsiva o un default o cualquier equivalente; por eso cuando decían: “¿cuándo terminan de limpiar los remunerados?” y no sé, la respuesta es: “no soy un dirigista, yo soy liberal”, y esto es un proceso de mercado y las vamos a terminar limpiando acorde el mercado permita que las pasemos a otro instrumento. Por lo tanto. también esto es una novedad para lo que es la economía argentina, que lo hicimos sin expropiar y sin default.
Otra característica importante es que todo esto lo estamos haciendo sin controlar precios, lo cual también hace una gran diferencia. Por otra parte, también lo hicimos sin fijar el tipo de cambio, porque si uno fija el tipo de cambio esto ocurre más rápido. Y como si todo esto fuera poco, lo hicimos en una recomposición de precios relativos; el Gobierno anterior había dejado los precios muy atrasados y nosotros los estamos recomponiendo y – hoy - los precios cubren más del 80% de los costos. Por lo tanto, esto sí que es verdaderamente una manera diferente de bajar la inflación a cómo se hizo en los programas anteriores en el caso argentino. Y como si todo esto fuera poco, uno podría decir: “pero ¿qué pasó, en términos de actividad?”. Miren el programa más parecido, en términos de ajuste, que se hizo en Argentina, mucho menor que este, pero de magnitud importante, fue lo que pasó con Duhalde, en el 2002. Ese año, el PBI cayó 10,9% y en el segundo trimestre, que es cuando entró de lleno el ajuste, la economía cayó 16%. Es más, días atrás el viceministro Daza contaba que todas las experiencias de ajustes fuertes, no como el que hicimos nosotros, pero de ajustes importantes, en cada uno de esos casos el PBI había caído - por lo menos - 10%.
Yo les cuento que, si tomamos el último dato del EMAE desestacionalizado, y lo comparamos, con noviembre/diciembre, la caída es – apenas - del 0,6%. Si lo quieren mirar en Industria, con el último dato ya está en los mismos niveles que noviembre. Es decir, hubo un impacto negativo, en el primer trimestre, y ya se empezó a revertir. Por lo tanto, además, el programa económico fue tan bien diseñado que, además, implicó no tener que sufrir fuertemente, en materia de actividad y - hoy - ya la utilización de la capacidad instalada ya está por encima de lo que teníamos el año pasado. Pero no todo fue la estabilización, es decir, no sólo se hizo un programa de estabilización, sino que, además, se hicieron un conjunto de reformas estructurales y entre el DNU - el 70/23 - y la Ley Bases se hizo una reforma 8 veces más grande que la que hizo Menem, pero con la situación de que la reforma, que hizo Menem, fue la más grande la historia argentina. Por lo tanto, quiero que tengan conciencia histórica de que estamos viviendo, un Gobierno, que hizo la reforma estructural más grande de la historia argentina; eso sí que es diferente también.
Y ¿qué implica eso? Implica que vamos a saltar 90 puestos en términos de libertad económica y aquellos países que son más libres, son 12 veces más rico que los reprimidos; tienen 25 veces menos de pobre en el formato estándar y 50 veces menos, en el formato extremo, y que estamos caminando a instituciones que hoy podrían comparar con las que tiene: Alemania, Francia, Italia, cualquiera de los países de Europa. Por lo tanto, de hecho, en las jornadas Juan Pablo Nicolini presentó un trabajo sobre, por ejemplo, de mantener el equilibrio fiscal, con eso tendríamos una potencialidad de duplicar el PBI - en 10 años - es decir, una tasa del crecimiento del PBI per cápita del 7%. Y como si todo esto fuera poco, tengo un lujo de ministro, que es “El Coloso” Federico Sturzenegger, que todos los días desregula algo. Es decir, no hay día que, Federico, no me haga alegrar el día, cuando leo su cuenta de Twitter. Gracias, Federico.
Y ahora es cuando voy a empezar a venderles el caso argentino, porque una vez que hable del RIGI, ahí voy a poner a Argentina como si fuera un negocio. Ahí yo tomé participación activa, en el formato del RIGI, así que si después no les gusta el RIGI me pueden putear con toda la gana porque estuve involucrado profundamente y metí las manitas ahí adentro, así que están todos los dedos marcados, van a ver todos los dedos sucios, lo tengo todo. Así es que – ahora - les voy a contar en qué cosas me metí, así si eso es contra lo que despotrican, sepan que es culpa mía. Una de las cosas que pusimos de manera explícita, en el RIGI, fue el respeto de la ecuación económica financiera del negocio. Es decir, la ecuación económica financiera del negocio es la cuenta que ustedes utilizan para cuando calculan el valor de una empresa. Es decir, si ustedes tuvieran una empresa regulada, por ejemplo, y que básicamente lo que se hace a una empresa regulada se le hace nula la cuasirenta, implica que va a tener un retorno similar al costo de oportunidad, que en una empresa regulada además se regula el uap, por decirlo de alguna manera. Y en ese sentido, por ejemplo, en el caso de una empresa regulada, ustedes buscan un sendero de precios sea cero. De modo tal, que ustedes o la pueden reescribir en términos de los ingresos necesarios para cubrir el costo de operación y mantenimiento; el costo fiscal y la retribución del capital. Es decir, son distintas formas de describir esa misma ecuación. Pero lo más interesante de esa ecuación es que tienen un elemento que permite cuantificar los efectos de las atrocidades que puede causar el Estado: ya sea que sube impuestos, ya sea que modifique o cree nuevos impuestos o que modifique las condiciones de juego, en el caso de una empresa regulatoria es más fácil porque sería una modificación en la regulación, pero – supongan - que ustedes son una empresa que se dedican al alquiler de oficinas y aparece un Gobierno y le pone Ley de Alquileres, que era imposible tocar; nosotros lo hicimos el primer día y vaya que está funcionando.
Entonces, el hecho de incorporar la ecuación económica financiera de un negocio, hace que cada vez que el Estado o un Gobierno quiera hacer política fiscal, haciéndole daño al sector privado, el costo de la cuenta va a ser mucho más grande de lo positivo que puede generar. Por lo tanto, los estamos atando de pies y manos a los políticos futuros, nosotros también, pero no como nosotros no queremos hacer ese tipo de cosas. Fíjense esto, nosotros vamos a un esquema de déficit cero y de emisión cero en un año electoral, ¿me pueden decir qué político del mundo ha hecho eso en la historia de la humanidad? porque desde mi punto de vista no pasó nunca.
Al mismo tiempo, otra cosa que pusimos en el RIGI, en la versión original había la elección de tres tribunales. Entonces, ustedes podían elegir uno de esos tres tribunales. En esos tres tribunales, la modificación que se me ocurrió hacer a mí es que uno elija un tribunal, pero si al correr del tiempo no está contento con ese tribunal lo pueda cambiar. Es decir que tengan flexibilidad, que - si un tribunal - no da respuesta, cambiarse de tribunal. Es decir, se va a terminar la joda de los políticos expropiando a los creadores de riqueza. Se va a terminar con eso, porque si no responde un tribunal van a ir a otro. Pero además eso no me alcanzaba, yo quería un poco más, estaba bastante insaciable ese día, parece. Será porque vengo del sector privado. Y otra cosa que se me ocurrió fue agregar un tribunal local. Porque cuando uno mira la experiencia de otros casos, siempre los tribunales internacionales demandaban mucho tiempo y, en cambio, con tribunales locales eso fluye mucho más rápido. Ahora, ese tribunal local está obligado a tomar los resultados que genera Defensa de la Competencia y Defensa de la Competencia va a tener una unidad especial para RIGI. Y, aquellos que sean los que siguen los contratos de RIGI, las situaciones de RIGI, van a tener que saber de micro, van a tener que saber de macro, van a tener que saber de loan economics, van a tener que saber de derecho, van a tener que saber también de finanzas y, muy especialmente, de evaluación de empresas y de regulación económica. Y van a tener que, ahora va a haber examen de ingresos para todos lados, pero ese examen lo van a diseñar algunos notables y yo. O sea, yo no soy el notable. El notable, los notables son Federico Sturzenegger, Toco Caputo, Santiago Bausillis, y yo meteré alguna maldad adicional. Con lo cual va a ser una unidad destinada a cuidar a los inversores, con lo cual van a poder optar siempre, también, por el tribunal local bajo estas características.
¿Por qué digo esto? Porque ya entrando en Argentina, propiamente dicho. Si ustedes quisieran valuar un proyecto van a estar mirando el flujo de fondos. Ahora, flujo de fondo, maravilloso. Pero ustedes pueden tener un negocio fenomenal, pero si después viene el Estado o un gobierno y los expropia, el mecanismo no funciona. Es decir, es muy importante, probablemente una de las instituciones más importantes junto al respeto a la vida y a la libertad, es el derecho propiedad. No por nada, en las sesiones de este año, nosotros dijimos que era la vida, la libertad y la propiedad. Y acá la propiedad privada se va a respetar. Se va a respetar a rajatabla, porque eso lo que va a permitir es que los ahorristas puedan ahorrar y van a ser defendidos. De hecho, la forma en la cual nosotros desarmamos la situación del Banco Central, fue respetar el derecho de propiedad. Y eso también implica que no vamos a avanzar sobre los resultados de la inversión. Para nosotros, el que gana dinero no es un malvado. Para nosotros, el que gana dinero es un benefactor social. Es decir, es un héroe. Es decir, es alguien que le está arreglando la vida, porque ustedes solamente pueden ser exitosos sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad o mejor precio. Por lo tanto, nosotros lejos de perseguirlo, lo vamos a festejar, los vamos a aplaudir.
Y en esa situación donde respetemos el ahorro, respetemos la inversión, respetemos los derechos de propiedad, eso es lo que va a derivar en un proceso de acumulación de capital en términos per cápita que va elevar la productividad de los argentinos y va a hacer que todos seamos más ricos. Por lo tanto, eso, claramente, no es negociable, como ninguna de las partes básicas de mi programa, como ya lo habrán visto. Porque cuando decía que si los degenerados fiscales hacían cosas que dañaban el equilibrio fiscal, te decían «no se va a animar». Vamos, díganme si no me animé.
Pero, al margen de eso, otra de las cosas que quiero mencionar es, bueno, después ustedes van a elegir un sector; se imaginarán que yo siendo liberal no me voy a estar metiendo en fomentar algo particularmente, yo: “Don´t pick the winners”. Esto es muy interesante porque, en muchas ocasiones, algún que otro trasnochado dice: “ah, pero no tiene programa, no tiene programa de estabilización”, ¿y qué bajó de milagro la inflación de 54 a 2? Que, dicho sea de paso, la inflación inducida también, ¿no? digo, esperen que lleguemos y lo logremos en consumidor y vamos a ver qué pasa con el cepo después, ya se lo saben, obvio, que lo saben. Pero, dicho esto, desde nuestra perspectiva, un programa de estabilización tiene tres patas: una política fiscal, una política monetaria y una política cambiaria. En lo fiscal, déficit cero; en lo monetario, emisión cero y competencia de moneda, cosa que ya está ocurriendo. Para que esos que tienen grandes temores por la apreciación cambiaria, no se preocupen, estamos permitiendo que oferta y demanda de dólares se mapeen voluntariamente por los individuos, por lo tanto, no van a tener una abrupta caída del tipo de cambio que sea tan rápida que no les permita ajustarse en el sector real y terminen en la quiebra; está contemplado, pero no tenga miedo. Ahora pueden hacer transacciones en dólares y en cualquier otra moneda. Así es que ánimo, eso no es un problema y/o dejen de ser asustado por economistas que parece que se murieron con los dinosaurios y resucitaron y mantienen la misma costumbre que los dinosaurios.
Al margen de eso, al margen de eso, está claro que en Argentina tienen sectores que son muy interesantes, que también sugiero que lo pongan cuando hacen los análisis del tipo de cambio real. O sea, es bastante discutible el tema del análisis del tipo de cambio real, pero me parece más cuestionable de cuándo cortan las series. ¿Por qué cortan la serie en el 2002 o en el 2003? ¿Por qué no la cortan en el 91? Ah, no, porque ahí le va a dar muy abajo, entonces no pueden venir con «no, hay un problema de tipo de cambio real». Es decir, con lo cual ya desde el problema que implica cuándo eligen la fecha no es un tema menor. Pero aún así, yo les aviso: con todo lo que está pasando en materia energética, con todo lo que tiene que ver con OIL&GAS, lo más probable es que Argentina vaya, sin lugar a dudas, a un nivel de moneda mucho más apreciada. Es decir, ¿por qué? Porque hay enormes oportunidades en temas de OIL&GAS que, claramente, respetando los derechos de propiedad van a aparecer las inversiones, y de hecho, el RIGI ya tiene anuncios por más de 50.000 millones de dólares de inversiones y muchas empresas ya están invirtiendo. Es más, muchas de las empresas ya están colocando deuda por debajo del 8% en dólares, y mismo Pampa, lo hizo a 5,75, por lo tanto, prepárense porque se viene una tremenda oleada de dólares desde ese lugar.
Obviamente que con la presencia del RIGI, las inversiones en minería, las más emblemáticas serían cobre y litio, también van a estar haciendo un gran aporte. Sin lugar a dudas, nuestro campo, siempre y en la medida que podamos crecer y bajar impuestos, vamos a ir contra las retenciones. Y eso, además, va a permitir que el sector, el campo, pueda expandirse más fuertemente. Por lo tanto, el agro y la ganadería tienen mucho para aportar acá. Y, obviamente, en una economía que genera todo esto, genera un montón de oportunidades en materia de servicios. O sea, es más en una economía que durante tanto tiempo se estuvo comiendo el capital, la productividad marginal del capital es alta. Eso que vemos en microeconomía que parece una abstracción, ¿sabe qué quiere decir? que el latir del activo es enorme, es decir el latir del flujo de fondo de la firma es enorme. Por lo tanto, además, si trabajamos fuertemente en bajar el costo del capital las inversiones tendrían que fluir muy fuertemente.
Y después, otra cosa en la que estamos trabajando de manera intensiva y muy especialmente con el doctor Reidel, es en el tema de Inteligencia Artificial. Desde nuestro punto de vista, la Inteligencia Artificial es como una suerte de Revolución Industrial, pero reloading. Cuando ustedes miran las estadísticas del crecimiento del PBI per cápita a lo largo del período que va desde el año cero de la era cristiana hasta ahora esa serie se suele describir como palo de hockey. Es una serie que está prácticamente constante durante 1800 años y después pega una fuerte aceleración como consecuencia de los impactos de la Revolución Industrial. Bueno, la Inteligencia Artificial va a ser que ese proceso parezca un juego de niño porque va a ser mucho más profundo, y para que la Inteligencia Artificial se desarrolle, ustedes necesitan tener energía barata en lugares fríos y con altas extensiones de tierra. Argentina. Por lo tanto, también… Pero esto solamente lo digo a los efectos de mera enunciación de sectores que sí tienen un potencial enorme, que no se loS voy a explicar a ustedes porque ustedes están en la trinchera y lo saben muchísimo mejor que yo, y sería de un tipo fatalmente arrogante creer que les puedo decir algo sobre su negocio a ustedes, que son los que están al pie del cañón. Pero solo para mencionarlos como casos de cosas que sí pueden pasar y que, de hecho, están pasando.
Y después están los impactos de la macro sobre el flujo de fondos, y ahí tenemos elementos que hacen al corto plazo y al largo plazo. En el corto plazo, tiene que ver con la recuperación cíclica; al inicio de la presentación hablé de la utilización de la capacidad instalada, cómo viene subiendo, y ahí básicamente lo que está empujando es la recuperación de los salarios reales, hace 5 meses seguidos que el salario real, en Argentina, viene subiendo y que también vienen subiendo las jubilaciones en términos reales. Aa eso también hay que sumarle la reversión del ciclo de stocks, es decir, cuando estábamos sobre el final del Gobierno anterior, como una forma de cubrirse las empresas se sobre estoquearon. Y en ese sentido, en la primer parte del año liquidaron los stocks y eso profundizó la caída del primer trimestre; y ahora hay una recomposición de stocks y eso es lo que está haciendo que los factores de recuperación cíclica estén empujando positivamente.
Obviamente, que después está todo lo que tiene que ver con el crecimiento a largo plazo, y ahí, todo lo que tiene que ver con las reformas estructurales y con lo que se está haciendo en materia de regulación. Siendo que nuestro objetivo es convertirnos en el país más libre del mundo, eso implica también una fuerte caída en los costos de transacción. Al mismo tiempo, se está dando un fuerte aumento del ahorro. El hecho de haber corrido al fisco del medio y hacer un ahorro fiscal de 15 puntos del PBI, esos recursos que se los tomaba el sector público ahora van a estar disponibles en el sector privado. No por nada en diciembre discutíamos la hiperinflación y hoy estamos discutiendo créditos hipotecarios a 30 años, o cómo una empresa pudo colocar deuda en el mercado local al 5,75%. No solamente eso, sino que la eliminación de la inflación lo que hace es que baja la distorsión de los precios. La inflación tiene un efecto nocivo, que es, el sistema de precios es un mecanismo de transmisión de información, de coordinación y ajuste. Si ustedes básicamente tienen inflación, lo que hace es que eso fluya con ruido. Entonces, yo puedo estar explicando acá, ser muy bueno explicando, y ustedes pueden ser personas muy dotadas intelectualmente y entender sin ningún tipo de problema lo que yo estoy diciendo, pero imagínense que, a partir de ahora, empieza a haber ruido y cada vez más ruido. Yo sigo explicando bien, ustedes siguen siendo gente muy inteligente, pero el ruido no nos permite comunicarnos. Eso es lo que hace la inflación con el sistema de precios, y cuando hace eso, se pierden un montón de transacciones y hay una pérdida de eficiencia en la asignación de recursos. Bueno, nuestro programa de emisión cero lo que asegura es que el Banco Central no los va a molestar nunca más.
¿Y por qué digo esto? Porque conforme avance la dolarización endógena y que empiecen a hacer transacciones en dólares libremente, va a haber un momento que va a ser muy grande toda la operatoria en dólares y la operatoria en pesos va a ser muy chiquita. Y cuando se dé esa situación, vamos a estar en condiciones de cerrar el Banco Central y que los políticos nunca más en la vida puedan volver a estafarlos con el impuesto inflacionario. Por otra parte, ya estoy cerca de terminar aviso, otra cosa que es muy importante en un negocio es el crecimiento. Y el crecimiento cuando ustedes toman la evidencia empírica, en crecimiento económico hay un fenómeno que se llama convergencia, es la situación bajo la cual un país que está rezagado alcanza a los países grandes. Eso en Argentina podría convertirse en una potencia en 35 o 40 años, pero potencia en serio. No, digamos, de mitad de la tabla. Potencia, potencia. A ver, cuando yo hablo, por ejemplo, mi modelo se parece a Irlanda. Irlanda de ser el país más miserable de Europa en 40 años, hoy tiene un pedido per cápita 50% mayor que el de Estados Unidos. Ese es el mundo que a mí me gusta. Que Argentina sea el país con mayor libertad económica del mundo. Eso nos va a hacer prósperos.
Entonces, hay una situación que es esto de la convergencia. Y, en realidad, cuando uno mira la literatura de los austríacos, es muy interesante, porque Hayek hablaba del mercado como un proceso de descubrimiento. Entonces en la medida que ustedes van descubriendo cosas, entonces van creciendo. Ahora, ¿qué es lo interesante? ¿Por qué los que vienen de atrás pueden crecer más rápido? Porque el resto de las cosas ya fueron descubiertos por otro. Lo único que tienen que hacer es copiarlo. Es decir, muchos de los negocios ya están inventados. No hay que inventar la rueda, hay que traerlos. Nada más. Eso facilita el crecimiento en la convergencia. Y obviamente que estamos generando las condiciones desde lo que proponemos desde la Inteligencia artificial y desde lo que proponemos como mecanismo en lo que tiene que ver en lo institucional para fomentar una economía libre y que la gente pueda llevar a cabo sus proyectos. Y que ahí sí tome el lugar Schumpeter y la destrucción creativa, que es lo que después nos va a hacer crecer cuando estemos en la vanguardia. Pero tenemos 30, 40 años para copiar de lo lindo y avanzar fuertemente.
Por lo tanto, no es tan difícil. Y, finalmente, el tema de la tasa de descuento. Como les dije, la solvencia fiscal implica una caída del riesgo argentino, y eso permite, básicamente, hacer que la tasa de interés caiga. De hecho, una de las cosas que nosotros estuvimos haciendo con Federico cuando estábamos con la discusión del tema de las universidades, es que al margen de la señal negativa que implicaba estar cediendo en los números fiscales, y que al mismo tiempo implicaba ser doblegados por los corruptos, porque el problema es que no quieren ser auditados, entonces, nosotros no estábamos dispuestos ni a doblegar… ni a doblegarnos frente a los corruptos y no estábamos dispuestos a entregar los números fiscales, pero dijimos «bueno, vamos a hacer la cuenta qué pasa si uno tomara este aumento». Y uno lo que veía que cuando daba ese aumento en el fondo… hay un libro muy interesante que se llama Historia del quinto piso y muestra cómo después de la estabilización original del Austral, Sourrouille empieza a…, por indicación de Alfonsín darle un cuarto de punto a cada uno, a vos te doy 0,25, a vos te doy 0,15. A todos les dio de todo. Terminó volviendo el déficit fiscal y terminó en una hiperinflación.
Entonces, lo que nosotros hicimos es el ejercicio de: "Bueno, veamos el efecto incremental del dinero que va a las universidades. Y volvemos a ser los impresentables de antes”, es decir, volvemos a un mundo de 3 mil puntos de riesgo país. Dicho sea de paso, los impresentables que tenían el riesgo país en 3 mil, le sacaron un montón de recursos a las universidades, y después son los que dicen que las van a defender. Es interesante, o sea, están esos hipócritas y están los chorros directos, los que roban directamente con las universidades. Entonces, sacamos la cuenta, y en un ejercicio nos sostenemos y nos aferramos a nuestra política fiscal, pagando todos los costos políticos. Eso hace que el PBI quede en 600 mil millones de dólares. Si cedemos y volvemos a las andadas de siempre, se va a 400 mil millones de dólares. Esto es interesante porque, cuando tomamos en términos de recursos para las universidades en dólares, quedan constantes. Es decir, todo ese aumento, pero en una macroeconomía más inmunda, los recursos terminan siendo constantes. ¿Pero cuál es el problema con una macro más inmunda? Primero, que el PBI per cápita en dólares es más bajo. Lo importante de la caída del PBI per cápita en dólares es que tiene dos componentes: hay un componente de caída de actividad, que es un tercio, pero los dos tercios restantes es por el salto en el tipo de cambio real. Y eso implica que aumenta la cantidad de pobres e indigentes. Por lo tanto, como negocio no solo era pésimo porque el PBI per cápita era más chico, sino que además implicaba una multiplicación e incremento de la cantidad de pobres e indigentes.
Entonces, cuando es tan clara la cuenta, lo otro que les debería quedar claro es que esta gente no está defendiendo ni la universidad, ni los intereses de los argentinos. Que lo único que quieren es defender sus choreos y terminar llevándose puesto a un gobierno que los obliga a trabajar, que los obliga a trabajar decentemente y dejar de chorear con la política. El otro argumento - y ya es el anteúltimo así que ya estoy terminando, aviso - es la reducción de la volatilidad macro. Esa reducción en la volatilidad es un elemento que aporta valor. Si ustedes quieren el sharp race shot está subiendo. Obviamente que en la perspectiva de real options ustedes podrían decir que tengo menos volatilidad, entonces esas opciones podrían valer menos. Bueno, toda esa volatilidad macro que estamos sacando, pónganle toda la volatilidad del negocio, que es para que ustedes creen riqueza y que no sea porque hay un conjunto de políticos arrogantes arruinándole la vida a todos. Así es que les dejo esa volatilidad en la mano de ustedes.
Por lo tanto, dado que sube el flujo de fondos, ya sea porque respetamos los derechos de propiedad, porque no vamos a permitir que los expropien, porque básicamente hay oportunidades de negocio, porque hay crecimiento y porque, además, al mismo tiempo la tasa de descuento está cayendo, si yo me pongo como administrador de portafolio, diría: "long duration en Argentina", es decir, Argentina es un activo para comprar, para estar comprado largo. ¿Y qué se puede hacer para estar comprado largo? Hacer inversiones reales. Por lo tanto, Argentina es un excelente caso de negocios. Ahora, sí quiero volver a la frase original de Pirkei Avot, que solía decir: "Si yo no estoy para mí, ¿quién estará para mí?". Es decir, si no me ocupo de mí, ¿quién se va a ocupar de mí? Más liberal imposible. Ustedes son los responsables de su propio destino, ustedes son los arquitectos de su propio futuro. Si no se ocupan ustedes de ustedes mismos, ¿quién lo va a hacer? ¿El Estado? No, porque el Estado lo único que puede hacer es daño, el Estado no produce nada. Cuando el Estado da algo, es porque antes se lo robó a alguien. Por eso, nosotros hemos implementado la política más liberal de toda la historia argentina. Le bajamos el peso del Estado al sector privado en cerca de 13 puntos del PBI, porque hemos hecho el ajuste más grande de la historia, hemos corrido al Estado en más de seis puntos del PBI. Si solo tomamos en cuenta el Tesoro, nunca se devolvieron tantas libertades en tan poco tiempo.
Por lo tanto, es decir…, si ustedes no están para ustedes, si ustedes no se ocupan de ustedes, ¿quién se va a ocupar? Es más, y aunque se ocupen de ustedes —ustedes mismos se ocupen de ustedes—, la pregunta es qué soy, qué son. Ustedes son emprendedores, ustedes son los que crean riqueza, ustedes son los benefactores sociales, ustedes son los que tienen la llave para hacer Argentina grande nuevamente, ustedes son los grandes responsables, ustedes son los que pueden cambiar esta realidad, nosotros solamente les estamos dando un terreno de juego liso, un terreno de juego en el cual puedan jugar. Les estamos dando las reglas de juego, les estamos dando el marco, pero la creación de riqueza va a depender de ustedes. Es decir, ustedes son los que van a poner de pie a la Argentina, ustedes son los que van a hacer a Argentina grande nuevamente.
Y, entonces, la pregunta final es: ¿Y si no es ahora, cuándo? Es ahora. Es ahora porque esto nunca pasó en la historia argentina. Pero para que esto pueda perdurar requiere de que sea exitoso. Y esto va a ser exitoso cuando haya crecimiento. Y el crecimiento se va a dar cuando ustedes decidan ponerse al hombro su rol de emprendedores y salir y ganar el mercado. Y eso es lo que nos va a traer prosperidad a todos. Así es que, que Dios bendiga a los argentinos, que la fuerza del cielo nos acompañen y viva la libertad carajo.